SOLIDARIDAD CON CUBA
Dalai Lama se solidariza con Cuba
Mensaje del Dalai Lama a los cubanos: “Mantengan su espíritu, su esperanza, su determinación”.
Madrid, 20 de junio de 2013
Señor José Alberto Mujica Cordano
Presidente de la República Oriental del Uruguay
Palacio de Gobierno
Plaza Independencia 710, Montevideo
Señor Presidente:
Recordamos con cariño y agradecimiento el hecho de que nos haya recibido durante la visita que realizamos a Uruguay en septiembre de 2010. Entonces nuestra intención era recabar la solidaridad de los demócratas hacia aquellas personas a quienes aún hoy en Cuba se les violan sus derechos y libertades. Intención que hoy subsiste.
Hemos sabido que tiene en planes realizar una visita oficial a Cuba entre los días 25 y 27 de julio de este año. Seguramente los cubanos le recibirán con sumo agrado, porque somos un pueblo acogedor, que a pesar de los sufrimientos que nos proporciona la realidad cotidiana mantenemos intacta la alegría.
Señor Presidente, sabemos que Uruguay es una nación pequeña en términos territoriales, pero creemos que es inmensa desde el punto de vista democrático. Por ello, le pedimos que cuando visite nuestra patria tenga presente que la nación cubana, al igual que la uruguaya, no está formada solamente por el gobierno y sus simpatizantes. A ella pertenecen también aquellos que hoy son marginados y reprimidos desde el poder por causas políticas, ideológicas y raciales.
Nosotros no pedimos discursos radicales ni acciones que traigan enemistad entre los pueblos. Pedimos solidaridad para los que hoy soportan en Cuba la falta de libertades y pretenden pacíficamente practicar los derechos que le han sido conculcados. Ese fue el motivo del manifiesto Petitorio de Uruguay que nuestra delegación firmó y que hoy recordamos:
“Cuba necesita de solidaridad, de solidaridad democrática, de apoyo a su sociedad civil para que pueda expresarse en pluralidad, en respeto mutuo y para que todos los cubanos sin exclusiones se sientan comprometidos con el futuro de la patria”.
Instamos –entonces y hoy- a que las fuerzas políticas del Uruguay con representación parlamentaria acompañasen el reclamo de millones de cubanos en nuestra tierra y en el exilio para que en la República de Cuba se cumpla plenamente el articulado de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Presidente, como sabemos que en el actuar ético el argumento de la soberanía nacional no debe ser utilizado para no aceptar u ofenderse cuando se trata el tema de derechos humanos, o para evadir el deber de hacerlo, le pedimos que le recuerde al gobierno la importancia de que Cuba ratifique los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos y Económicos, Sociales y Culturales, y le anime a realizar reformas políticas democráticas, especialmente las encaminadas a permitir el pluralismo político. Muchos cubanos le agradeceremos este gesto.
Reciba usted el testimonio de nuestra más alta consideración.
Observatorio Cubano de Derechos Humanos
Contacto: Alejandro González Raga
Teléfono: +34 608790778
Lech Walesa declaró: “Hay demasiados líderes en la oposición cubana”.
Lech Walesa es un demócrata que admiro mucho, pero él desconoce algo fundamental: mientras en Polonia la jerarquía católica apoyó la lucha del pueblo polaco en contra del totalitarismo, en Cuba la jerarquía católica prosigue colaborando con la tiranía castrista para poder obtener espacios político, educacional, cultural y económico. Véase
http://profesorcastro.jimdo.com/la-jerarquía-católica-y-la-dictadura-de-castro/
CUBA YA TWITTEA
Proyecto solidario por la libertad de Cuba, tiranizada desde hace cincuenta y cuatro años por los hermanos Castro
Solidaridad con Ángel Santiesteban
http://cubayatwittea.blogspot.com.ar/2012/11/urgente-solidaridad-con-angel.html
Wilfredo Cancio Isla
31 de enero de 2013
A punto de ir a la cárcel con una condena de cinco años, el escritor Ángel Santiesteban asegura que su único pesar es no haberse quitado desde mucho antes la máscara con la que se vio obligado a vivir en Cuba.
“Ante las puertas de la cárcel, siento que les gané la partida a ellos, porque si un gobierno ha tenido que hacer trampas para acallar mi voz y enviarme a prisión pensando que me van a acallar, es prueba de su derrota”, dijo Santiesteban en entrevista telefónica con CaféFuerte.
Este lunes el Tribunal Supremo Popular desestimó la apelación del escritor y ratificó la sentencia de cinco años, emitida por el tribunal provincial de La Habana el pasado 6 de diciembre. El escritor había apelado la sentencia a la instancia superior de la nación a fines de diciembre.
