¿LEGALIDAD Y DERECHOS HUMANOS

EN LA CUBA DE FIDEL CASTRO?

Mahatma Gandhi:

Reprimir la desobediencia civil es pretender encarcelar la conciencia”.

Por si algún despistado

aún no se ha enterado

 

CUBA, MÁS DE MEDIO SIGLO SIN DERECHOS

 

 

Un régimen que me separa de mis seres queridos

 

Aunque el 14 de julio de 1789, hace 225 años, comenzó la Revolución francesa, en Cuba los hermanos Castro, nuevos señores feudales, deciden desde hace 55 años qué cubano puede sobrevivir y qué cubano puede residir en su patria. Véanse el asesinato de niños –ahí están los vídeos– y las golpizas a mujeres –también ahí están los vídeos.

 

No obstante que el artículo 13.2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece queToda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, a decenas de miles de cubanos se nos impide entrar a nuestra patria.

 

Más de 87 Damas de Blanco fueron detenidas en Cuba, el día de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II

La policía castrista las arrestó para evitar su asistencia a misa.

Carta de Huber Matos a Rosa María Payá

12 de abril de 2013

 

Estimada compatriota, desde que llegó a tierras de libertad hemos visto con admiración como cada declaración suya ha sido puntual, efectiva y consistente. Con ellas ha honrado la memoria de su admirable padre, ha elevado la estatura política del Movimiento Cristiano de Liberación y ha servido a la causa de la libertad y la democracia de nuestro país. Rosa María, usted ha ganado la simpatía del exilio cubano y de millones de personas en el mundo.

 

Estamos viviendo momentos cruciales y en el contexto en que se debate el castrismo y sus cómplices externos, su viaje no podía haber sido más oportuno. La dictadura enfrenta un creciente descontento popular, una infatigable oposición y el descrédito internacional. Con maniobras desesperadas trata de lograr que, si no se levanta el embargo de los Estados Unidos, por lo menos el gobierno de Obama le permita a los ciudadanos estadounidenses viajar como turistas a Cuba. Los miles de millones de dólares que captaría la tiranía por el ingreso de turistas de este país les ayudaría a continuar imponiendo un régimen de fuerza e injusticia en nuestra patria, en lugar de obligarlos a una transición auténticamente democrática.

 

Ante estas circunstancias y en respuesta a sus declaraciones en Miami pidiendo la solidaridad y unión del exilio cubano para apoyar la investigación internacional sobre la muerte de su padre y del compatriota Harold Cepero, quiero hacerle saber que Cuba Independiente y Democrática (CID) respalda su propuesta incondicionalmente. Estamos dispuestos a firmar un documento de unidad para este propósito y pueden contar con nuestros esfuerzos dentro y fuera de Cuba.

 

Si por diferentes razones la unidad de los cubanos ha sido un objetivo elusivo, la unidad a favor de una investigación internacional como la planteada por ustedes es un paso que ningún demócrata cubano puede eludir o rechazar.   Creemos que ningún demócrata del mundo puede esquivar un asunto tan grave, tan imparcial y tan importante.

 

En consecuencia, empecemos por el principio e insistir en la verdad de lo sucedido a dos patriotas que ya no están con nosotros pero cuyo sacrificio, unido al de muchos otros, nos obliga a que sumemos esfuerzos para que se exponga la mentira y el cinismo conque el régimen ha manejado esta tragedia.

 

Atentamente,

 

           Huber Matos B.

 

Secretario General

Cuba Independiente y Democrática (CID)

Miami, abril 12 de 2013

Denuncia de la madre

del preso asesinado Roberto Antonio Rivalta Junco

4 de abril de 2013

Policía política impide ir a misa

a más de 20 Damas de Blanco

31 de marzo de 2013

El régimen impide ir a misa a más de veinte Damas de Blanco en el Domingo de Resurrección.

 

Al menos 23 Damas de Blanco y una niña estuvieron detenidas temporalmente hoy en Santiago de Cuba para impedirles llegar al Santuario de El Cobre, informaron activistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). No obstante, 43 lograron asistir a misa en este Domingo de Resurrección.

 

“Ellos (las autoridades) están muy asustados”, dijo el disidente Ovidio Martín Castellanos. “El crecimiento de las Damas de Blanco (…) ocurre día tras día”, aseguró.

 

El grupo de mujeres, surgido tras la oleada represiva que en 2003 envió a prisión a 75 opositores, llegó este sábado a su décimo aniversario.

 

Unas 50 Damas de Blanco asistieron a misa en la Iglesia de Santa Rita, en La Habana, y luego caminaron por la Quinta Avenida portando una imagen de su fallecida líder Laura Pollán. En Matanzas unas 40 mujeres acudieron a las iglesias locales.

 

Son “diez años de estar en las calles, de estar en esta Quinta Avenida exigiendo la libertad de los presos políticos al Gobierno de Cuba”, dijo Laura Labrada, hija de Pollán.

 

Labrada se declaró además “orgullosa” de que la actual líder del grupo, Berta Soler, se encuentre en Europa “denunciando la represión, las golpizas que nosotras, mujeres pacíficas, mujeres no violentas recibimos por parte de la dictadura de los Castro”.

 

“Somos mujeres que salieron a pedir pacíficamente la libertad de sus seres queridos cuando el régimen castrista descabezó la vivienda de 75 familias, llevando a hombres y a una mujer a prisión”, afirmó por su parte Soler. “Pese a la represión, hemos crecido en todas las provincias donde tenemos delegaciones”, aseguró.

 

Tras la liberación de los 75 —que en su mayoría fueron enviados al exilio— las Damas de Blanco, Premio Sajarov 2005 del Parlamento Europeo, decidieron continuar en las calles exigiendo el respeto a los derechos humanos.

 

“Somos mujeres pacíficas, mujeres dignas, con principios y concientizadas con la lucha por una Cuba nueva”, indicó Soler

 

El grupo está propuesto para el Premio Nobel de la Paz.

Golpeada, atropellada y lesionada

Marta Beatriz Roque

Juan Gonzalez Febles

28 de marzo de 2013

 

Resuelto el diferendo entre las autoridades y la líder opositora Marta Beatriz Roque Cabello, personas vinculadas a la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), invadieron su domicilio y la golpearon con ensañamiento, junto a un grupo de activistas vinculados con las actividades políticas que desarrolla la Sra. Roque Cabello y que se encontraron allí en el momento de los hechos.

 

Resuelto el diferendo, a partir del cual, Roque Cabello renunciara a la licencia extrapenal concedida, luego de ser sancionada en la causa penal conocida mundialmente como Primavera Negra de Cuba, se desencadenaron los eventos. Refiere que más de una decena de personas que se acuartelaron en el apartamento de un vecino miembro de la antes mencionada asociación, invadieron su apartamento y golpearon a todos los presentes.

