CÓMO OFENDEN LA MEMORIA DE JOSÉ MARTÍ

EN LA CUBA DE FIDEL CASTRO

Degradando la memoria de José Martí

Haroldo Dilla Alfonso

28 de enero de 2013

 

Hasta dónde los dirigentes cubanos poseen atributos morales y políticos para intentar un homenaje a Martí

 

El gobierno cubano va a conmemorar el 160 aniversario de José Martí con una nueva conferencia internacional “por el equilibrio del mundo” coauspiciada por la UNESCO. Según más o menos dijo su secretario ejecutivo es el rescate de una ética basada en los principios martianos para ayudar al mundo a salir del agujero en que se encuentra.

 

Obviamente, la primera inquietud que brota es hasta dónde los dirigentes cubanos poseen atributos morales y políticos para intentar semejante hazaña, con sus nada envidiables récords en reprimir disidencias, dividir una nación, desterrar a los que emigran y luego despoblar poco a poco a la isla y sus cayos adyacentes. Pero no es a eso a lo que me quiero referir, sino, en mi calidad de cubano/dominicano, a analizar el significado que tiene la presencia del expresidente dominicano Leonel Fernández entre los invitados de gala.

 

Leonel Fernández era, cuando lo conocí personalmente, un joven talentoso e inquieto que desde el Partido de la Liberación Dominicana de Juan Bosch abogaba por la regeneración nacional y la pulcritud pública, con un tenue programa social que lo acercaba a la izquierda moderada. En 1996, por uno de esos giros de la política, fue elegido presidente por una alianza de base racista y derechista a la que Juan Bosch —ya en estado de decrepitud senil— fue empujado. Desde entonces ha sido presidente por 12 años, y en cada uno de ellos se ha esforzado por renegar con más determinación de sus principios políticos originales.

 

Sus gobiernos se han caracterizado por una corrupción de gran escala, expresión realmente superlativa en un sistema político y administrativo tan corrupto como el que impera en República Dominicana. Esa corrupción le ha dado una base de poder inigualable, y le provee de una plataforma pública basada en la Fundación Global (FUNGLODE), una institución que —según una reciente denuncia de uno de los juristas más prestigiosos del país— se alimenta de fondos ilegales.

 

La FUNGLODE organiza frecuentes francachelas académicas pagadas con dinero de dudosos bolsillos. A ellas, Leonel Fernández invita a altas figuras del jet set académico con lo que satisface su ego intelectual. Y para darse un baño de izquierdismo, invita, y paga bien, a académicos y funcionarios cubanos que denuncian al neoliberalismo y abogan sin sonrojos por la democracia y el socialismo del siglo XXI.

 

Desde su gestión presidencial, Leonel Fernández ha potenciado lo peor del sistema nacional. En sus gobiernos, la policía nacional ha asesinado en las calles a miles de jóvenes pobres, unos delincuentes y otros no, en lo que constituye una práctica aberrante frecuentemente denunciada y documentada en los foros internacionales. Y al mismo tiempo ha seguido una política económica y fiscal concentradora, lo que produce más pobres insatisfechos para asesinar. En su último gobierno la sociedad dominicana se movilizó para la obtención de un 4 % del PIB para la educación, a lo que el entonces presidente dominicano se negó rotundamente calificando de “pre-modernos” a los líderes populares.

 

En 2010 —en pacto espurio con la alta jerarquía católica, la derecha más impresentable y los empresarios— promulgó una constitución que ilegaliza el aborto en todas sus formas, estigmatiza los derechos de los homosexuales, privatiza las playas y abre el camino para un sistema excluyente frente a los inmigrantes haitianos, lo que se continuó con una política xenofóbica.

 

En política internacional, Fernández se ha promovido internacionalmente a expensas del tesoro público, pero sin llegar nunca a modernizar el sistema de relaciones exteriores o de dotar al país de una política internacional. En consecuencia, al mismo tiempo en que el país se mueve a ciegas en el planeta —digamos que todavía reconoce a Taiwán como la legítima China— Fernández ha intentado mediar en cuanto conflicto internacional le ha pasado por el lado (siempre sin éxito) y asistir a cuanto foro internacional ha sido posible, siempre como orador de relleno. Su único actuar meritorio fue su solidaridad con los damnificados del terremoto en Haití en 2010, pero ha sido un mérito sepultado por una denunciada orgía crematística en la reconstrucción que supuestamente le ha beneficiado a través de un lúgubre personaje que opera como su bolsillo derecho.

 

En ocasión de las elecciones de 2012, en que trató en vano de presentarse como candidato, Fernández impuso al candidato triunfante a su esposa como vice, y pagó una suma atroz de dinero en la campaña para garantizar la continuidad y la impunidad. Lo logró, y de paso abrió un proceso relámpago de construcciones de obras que se agregaron a los gastos multimillonarios que ha efectuado en la capital. En consecuencia, hoy el país es más pobre y la ciudad tan disfuncional como siempre. Y la sociedad dominicana está pagando un monumental déficit fiscal que inevitablemente incrementará la pobreza y la concentración de la riqueza.

 

Que semejante figura política sea recibida por el gobierno cubano y agasajada por todos los comensales de su sospechosa FUNGLODE, lo entiendo. Al final, Leonel Fernández también ha jugado ocasionalmente en el bando bolivariano a cambio de petróleo subsidiado cuyos beneficios nunca han llegado a la mitad pobre de la población dominicana. Y los comensales deben agradecer al anfitrión de viajes, hoteles y honorarios. El propio Armando Hart ha sido un invitado de sus convites “por-un-mundo-mejor” regularmente acompañado de unas comitivas numerosas que hoy dan gracias con esta invitación. Y el gobierno cubano anda tras una contrata de servicios para un plan de alfabetización que le podría proveer de algunos milloncitos y de alguna influencia política.

 

Que Fernández sea acompañado en este burlesque por figuras denunciantes del mismo sistema que Fernández no solo representa, sino que ha degradado, es también entendible. Al final Atilio Borón, Pérez Esquivel, Ramonet y Fray Betto son tan parte del establishment como Fernández, solo que retóricamente y en el ladito izquierdo, y de hecho algunos de ellos también han sido comensales de Fernández a costa de los impuestos que pagamos los dominicanos. Son tanta vergüenza como Fernández.

 

Lo que francamente me molesta es que usen a Martí para esto. No es que Martí haya sido un santo, pero todos coincidiríamos en que fue un hombre decente y recto, lo cual para mí significa muchísimo. Fue un demócrata convencido. Y con sus casi 120 años de muerto, no puede ni protestar, ni vomitar.

 

No tiene más remedio que tragarse en silencio homenajes y admiradores.

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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.