“Fue una decisión con premura, por lo general este es un proceso que demora hasta tres meses, pero conmigo no llegaron al mes”, relató Santiesteban. “En estos momentos estoy esperando que me citen para enviarme a prisión en cualquier momento”.
Solo con la muerte
Agregó que está preparado para “asumir con decoro esta injusticia”.
“Iré a la cárcel con la frente en alto y solo con mi muerte podrán acallarme”, dijo. “Lo único que me pesa es no haberme quitado la máscara desde mucho antes”.
Santiesteban, de 46 años, fue sentenciado bajo acusaciones de violación de domicilio y lesiones. La causa se extendió por tres años y el escritor considera que la acusación fue fabricada y manipulada por motivos políticos. Sus problemas se acrecentaron luego de que comenzara a publicar el blog Los hijos que nadie quiso, con fuertes críticas a la realidad de la isla. Su postura lo condenó de inmediato a la censura oficial y al ostracismo.
“Sé que mientras exista este gobierno jamás volveré a publicar, ni siquiera se me permite presentar un libro de otro autor... estoy completamente fuera de la realidad intelectual de este país”, comentó. “Esto ha cambiado totalmente mi vida, pero realmente tengo mi conciencia tranquila, pues no podía continuar con la farsa y la simulación”.
Novelista y cuentista de obra reconocida, galardonado con el Premio Casa de las Américas en el 2006, el procesamiento judicial de Santiesteban ha generado una amplia campaña internacional a su favor.
Intelectualidad vergonzosa
Santiesteban fustigó el silencio de intelectuales cubanos que fueron colegas y amigos suyos años atrás, y que ahora evitan darle respaldo público.
“Aquí se escribe y se come, y el que piensa diferente, se calla”, recordó el escritor. “He conversado con muchos intelectuales que cuando me dicen lo que piensan son más opositores que yo y, sin embargo, los veo en la televisión moviendo la varita, apoyando al sistema... Es terrible la función que cumple la intelectualidad en Cuba, su posición ante la historia es vergonzosa”.
Desde la pasada semana circula en la internet un video con el testimonio de un vecino de Santiesteban desmintiendo la versión oficial que la fiscalía esgrimió en el juicio, celebrado el pasado octubre. En el video, Alexis Quintana Kindelán confiesa que trató de ser usado por la ex esposa del escritor para culparlo por un incendio ocurrido en el hogar familiar y fabricar la causa.
Finalmente, la fiscalía prescindió de Quintana como testigo, pero mantuvo las acusaciones de la ex esposa para pedir su condena. Santiesteban estaba divorciado de la madre de su hijo hacia más de dos años.
Delincuente manipulado
“La policía presionó a este señor, que es un delincuente con retraso mental, chantajeándolo y sobornándolo, prometiéndole prendas de vestir y hasta que le iban a permitir la salida del país”, relató Santiesteban. “El miente y también la que me acusa, mienta al pedirle el falso testimonio”.
Sin embargo, la acusación de la ex esposa se mantuvo e inclinó la balanza en su contra.
“Evidentemente es un típico caso de perjurio... Si el supuesto testigo de la fiscalia dice que la persona que me acusa lo presionó, debia haberse cerrado la causa, pero está claro que este fue un juicio politico”.
Días después de celebrado el juicio, Santiesteban fue golpeado y detenido cuando protestaba frente a una estación policial por la detención de un grupo de activistas de derechos humanos. En el operativo recibió una golpiza que le provocó lesiones en las costillas.
Tras su liberación, el 11 de noviembre, publicó un testimonio contando los pormenores de su violento arresto y divulgó en internet la camisa que llevaba puesta, con huellas de sangre.
“Lo que hice, lo haría ahora con más fuerza, con más intensidad. Quiero libertad para mi país y cuando comencé a publicar mi blog fue por una necesidad de mi corazón de sentir que estaba palpando la libertad en Cuba”, afirmó Santiesteban.
Testimonio de Ángel Santiesteban
desde La Habana
Luis Alberto Lacalle*
4 de abril de 2010
En la perla del Caribe, la más lamentada pérdida de la Corona española, en el país de la pasada alegría y la actual miseria, en medio de una tierra que fue próspera y que hoy no alimenta a sus habitantes, dos vidas se extinguen de manera muy diversa. Una es la del dictador, la otra la de un héroe.
El martes hablé con la madre del héroe, de Guillermo Fariñas. Hace mucho que no veo ni hablo con su carcelero Fidel Castro. Entre esos extremos vitales, se desarrolla el fin del drama más que cincuentenario que ha envuelto a Cuba y a Iberoamérica.
Todos hemos sentido en algún momento el reclamo de nuestro cuerpo cuando se demora o se saltea la hora de alimentarlo, de proporcionarle el “combustible” para que pueda seguir funcionando. No es una sensación agradable.