 

Aparentemente, todo comenzó por un desperfecto en las conexiones eléctricas. El vecino que había advertido previamente que la Red Cubana de Comunicadores, que dirige la Sra. Roque Cabello, no podía reunirse como suele hacer cada miércoles en la casa de Roque Cabello, encabezó el incidente. Los acontecimientos se precipitaron. Los ex combatientes revolucionarios y siempre revolucionarios que se encontraban en el apartamento del vecino, invadieron el domicilio de Marta, golpearon a todo el que encontraron y hasta robaron una cámara fotográfica, de acuerdo con las enseñanzas doctrinales que han recibido y que dictan tales conductas.

 

Según refiere la Sra. Marta Beatriz Roque Cabello, así como otros miembros presentes víctimas de la agresión, se trató de la forma en que la policía de Seguridad del Estado reaccionó y represalió, como consecuencia del plantón que protagonizara en el parque de la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Zanja y Dragones, junto con quince y más activistas que se solidarizaron con el gesto.

 

Si bien Marta Beatriz Roque y los activistas que la secundaron sentaron un precedente de civilidad triunfante con sus demandas satisfechas, pagaron un precio demasiado alto y ciertamente muy riesgoso. Esto forma parte de los métodos de represión política ciudadana impuestos por el régimen militar gobernante y que ejecuta la policía Seguridad del Estado desde hace más de cinco décadas.

 

Leer declaración de Marta Beatriz Roque Cabello

Declaración de Marta Beatriz Roque Cabello
Además de la situación puntual que existe con la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios y el hostigamiento al que estamos sometido, por nuestra línea de trabajo con el pueblo directamente, están las situaciones de algunos presos, entre ellos: Sonia Garro y Calixto Ramón Martínez que se encuentran en huelga de hambre, aunque no son los únicos. Se puede hacer una hoja de ruta con los problemas a apoyar, porque por ejemplo, en Placetas, Villa Clara, está el caso de Iris Tamara Pérez Aguilera, presidenta del Movimiento feminista Rosa Park, a la que no se le permite acceder a tratamiento ni atención médica, luego de una violenta golpiza que le propinó la Seguridad del Estado.
Marta Beatriz Roque declaracion.pdf
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Estados Unidos apoya abrir

una investigación sobre la muerte de Payá y Cepero

28 de marzo de 2013

 

“El pueblo de Cuba y las familias de estos dos activistas merecen un claro y creíble conocimiento de los eventos que condujeron a sus trágicas muertes”, señaló el Departamento de Estado.

 

Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo este jueves que Washington apoya las peticiones para que se abra una investigación independiente sobre la muerte de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero, reporta EFE.

 

“Apoyamos los llamamientos para que se abra una investigación independiente con observadores internacionales” sobre la muerte de estos activistas, indicó Nuland, quien aseguró que EEUU ha considerado que debía “sumarse a las voces que piden (aclarar las muertes) lo antes posible”.

 

La familia de Payá y el diario The Washington Post —que ha publicado tres editoriales sobre el tema en lo que va de mes— han insistido en la necesidad de que se inicie una investigación independiente e internacional que permita aclarar las circunstancias del supuesto “accidente de tráfico” en el que fallecieron Payá y Cepero.

 

“El pueblo de Cuba y las familias de estos dos activistas merecen un claro y creíble conocimiento de los eventos que condujeron a sus trágicas muertes. Estados Unidos continuará defendiendo los derechos de todos los cubanos a pedir que se defiendan los derechos humanos y la democracia”, explicó Nuland.

 

A comienzos de este mes el diario The Washington Post publicó una entrevista en exclusiva con el dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular español, Ángel Carromero, que conducía el vehículo en el que iban los disidentes fallecidos.

 

En la entrevista, Carromero aseguró que un automóvil los expulsó de la carretera y que el vehículo que intencionalmente los impactó por detrás portaba distintivos del Gobierno de Cuba.

“Prohibido navegar” a los cubanos, una de las leyes vigentes. Solo pueden hacerlo los cubanos casados con extranjeros, previa autorización de las autoridades castristas.

Barquito de papel...

Fernando Ravsberg

28 de marzo de 2013

 

Hace pocos días fui a la península de Guanacabibes, en el extremo occidental del país, una reserva natural casi virgen, donde se pueden contemplar iguanas, venados, cocodrilos y todo tipo de aves, además de poseer unos fondos marinos maravillosos.

 

Todo transcurrió muy bien hasta que quisimos participar de una excursión de submarinismo. Nos negaron el acceso porque en el grupo había cubanos y no están autorizados a subir al yate. El guía nos dijo que es una orientación de la Capitanía Naval.

 

De vuelta en La Habana quise saber si el parlamento había aprobado alguna legislación que impidiera a los cubanos viajar en barcos. Muy amablemente el jurídico de la Asamblea nos informó que no existe ninguna ley que prohíba navegar a los nacionales.

 

Claro que tampoco existía una ley que impidiera a los cubanos hospedarse en hoteles turísticos y sin embargo pasaron casi dos décadas mirando desde fuera como los extranjeros disfrutaban de las instalaciones que a ellos les estaban vedadas.

 

Pero ahora se supone que todo ha cambiado, casi medio millón de cubanos residentes en la isla veranean en esos mismos hoteles y una nueva ley de migración permite la salida libre de los ciudadanos...salvo que lo quieran hacer por barco.

 

En Cubatur nos dijeron que “a los cubanos -vivan donde vivan- no se les puede vender un paquete que incluya catamarán o yate”. En la agencia Gaviota nos repitieron que para poder ofrecernos una excursión marítima debíamos traer un permiso de Capitanía.

 

Finalmente llamamos al Departamento Nacional de Capitanía, donde nos confirmaron que los cubanos no están autorizados a navegar, la única excepción son aquellos que estén casados con ciudadanos de otros países, los cuales deben solicitar un permiso.

 

Para lograr esta autorización es necesaria una carta del conyugue extranjero porque no se acepta que sea el cubano quien lo solicite. La misiva debe detallar motivo del viaje, itinerario, lugar de embarque, días de navegación y el nombre de la embarcación.

 

Es obligatorio presentar además un original del certificado de matrimonio y fotocopias de los documentos personales de ambos. Todo esto dirigido a una comisión presidida por un Coronel, quienes, en un plazo de 5 días, deciden si se otorga o no el permiso.

 

Pero incluso aquellos ciudadanos que estén casados con extranjeros y tengan la suerte de que la comisión no vea nada sospechoso, solo podrán navegar dentro de las aguas cubanas. Tampoco a ellos se les autoriza a abordar un crucero para visitar otro país.

 

Pienso que a lo mejor tratan de evitar la emigración ilegal, pero lo cierto es que aunque un cubano tenga pasaporte vigente, pasaje y visa, no podrá abandonar el país en una embarcación. De alguna forma el espíritu de la nueva ley de migración se diluye en el mar.

 

En Capitanía nos aseguran que “este punto no se tocó en el cambio de la ley de migración y de entrada a los hoteles, por lo tanto permanece vigente”. Nos explican además que esa comisión es quien tiene la última palabra y no hay a quien apelar.

 

Ninguna de las personas con las que hablamos en hoteles, agencias de viaje, marinas, el parlamento o la Capitanía del Puerto me sabe explicar el porqué de la prohibición, se limitan a repetir que “así está establecido” pero desconocen quién lo estableció.

 

Así que la única forma es acudir a la autoridad de puertos con todos los papeles que atestiguan que él o ella están casados con ciudadanos de otras naciones y solo entonces cabe la posibilidad de que se le abran a los cubanos los mares y sus cayos adyacentes.

 

Pero si usted y su pareja son del patio y se les ocurre ir de vacaciones a Cayo Largo no podrán conocer la isla de las iguanas ni las demás excursiones marítimas que se ofrecen a los turistas de otros lares porque no le permitirán abordar el catamarán.

 

Y si quiere conocer Cayo Levisa, en la costa norte de Pinar del Río, tendrá que esperar a que se construya un terraplén para llegar por tierra porque por ahora se da la paradoja de que le autorizan a hospedarse en el hotel pero no le permiten navegar hasta él.

Conferencia de prensa de Rosa Maria Payá

en el Parlamento Europeo

27 de marzo de 2013

Fernando Savater, el famoso escritor y filósofo español, declaró que como persona interesada en la justicia y también como compatriota del fallecido activista cubano Oswaldo Payá, solicita una investigación internacional sobre su muerte.

 

“Cuba es una dictadura, la familia Payá ha sufrido y sufre marginación y amenazas y hay razones para pedir que su muerte sea aclarada”, dijo Savater.

 

Agregó que “como es imposible que las autoridades cubanas lleven a cabo esa investigación, pues sospechamos que pueden estar involucradas en el lado siniestro de este asunto, es exigible que las organizaciones internacionales hagan una investigación imparcial”.

Torturadores

Lilianne Ruiz

26 de marzo de 2013

 

La huelga de hambre que desde el pasado 6 de marzo está realizando el periodista independiente Calixto R. Martínez, en una celda de castigo de la prisión Combinado del Este, ha recibido el apoyo y la solidaridad de varios movimientos de defensa de los derechos humanos dentro de Cuba. Algunas de estas acciones, para exigir al gobierno la libertad inmediata e incondicional de Calixto R. Martínez, -declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional- han recibido como respuesta gubernamental un incremento de la represión.

 

“Son las propias autoridades dentro de Cuba las que ejercen una metodología de la violencia, contra opositores políticos, activistas de derechos humanos, comunicadores independientes, y contra las mismas personas que protestan contra la violencia”. -expresó la presidenta del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, Sara Marta Fonseca, quien originalmente convocó desde el día 20 de marzo a una campaña nacional “Por la Liberación de Calixto”.

 

A ésta acción se sumó el Frente de Línea Dura y Boicot Orlando Zapata Tamayo (la expresión “línea dura y boicot” del citado movimiento se refiere únicamente a la actitud de sus miembros para resistir frente al aparato represivo, perseverando en acciones de protesta no violenta), con una vigilia desde el día 21 de marzo. El organizador de dicho Frente, Hugo Damián Prieto Blanco, declaró:

 

“Esta actividad dejó un saldo de 15 opositores detenidos entre el 21 y el 22 de marzo. Algunos fueron conducidos en carros patrulleros y dejados en puntos distantes; de otros no se conoce el paradero, pero asumimos que se encuentran ahora detenidos en alguna estación de policía.”

 

Hugo Damián también relató:

 

“Alejandro Montes de Oca, que es miembro de nuestro Frente, fue detenido cuando intentaba llegar hasta la sede. Esposado por detrás, fue llevado a un monte en las afueras del Parque Lenin. Allí los agentes conocidos como El Gordo Hinojosa y Ernesto, le dieron piñazos y patadas por el pecho, brazos y muslos. Luego le sacaron una pistola para hacerle firmar un papel donde dice que se comprometía a no asistir más a “actividades contrarrevolucionarias” del Frente.

 

“Ese papel me lo mostró la seguridad del Estado, pero lo que realmente ocurrió me lo contó el propio Alejandro, que me llamó por teléfono en cuanto lo soltaron.”- Continúa Hugo: “El 23 de marzo continuó el operativo comandado por el teniente coronel Camilo, alrededor de nuestra sede. Entre 14 oficiales apresaron a Raúl Borges, – de la Agenda para la transición cubana- cuando pretendía acercarse trayéndonos café y alimentos. Mientras estaban deteniendo a Borges, yo le tiré fotos a Camilo y a Volodia -connotados agentes del régimen implicados en acciones violentas contra la disidencia- y Camilo me amenazó gritándome: -Hugo Damián, te voy a pasar por arriba por hacerme fotos. Te voy a volver a encapuchar.”.

 

Hugo Damián refirió también haber sido encapuchado -durante una detención ocurrida el 4 de noviembre del pasado año 2012- desde la autopista del Puente de la Lisa hasta la Estación de Santiago de las Vegas, con intención de hacerle padecer asfixia. “En esa oportunidad – expresó Hugo Damián- me fue rastrillada una pistola, mientras se decían entre Camilo y otro oficial: -Aquí no, que se ensucia el carro. Lo vamos a matar y enterrar en Playa Manteca” .

 

La violencia policial constituye en la actualidad la forma de mantener el control gubernamental. Cuando las autoridades en un país son las responsables de la violencia, las personas afectadas por ella no pueden encontrar amparo en el sistema. Todo lo contrario; con frecuencia, los responsables de actos lesivos contra la humanidad son premiados entre bastidores por el propio sistema. Un ciudadano cubano que inicie una demanda por el uso excesivo de la fuerza no obtendrá una respuesta que actúe como mecanismo de protección contra la violencia. La ideología oficial la justifica.

 

Los hechos narrados por víctimas de la represión contrastan con la imagen de corrección y decencia que el régimen de Raúl Castro pretende dar a través de sus voceros oficiales. La limitación del derecho a difundir información únicamente sirve para mantener el clima de impunidad que rodea a los agentes de la policía política cubana. Para luchar contra la impunidad, es necesario identificar a los agentes implicados. Pero no existe un tribunal en Cuba donde presentar denuncias y llevar a cabo procesos contra oficiales que han cometido abusos y torturas en centros penitenciales, ni en contra de los agentes de la Seguridad del Estado que operan en las calles de Cuba.

 

Presentar como una “injerencia en los asuntos internos de la Isla” cualquier expresión de solidaridad foránea que abogue por el reconocimiento de los derechos del pueblo cubano, es la excusa que esgrime el régimen cubano en los foros internacionales sobre derechos humanos, para mantener el despotismo de su sistema represivo.

 

El sistema político cubano solo ha podido sobrevivir en una sociedad cerrada que soporta un poder monolítico, apuntalado con una serie de excusas ideológicas, donde la simulación de paranoia por parte del Estado cierra la posibilidad al diálogo y pretende justificar la represión interna.