Millones en el mundo padecen diariamente esos síntomas por falta de comida suficiente y ni que decir, sana. Algunos luchadores, de muy diversas causas han ofrendado a las mismas, la muerte voluntaria por no ingerir alimentos. No importa hoy qué causas defendían, se trata de una de los más grandes actos de coraje que un ser humano puede llevar a cabo. Quienes practican la ciencia médica han explicado cual es el proceso de la muerte por hambre.
Ante todo la sensación que referíamos, ganas primero y angustia después de comer, de calmar el clamor de las entrañas. Luego en una etapa más larga, el comienzo de la búsqueda, por parte del cuerpo, de consumir las reservas que pueda tener. En el plano final, la autofagia, el comerse a sí mismo, el irse devorando, en medio de dolores insoportables, hasta la desaparición de la vida por falta de sustento. Se trata de los más impresionantes casos de dominio de la mente sobre el cuerpo, de la voluntad sobre el instinto de supervivencia. Solamente puede ser comparable a la actitud de quienes bajo las más atroces formas de tortura, callan y resisten. Pocas formas más heroicas de morir que ésta, pues jugársela en un instante, caer abatido en un combate con una muerte rápida, siendo una alta prueba de valor, tiene la misericordiosa ventaja de la rapidez, del tránsito inmediato hacia las sombras de la muerte.
La otra vida que se apaga es sin lugar a dudas la de un hombre excepcional, transcendente e importante, todas características con sentido negativo y dañoso. Fidel Castro es el hombre que más influencia tuvo en el continente americano en el siglo XX y las últimas consecuencias de su acción e ideología aun continúan envenenando el continente y nuestros países. Todos, en nuestra juventud, allá por fines de los cincuenta nos entusiasmamos con su aventura de Sierra Maestra, le aplaudimos, fuimos a verle a la Explanada, parecía un paradigma de heroísmo en nombre de la libertad. Poco duró el engaño confesado por aquellas grabaciones tantas veces escuchadas.
Acusado de comunista, repetía “Campaña canallesca” para confesar poco tiempo después “He sido y seré marxista leninista”. Y luego, con el clásico ritual de las tiranías la saturnina costumbre de devorar a los hijos. Camilo [Cienfuegos] “desaparecido” en vuelo, el Comandante Huber Matos -aun gallardo en su resistencia actual- cumpliendo 25 años de presidio. El joven dirigente estudiantil Luis Boitel, primero entusiasmado por la revolución luego desilusionado por su falta de democracia, encerrado por ello en un calabozo con orden de que sólo se volviera a abrir cuando hubiera muerto de hambre y de sed, como ocurrió.
Paredón y dictadura para Cuba, atraso y hambre para el propio país, sometimiento a la URSS como colonia y pieza de ajedrez del duelo de la guerra fría. Terrible, pero hay más. Si el daño se hubiera circunscripto a la isla sería una más de las dictaduras que ha conocido América.
El envenenamiento del alma de miles de jóvenes en toda la extensión continental, el haber sembrado instrucción subversiva, el haber enseñado a matar, a secuestrar, a conspirar contra las instituciones libres, a despreciar las “libertades formales” o “burguesas” que forman el corazón de la convivencia en democracia, vaya si lo sabemos en nuestra tierra.
La destrucción de la convivencia nacional desde 1963 y su consecuencia natural de la dictadura que soportamos tiene un nombre: Fidel. En vano el Che aconsejó que en el Uruguay no se usara otra arma que la del sufragio. No, había que “latinoamericanizarse” en el peor de los sentidos, bajar hacia lo peor del continente en la desvariada creencia de que “lo peor era lo mejor”. ¡Cuantos muertos y torturados deben de figurar en esa cuenta maldita! Espantoso peso que condenará para siempre a quien sembró vientos que trajeron tempestades para otros, nunca para él, que se extingue lentamente pero en la seguridad de su feudo, en la cama, pero seguramente que sin paz…
Ya se agotó de hambre una vida, la de Fariñas va en ese camino. Nuestro parlamento, mayoría del Frente Amplio mediante, se niega siquiera a considerar una declaración ante la heroicidad de la resistencia, de las Damas de Blanco, de los que “ni se callan ni se van”, los héroes cotidianos hostigados por la policía, perseguidos en sus barrios y casas, encarcelados por tener un libro prohibido, por juntar firmas de acuerdo con la constitución castrista, por querer leer, hablar y votar como seres humanos libres.
Pero si hay algo cierto, seguro, acerca del final de este drama es que así, de esa manera, podremos gritar “¡Hasta la victoria, nunca!”
* El autor fue presidente de la República Oriental del Uruguay