FORBIDDEN VOICES FILM TRAILER

Un homenaje a tres blogueras excepcionales

El 10 de mayo de 2012 se estrenó en Suiza la película "Forbidden Voices". Tras más de dos años de trabajo, su directora, Barbara Miller, logró destacar la relación entre la libertad de información y el poder de la web, mostrando la lucha emprendida por tres valientes blogueras originarias de Irán, Cuba y China, tres países que se encuentran en la lista de “Enemigos de Internet” publicada cada año por Reporteros sin Fronteras.

Radicada en La Habana, Yoani Sánchez (@yoanisanchez) creó su blog Generación Y en abril de 2007, el cual adquirió rápidamente una gran popularidad y fue premiado en 2008 por el diario español El País. El número de visitantes del sitio –la mayoría del extranjero– no ha dejado de crecer. Yoani Sánchez aborda de manera crítica las dificultades económicas y sociales que enfrentan a diario los cubanos. La difusión de sus artículos en Cuba, donde la población se encuentra relegada a un Internet ultracensurado, requiere de creatividad: se hace a través de memorias USB, de CD, etc. Yoani Sánchez padece de lleno la estricta censura del régimen, las campañas de difamación emprendidas por los medios de propaganda del Estado e incluso ha sido víctima de una agresión física. En 2008 Time Magazine la incluyó en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo, al igual que a Zeng Jinyan, en 2007.

Zeng Jinyan(@zenjinyan) es esposa del conocido defensor de los derechos humanos, Hu Jia, famoso por haber denunciado el trato que se da a las víctimas del sida, así como los problemas medioambientales. Desde 2006 esta bloguera y activista china ha relatado su vida, la encarcelación y después la liberación de su marido, a través de su blog o en Twitter, a pesar de la censura y la represión de las autoridades. Cuando su marido fue detenido, Zeng Jinyan fue ubicada bajo arresto domiciliario, junto con su bebé. Aunque los guardias le impedían salir de su casa, Zeng continuó luchando por las libertades fundamentales en el país. A finales de abril de 2012, cuando Chen Guangcheng, el ‘abogado descalzo’, se refugió en la embajada estadounidense, cansada de las condiciones de su arresto domiciliario y de la violencia contra su familia, denunció las presiones ejercidas sobre sus allegados durante el altercado con Estados Unidos y puso en tela de juicio la versión oficial de los acontecimientos.

La bloguera y ciberfeminista iraní Farnaz Seifi fue censurada, amenazada y, al final, se vio obligada al exilio. Actualmente reside en Alemania. Miembro del movimiento we-change.org, que trabaja por la abrogación de las leyes que discriminan a las mujeres, Farnaz y los activistas que defienden los derechos de las mujeres son un ejemplo de que la influencia de la Red tiene un impacto certero en los gobiernos. Creado por una veintena de mujeres, la mayoría de ellas blogueras y periodistas, el sitio Cambio por la Igualdad (enlace en árabe: www.we-change.org) nació en septiembre de 2006 con el fin de difundir una campaña de movilización contra las leyes que discriminan a las mujeres. Este sitio web se ha convertido en una fuente informativa de referencia sobre el derecho de las mujeres en la sociedad iraní. En un país de gobierno fundamentalista, la actividad de estas “ciberfeministas” permitió, por ejemplo, cuestionar un proyecto de ley que facilitaba la poligamia y desarrollar la sociedad civil iraní. Hasta la fecha, cientos de activistas han sido citadas, detenidas y encarceladas.

En estos últimos años se ha confirmado el papel de las redes sociales y de la Web como herramientas de movilización y de difusión de información.

Estas mujeres han demostrado que los nuevos medios de comunicación continúan superando los límites de la censura. Los netciudadanos se encuentran en el corazón de los cambios políticos que afectan al mundo y siguen esforzándose para que el intento de imponer el silencio fracase; no obstante, lo pagan muy caro en los regímenes que no toleran las voces disidentes. "Forbidden Voices" muestra hasta qué punto Internet se ha convertido en una herramienta formidable para combatir la propaganda de los regímenes dictatoriales, pero también los riesgos que corren estas mujeres por su compromiso común a favor de la libertad de expresión en línea.

La película fue producida por Philip Delaquis y Das Kollektiv für, audiovisual Werke GmbH, y distribuida por Filmcoopi.

Portavoz de las Damas de Blanco denuncia que

el régimen militar encarcela a parejas de opositores

y deja desamparados a sus hijos

21 de marzo de 2013

 

La portavoz de las Damas de Blanco, Berta Soler, denunció hoy en Madrid la situación precaria en la que está encarcelada la también Dama de Blanco Sonia Garro y su marido Ramón Muñoz, tras un año en la cárcel sin que se haya celebrada ningún juicio. Soler señaló que el caso de Garro forma parte de “una nueva estrategia” del régimen castrista que busca desactivar la actividad de opositores enviando a la cárcel a parejas promoviendo así el desamparo de sus hijos y que abandonen sus luchas.

 

El caso de Garro no es el primero y al parecer podría no ser el último, de una serie de casos que forman parte de un plan diseñado por la tiranía castrista para sacarse de encima a opositores muy molestos, usando para ello como estrategia la cárcel y la separación familiar. Soler recuerda el caso de la Dama de Blanco Yelena Garcés, de Palma Soriano, que fue encarcelada en septiembre de 2011 junto con su marido, Miguel Rafael Cabrera, acusados por atentado. Durante el tiempo que permanecieron encarcelados su hijo, un bebé de un año, estuvo alejado de sus padres.

 

Tras el caso de Garcés, también fue víctima de la misma estrategia la opositora Sara Martha Fonseca y su marido. A continuación pasaron por la misma situación la pareja Yusmany Alvarez y Yasmín Conyedo, de Villa Clara. Estuvieron presos cinco meses y alejados de su hijo de 4 años. Esta modalidad de detención, en pareja, continuó luego con el caso de Yovnne Malleza y su esposo Ignacio Martínez. Durante el tiempo en que estuvieron en la cárcel, se mantuvieron apartados de su hijo de 14 años. La estrategia castrista continúa ahora con Sonia Garro y Ramón Muñoz, que tienen una hija de 16 años, pero en este caso el encarcelamiento se está prolongando ya por más de un año.

 

“El gobierno cubano hace esto, -dijo hoy Berta Soler en Madrid- te lleva un día a prisión, no te hace juicio y te bota para la calle cuando quiere”. El régimen, prosigue la portavoz de las Damas de Blanco, “hace un juego adrede, mueve la ficha para presionar a la gente para que cojan miedo y cuando los liberen se vayan de la oposición, pero se equivocan”. Soler pidió la liberación inmediata de Sonia Garro, Ramón Muñoz, Calixto Ramón Martínez y de todos los presos políticos que todavía permanecen en las cárceles castristas.

Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería

denuncia brutal golpiza y arresto

La representante de las Damas de Blanco en la provincia de Matanzas, Leticia Ramos Herrería, y otras 6 mujeres de dicha agrupación, fueron arrestadas violentamente en la ciudad de Cárdenas en horas de la mañana del 19 de marzo luego de asistir a misa, para orar por la libertad de todos los presos políticos y para conmemorar el décimo aniversario de la Primavera Negra. Estas mujeres fueron golpeadas, insultadas y detenidas por los oficiales policiales. Cinco de las damas fueron liberadas en horas de la tarde, pero la joven Dama de Blanco Elizabeth Pacheco y Leticia Ramos fueron mantenidas hasta horas de la noche. En este audio, Leticia relata los hechos brutales, los cuales incluyeron golpizas, acusaciones falsas y otras acciones ofensivas por parte de la Seguridad del Estado.

Conferencia Internacional del Trabajo

analizará la situación

de los trabajadores en Cuba

20 de marzo de 2013

 

El monopolio de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, en manos del Gobierno desde 1959), la falta de libertades como el derecho a huelga, la discriminación por motivos políticos y las presiones sobre los cuentapropistas son algunos de los puntos recogidos en el informe sobre Cuba que la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR) presentará a la Conferencia Internacional del Trabajo en junio próximo.

 

La CEACRha tenido en cuenta en su informe los reportes de la Coalición de Sindicatos Independientes de Cuba (CSIC), a la cual el régimen cubano no reconoce, comentarios de la Confederación Sindical Internacional (CSI), la Organización Internacional de Empleadores (OIE), entre otras entidades, y las respuestas del Gobierno cubano.

 

Muchos de los señalamientos está incluidos en informes anteriores sobre Cuba, sin que La Habana haya realizado los cambios en la legislación solicitados por la OIT.

 

En el documento, del cual el Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GIRSC) ha publicado un extracto, la Comisión de Expertos indica que pidió al Gobierno cubano copias de sentencias contra sindicalistas independientes condenados en la Isla. Asimismo, explicaciones sobre la percusión, amenazas de prisión y confiscación de ayuda humanitaria enviada desde el exterior a miembros de organizaciones sindicales opositoras.

El Gobierno respondió —señala la CEACR— negando haber “enjuiciado o sancionado” a sindicalistas “por el ejercicio o la defensa de derechos sindicales”.

 

La Habanadijo que “a todos les fue probada —en un proceso con todas las garantías procesales— su responsabilidad en acciones que se tipifican como delitos directamente dirigidos a lesionar la soberanía de la nación”, entre otros argumentos que suele usar habitualmente el régimen contra los opositores encarcelados.

 

El monopolio de la CTC

 

Otro de los puntos recogidos en el informe de la CEACR es el monopolio sindical de la CTC, entidad que defiende los intereses del Gobierno, principal empleador en Cuba.

 

La Habanarechaza en su respuesta ese señalamiento, afirma que los trabajadores no necesitan “autorización previa de ninguna índole, ni estatal ni empresarial” para constituir organizaciones sindicales; asegura que existen “más de 110 000 organizaciones sindicales de base (…) desde la empresa, sector o rama de actividad hasta las instancias de estructura nacionales”, y dice que “la libertad en el movimiento sindical cubano se expresa en términos de unidad, decidida por los propios trabajadores (…) con absoluta libertad de expresión y de opinión”.

 

No aclara que todas las organizaciones sindicales de Cuba forman parte de la CTC. Por el contrario, afirma que “los trabajadores cubanos tienen el derecho de afiliarse libremente y de constituir organizaciones sindicales, sin necesidad de autorización”.

 

La Comisión de Expertos de la OIT recuerda en este punto “que el pluralismo sindical debe ser posible en todos los casos y que las legislaciones nacionales podrían institucionalizar un monopolio de hecho si se refieren únicamente a una central sindical específica”, como es el caso de la CTC.

 

Los trabajadores deben tener “libertad de constituir, si así lo desean, sindicatos al margen de la estructura establecida y de afiliarse a la organización de su elección”, advierte.

 

Derecho a huelga

 

En otra parte de su informe, la CEACR critica la “falta de reconocimiento del derecho de huelga en la legislación y la prohibición en la práctica de su ejercicio” en Cuba, una crítica constante al régimen de los hermanos Castro.

 

En su respuesta, La Habana afirma que “la legislación vigente no incluye prohibición alguna del derecho de huelga, ni las leyes penales establecen sanción alguna por el ejercicio de tales derechos”.

 

“Si alguna vez los trabajadores cubanos decidieran recurrir a la huelga, nada podría impedirles su ejercicio”, dice el régimen, que se asegura la inexistencia de estos eventos a través de la CTC, las presiones del Partido Comunista y la consideración de “contrarrevolucionarios”, “saboteadores”, etc., a quienes los inician.

 

La Comisión insiste en su informe en que la legislación cubana “debería reconocer expresamente el derecho a huelga”, a efectos de “salvaguardar la seguridad jurídica de los trabajadores que deciden recurrir” a ella.

 

Discriminación y represión por motivos políticos

 

La CEACRreitera también su preocupación por la discriminación de trabajadores “por motivo de opinión política”, y especialmente por el encarcelamiento de periodistas independientes.

 

En su línea habitual, el Gobierno que controla toda la prensa de Cuba e impide la existencia de medios independientes, niega “que existan ciudadanos detenidos y procesados por el ejercicio de sus funciones como periodistas, y señala que las personas a las que se ha estado refiriendo la Comisión de Expertos persiguen destruir el orden constitucional y no tienen vínculo laboral con el sector periodístico (oficial) en el país”.

 

También dice que “no se ha sancionado a nadie como consecuencia del ejercicio de la libertad de expresión y de opinión y que el ejercicio de una profesión no constituye delito por el que se pueda imponer una sanción penal”.

 

Por lo general, el régimen utiliza contra los disidentes y periodistas independientes que quiere enviar a prisión cargos por delitos comunes como “desorden público”, “alteración del orden” o “peligrosidad social predelictiva”.

 

El periodista independiente Calixto Martínez Arias, detenido en septiembre de 2012 y considerado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional, está acusado de “desacato”.

 

Martínez, actualmente en huelga de hambre, fue el periodista que destapó, en el verano del año pasado, la existencia de una epidemia de cólera en el oriente de Cuba. En el informe, la Comisión de Expertos de la OIT señala que “proteger a los individuos, en el marco del empleo y la ocupación contra la discriminación fundada en la opinión política, implica reconocer esta protección en relación con las actividades que expresen o manifiesten oposición a los principios políticos establecidos, aun cuando ciertas doctrinas persigan el logro de cambios fundamentales en las instituciones del Estado”.

 

Pide al Gobierno que informe si existen personas detenidas, procesadas o acusadas de otros cargos que hayan alegado ser periodista” y que tome “las medidas necesarias para garantizar que los periodistas independientes y todos aquellos trabajadores que expresan opiniones políticas contrarias al Gobierno gozan de protección en caso de discriminación por este motivo”.

 

La Comisión recoge además quejas de la Coalición de Sindicatos Independientes de Cuba (CSIC)”sobre discriminación por motivos de religión y opinión política” que afecta a trabajadores y estudiantes universitarios “en el marco de un mercado laboral monopolizado por el Estado”.

 

Advierte que esa discriminación “se instrumenta por medio de expedientes laborales detallados y vitalicios que contienen informaciones políticas y religiosas de los trabajadores y sus familiares”.

 

El Gobierno, que suele expulsar a trabajadores y estudiantes universitarios opositores y cuestiona la “confiabilidad” para determinados puestos de quienes critican la línea oficial, afirma al respecto que “nadie es discriminado por motivo de su opinión política” y que disposiciones constitucionales y legales “prohíben la discriminación, y establecen el derecho a la educación”.

 

Niega que el expediente laboral sea “utilizado con fines discriminatorios” y que contenga “informaciones sobre las inclinaciones políticas y religiosas del trabajador y sus familiares”.

 

Presiones sobre los trabajadores por cuenta propia

 

La CEACRdedica una parte del documento a las presiones sobre los trabajadores por cuenta propia, denunciadas por la CSIC.

 

La Coalición advierte que la inspección del trabajo de los cuentapropistas “es más un mecanismo de control social, de intimidación y de presión que un mecanismo de protección de los trabajadores”, y “no es independiente frente a las presiones políticas” del Partido Comunista, del Gobierno y la CTC.

 

Considera que los inspectores del trabajo “se han convertido en enemigos de los trabajadores independientes, implantando un sistema de multas desproporcionadas que con frecuencia dan lugar a abusos que representan una amenaza para la existencia y la extensión del trabajo independiente”.

 

El Gobierno, que no reconoce la validez de la CSIC como organización de defensa de los trabajadores cubanos, rechaza las críticas, afirma que trabajadores independientes “no están sujetos a este mecanismo de inspección y que los encargados de hacer respetar las disposiciones relativas (…) a las normas sanitarias, de gestión, de transporte, etc., son las estructuras de los gobiernos locales”.

 

Los trabajadores por cuenta propia se quejan con frecuencia de abusos de los inspectores del Gobierno, que incluso piden sobornos a cambio de una evaluación favorable.

 

La Conferencia Internacional del Trabajo, que se celebrará entre el 5 y el 20 de junio en Ginebra, es con frecuencia denominada “el parlamento del trabajo”. Dicta las políticas generales de la OIT, establece y adopta normas internacionales del trabajo y es un foro para la discusión de cuestiones sociales y laborales fundamentales.

Aumenta el número de presos politicos en Cuba

Aumenta el número de presos politicos en Cuba
COMUNICADO DE LISTA DE PRESOS 2013.pdf
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Sonia Garro:

doce meses de cárcel y en un limbo jurídico

Iván García

19 de marzo de 2013

 

Hace un año, mientras se preparaban las pompas oficiales para recibir al papa Benedicto XVI, tropas élites del Ministerio del Interior irrumpían violentamente en casa de la disidente Sonia Garro Alfonso, en el barrio Los Quemados, Marianao, al oeste de La Habana.

 

Fue un operativo espectacular. Todavía algunos vecinos recuerdan lo ocurrido. “Eran tipos vestidos como las fuerzas antimotines de las películas americanas. Usaron balas de gomas. Empleando una violencia exagerada, detuvieron a Sonia y a su esposo Ramón. Se llevaron casi todas de sus pertenencias. Aquello fue tremendo. Los trataron como si fuesen terroristas”, comenta una señora.

 

El camino hacia la disidencia de Sonia Garro está marcado por la pobreza y el racismo. “En mi infancia, los momentos felices se podrían contar con los dedos de una mano. Soy la décima hija de una familia pobre de doce hermanos. Crecí en un barrio marginal y violento. Nunca tuve juguetes el Día de Reyes. Siempre usé ropas gastadas de segunda mano que alguien por caridad le deba a mi madre. Iba a la escuela con zapatos viejos y rotos, pero con una voluntad inmensa, pensando siempre que estudiando y superándome podría cambiar mi suerte”, me contaba Sonia en 2009.

 

Sufrió discriminación racial mientras cursaba sus estudios de técnica de laboratorio. “Yo viví el racismo en carne propia. Recuerdo que un día quise hacer una reclamación en la escuela, y la subdirectora del centro me dijo, ‘ve a donde te dé la gana, quien le va ser caso a una negra’. Cuando me gradué, con diploma de oro, se hizo una actividad en el teatro Astral. El ministro de Salud Pública iba a entregar el pergamino a los más destacados, y se me acercó un funcionario y me indicó que otra persona iba a recibir el título por mí, porque al tener la piel tan oscura, no quedaría bien la foto. ‘No te ofendas, no es por racismo, pero vas a echar a perder la foto’, me dijo. Nunca recogí ese título”, contaba en aquella entrevista que le hice en su casa.

 

Posteriormente fue expulsada del policlínico donde trabajaba por estar casada con un opositor al gobierno de Fidel Castro. Aprendió a coser en una vieja máquina de los años 50, para ganarse la vida y mantener a su hija Elaine.

 

“Y desde el portal de mi casa, mientras cosía, veía prostituirse a niñas de 13 y 14 años. También contemplé varios accidentes de menores que jugaban sin el cuidado de sus padres. De ahí fue que nació la idea de crear un proyecto comunitario, donde los pequeños pudieran divertirse, jugar y confraternizar entre ellos sin peligro”, expresaba Sonia.

 

El 24 de febrero de 2007 Garro creó el primer centro independiente. En su domicilio. Llegó a tener una veintena de muchachos, entre 7 y 15 años. Era gratis. Y no importaba si los padres eran revolucionarios o no. 

 

“La primera regla fue no hablar de política. Yo organizaba actividades de dibujo y corte y costura, y mi esposo, Ramón Alejandro Muñoz, músico, se encargaba de hacer coreografías de baile y les enseñaba a tocar instrumentos musicales. Los fines de semanas hacíamos fiestas y repartíamos libros infantiles y juguetes. Organizaciones no gubernamentales extranjeras nos ayudaban con materiales y medicinas, también embajadas y personas que a título individual, de forma modesta, nos daban lo que podían”, explicaba Sonia mientras me mostraba fotos de las actividades.

 

Después de esa experiencia inicial, Garro fue por más. Abrió otro centro en el barrio marginal de El Palenque, en el propio municipio de  Marianao. Lo que parecía una acción noble dentro la sociedad, que traería más beneficios que problemas, desató un terremoto por parte de la Seguridad del Estado. ”La respuesta del Gobierno a mi labor social fueron tres actos de repudio y un par de golpizas. El último mitin no funcionó, nadie en el barrio asistió. Se fueron con las manos vacías.” 

 

Ha llovido mucho en estos cuatro años. Sus proyectos comunitarios cerraron debido al acoso de los servicios especiales. Sonia Garro se incorporó entonces a las marchas de las Damas de Blanco. Y también a media decena de mujeres aguerridas, que protagonizaban protestas callejeras reclamando respeto por los derechos políticos y exigiendo democracia.

 

Su esposo Ramón no se quedaba atrás. En mayo de 2010, desesperado porque no sabía dónde se encontraba detenida Sonia, se subió a la azotea de la vivienda, todavía a medio construir, y con un machete comenzó a gritar consignas antigubernamentales. La indignación de este habanero fue grabada y subida a YouTube. Recientemente, desde la prisión Combinado del Este escribió una carta pública.

 

Hace 12 meses que el matrimonio se encuentra en la cárcel. Viven un auténtico limbo jurídico. Oficialmente se les acusa de desorden público y tentativa de asesinato. Pero no existe una fecha para el juicio.

 

Yamilé Garro Alfonso es madre de dos hijos pequeños. Era una simple ama de casa, ahora ocupa el lugar de su hermana en las marchas de las Damas de Blanco. Todas las semanas o cada quince días, según las visitas, se echa al hombro pesadas jabas con alimentos y aseos, unas destinadas a la cárcel de mujeres Manto Negro, otras al Combinado del Este. En su cuarto de un solar del barrio San Leopoldo, cuida también a Elaine, la hija de Sonia y Ramón que pronto cumplirá 17 años.

 

La disidencia contestataria y de barricada es fuertemente reprimida por los tipos duros de la Seguridad del Estado. Raúl Castro no quiere que la oposición tome las calles como tribuna pública  para exigir sus demandas. Sabe el General que podría desencadenar un efecto de dominó entre los cubanos de a pie, cansados de vivir con un futuro entre signos de interrogación.

 

La única manera de presionar al régimen para que liberen a Sonia Garro y Ramón Muñoz es con una fuerte campaña internacional. No queda otra.

Nada ha cambiado en la Cuba de Raúl Castro

Carlos Alberto Montaner

17 de marzo de 2013

 

El régimen de Raúl Castro quiere cambiar la percepción general sobre Cuba. Está empeñado en transmitir la imagen de que en la Isla se están produciendo cambios fundamentales, pero no es verdad.

 

Los cubanos tienen más facilidades para hablar por teléfono, o para entrar en los hoteles, restaurantes y tiendas que antes estaban reservados para los turistas. Pueden abrir minúsculas empresas familiares de servicio, o se les permite explotar en régimen de usufructo pequeñas parcelas de tierra para producir alimentos, pero nada de esto es esencial.

 

Esas sólo son minucias encaminadas a aliviar las nefastas consecuencias económicas de un sistema totalmente improductivo en lo material y cruelmente desagradable en el terreno emocional.

 

¿Cuál es la esencia de ésa y de todas las tiranías totalitarias? Evidente: el hecho monstruoso de que una persona, un grupo de mandamases o un partido tomen todas las decisiones básicas, pisoteen la volunta de los individuos, y construyan una falsa realidad a la medida de la imagen prefabricada por ellos de acuerdo con los dogmas de la secta o con el discurso del Jefe.

 

Lo terrible es la ocultación de la realidad y la propagación de la mentira, viles tareas a las que esos regímenes dedican casi toda su energía. A partir de esa burda prestidigitación se produce el resto de las catástrofes: todos mienten para poder sobrevivir, para que no los aplasten.

 

Miente el jefe cuando promete un futuro que sabe que nunca llegará porque su reino está hecho de promesas, no de realidades. Miente el funcionario cuando falsea sus datos para adaptarlos a los planes que le impone la jefatura. Miente el trabajador que debe ejecutar esos proyectos inalcanzables o absurdos. Miente el que aplaude una realidad que no ignora que es falsa, tan falsa como las aldeas Potemkin, puras fachadas de pueblos inexistentes construidos en Rusia para complacer a la Zarina y engañar a los viajeros.

 

He aquí una prueba clarísima de que la dictadura de Raúl Castro es más o menos igual que la de su hermano Fidel.

 

En julio del 2012, Oswaldo Payá y Harold Cepero murieron en un supuesto accidente de automóvil ocurrido en una remota carretera de la región oriental de Cuba. Payá, demócrata de la oposición, premio Sajarov del Parlamento Europeo, era una de las figuras más queridas e internacionalmente respetadas de la disidencia cubana. Cepero era uno de sus más brillantes lugartenientes. Conducía el auto Ángel Carromero, dirigente de la juventud del Partido Popular de Madrid. Junto a él se encontraba Aron Modig, joven sueco vinculado a la Democracia Cristiana de su país. Carromero y Modig habían ido a la Isla a darle su solidaridad a los luchadores cubanos por la libertad.

 

En rigor, no había sido un accidente, sino un incidente. Un coche de la policía política que los venía siguiendo, los embistió por detrás, sacó de la carretera al pequeño vehículo en que viajaban Payá y sus amigos, los lanzó contra un árbol, y los dos cubanos resultaron heridos de muerte, o acaso fueron rematados en el hospital para que nunca contaran lo sucedido, algo que sospechan los familiares de Payá, pero que difícilmente se podrá probar.

 

A partir de ese punto se inició la vil tarea, propia del totalitarismo, de ocultar la realidad. A Modig y a Carromero les dijeron que si contaban la verdad les aplicarían el código penal cubano y serían condenados a muchos años de cárcel por auxiliar a contrarrevolucionarios. A Carromero, además, como era quien conducía el vehículo, lo drogaron durante días para “ablandarlo” hasta que admitiera que manejaba a exceso de velocidad por un camino mal asfaltado, imprudencia que culminó en el accidente que le costó la vida a Payá y a Cepero.

 

La tragicomedia duró hasta que Carromero llegó a España y habló con Rosa María Payá, la hija de Oswaldo, a quien no podía mentirle: no sólo la policía política había generado el incidente (nada de accidente), sino que el régimen, absolutamente intacto en su desprecio por la realidad, había puesto toda su maquinaria al servicio del encubrimiento del delito. Toda: la policía, la justicia, la escandalosa propaganda interior y exterior. Afortunadamente Carromero se lo contó también al diario Washington Post.

 

La conclusión es obvia: nada fundamental ha cambiado en la Cuba de los hermanos Castro. Es el mismo perro, dotado de un collar ligeramente diferente, que sólo sabe un truco y lo repite hasta el infinito: ocultar la realidad y ladrar y morder a quien intente desmentirlo.

 

Periodista y escritor. Su último libro es la novela Otra vez adiós.

 

www.firmaspress.com

 

© Firmas Press

UN Receives UN Watch petition

to investigate Oswaldo Paya's death

Tres escándalos por torpeza

Marlene Azor Hernández

13 de marzo de 2013

 

Tres casos que se producen por la indefensión de los ciudadanos cubanos frente al sistema legal en Cuba, la criminalización de la información y una creciente represión política

 

En los dos últimos meses se han presentado tres escándalos internacionales responsabilidad de la torpeza de los órganos represivos cubanos. Los tres escándalos son el resultado de una política de Estado expresa y errática: los actos de repudio a la bloguera Yoani Sánchez, las declaraciones de Carromero sobre la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero y la reciente declaración de ocho escritoras cubanas contra la violencia de género en Cuba centrándose en el caso del escritor Ángel Santiesteban y olvidando “de paso” la represión contra las Damas de Blanco.

 

Son tres casos que se producen por la indefensión de los ciudadanos cubanos frente al sistema legal en Cuba, la criminalización de la información al margen de los canales oficiales y para oficiales del Estado cubano y una expresa y creciente represión política contra los que disienten del estado de cosas en el país.

 

Que el embajador de Cuba en Brasilia, o que las embajadas cubanas de los países que visita Yoani estén orientando directa o indirectamente la trasnacionalización de los actos de repudio (hubo también una convocatoria, bajo los auspicios de la embajada cubana en México, para los nuevos actos de repudio durante la visita de Yoani Sánchez a este país), habla de los métodos del gobierno cubano para internacionalizar sus métodos de represión internos sin tener en cuenta que el mundo fuera de sus fronteras tiene los más variados canales de información y posibilidades de réplica, algo desconocido en la Isla para la inmensa mayoría de la población cubana “desconectada” de Internet y sometida a la prensa monopólica estatal.

 

Los métodos burdos contra la bloguera disidente han resultado felizmente, en que sea recibida en el Congreso de Brasil y por el canciller de la República Checa en su gira por varios países. Yoani es, gracias al acoso gubernamental cubano, una sólida figura internacional. No creo que esta era la intención de la internacionalización de los actos de repudio. En buen criollo: “el tiro les salió por la culata”.

 

Con relación a las declaraciones de Carromero, me parecen ciertas, en primer lugar por la indefensión ciudadana ante el sistema legal cubano, subordinado si el caso tiene que ver con “lo político” al Ministerio del Interior. Esta es la razón más importante: la discrecionalidad de los aparatos de la seguridad cubana y la subordinación de los tribunales de justicia a sus mandatos es lo que cuestiona la credibilidad de la justicia cuando el caso tiene que ver con “lo político”.

 

En segundo lugar porque hacer esas declaraciones ponen en peligro la vida de Carromero que ya declaró frente a notario que “si algo le pasara en su integridad física no es casual”. En tercer lugar porque la opacidad de los métodos de la seguridad cubana y los arrestos arbitrarios sin presentar causas, la incomunicación de los reos por largos períodos presos arbitrariamente y la lapidación pública contra los disidentes no tiene ninguna contra respuesta posible ni legal ni civil y ocurren todos los días en Cuba. ¿Existen actos de golpizas y violencia contra los disidentes documentados en videos en los lugares de los hechos? Sí. ¿Por qué desconfiar de un actor de primera línea de un evento que siempre hemos conocido con la interferencia de los aparatos represivos del Estado cubano? ¿Por qué desde el primer momento aparece la información de un “lada rojo” en los mensajes de Jens Aron Modig, el sueco durmiente?

 

Si los tribunales de justicia cubanos tuvieran alguna credibilidad para juzgar a los disidentes podríamos tener el derecho de duda sobre las declaraciones de Carromero, pero todas las represiones cotidianas contra los disidentes nos muestran la indefensión y la vulnerabilidad de los ciudadanos cubanos frente a “la legalidad socialista”.

 

Si los políticos españoles no respaldan a su ciudadano no es más que la muestra de un partido en el poder que ha variado radicalmente su postura con relación al gobierno cubano. La diplomacia entre gobiernos se desentiende de sus ciudadanos en Cuba y en España. No porque sea rutina se tiene que banalizar.

 

La declaración de las ocho escritoras cubanas contra la violencia de género me parece loable en su intención de luchar contra la violencia de la mujer, pero me parece un acto de desinformación total parcializar su demanda con el ejemplo concreto del caso del escritor Ángel Santiesteban. Casualmente este caso presenta una gran cantidad de irregularidades judiciales y extrajudiciales y coincide con el mismo tiempo en que el escritor cubano Ángel, comienza a publicar en su blog “Los hijos que nadie quiso” sus posiciones de rebeldía política muy molestas para las autoridades cubanas, precisamente por ser un escritor laureado dentro y fuera de Cuba. Un caso de violencia doméstica presentado en el 2009 y engavetado por improcedente, se reactiva mucho tiempo después a partir de la postura crítica del escritor[1].

 

La rebeldía explícita en Cuba se paga con la cárcel.

 

La falta de información en la Isla, ha producido la desinformación sobre el caso y las escritoras cubanas han parcializado su declaración, difundida en varios blog de comisarios políticos reconocidos, entre ellos el de Enrique Ubieta.

 

Peor ha sido que las escritoras hayan “olvidado” a las Damas de Blanco, y que no las consideren mujeres por su posición política. Esta discriminación y parcialidad hace que una loable intención de luchar contra la violencia de género, se convierta en un panfleto político parcializado y demerite su buena intención inicial. La solidaridad selectiva en el movimiento feminista cubano y su doble rasero para juzgar las injusticias pone al descubierto el déficit de información y la prohibición del estado cubano de que se hable de las Damas de Blanco como mujeres cubanas con derechos a pronunciarse y a manifestar pacíficamente en un país en el que las leyes y el aparato represivo se mezclan en un maridaje turbio, discrecional y arbitrario.

 

¿Pueden las Damas de Blanco presentar una denuncia por maltratos golpizas y arrestos arbitrarios en el sistema legal cubano? ¿Lo pueden hacer los disidentes?

 

Si las feministas cubanas no saben las respuestas a estas preguntas o creen que viven en un Estado de Derecho, entonces “la desconexión” con la realidad es galopante.

 

Y créanme, yo soy una feminista consciente y hace muchísimos años.


The Washington Post:

Estados Unidos no debería ser cómplice del silencio

sobre quién mató a Oswaldo Payá

 

La Administración de Barack Obama debe exigir una investigación sobre la muerte del líder disidente cubano Oswaldo Payá, dijo este miércoles en un editorial el diario estadounidense The Washington Post.

 

El diario publicó recientemente una entrevista con el español Ángel Carromero, el único condenado por el suceso en el que murieron Payá y el activista Harold Cepero, que las autoridades cubanas describieron como “accidente de tránsito”.

 

Carromero, conductor del vehículo en el que viajaban los opositores, fue sentenciado a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente y repatriado en diciembre pasado. Tras callar durante más de seis meses, dijo a The Washington Post que un auto los golpeó por detrás y que las autoridades cubanas lo drogaron y amenazaron para que aceptara firmar una declaración falsa de lo ocurrido.

 

“Los recuerdos de Carromero sugieren que Payá no murió por la conducción temeraria (del español) sino por un intento de silenciarlo —para siempre”, advirtió el diario.

 

Destacó que el pasado miércoles la hija de Payá, Rosa María Payá, presentó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU una declaración, firmada por 46 activistas y líderes políticos del mundo, instando a realizar una investigación internacional e independiente sobre la muerte de su padre.

 

“Las crecientes y creíbles alegaciones de que el Gobierno cubano puede haber sido cómplice en el asesinato de su crítico más prominente, una figura principal en la lucha por los derechos humanos, no puede ser ignorada por la comunidad internacional”, indicó la declaración.

 

El diario señaló además que la presentación de Rosa María Payá fue interrumpida por el representante de La Habana en Ginebra, quien la llamó “mercenaria” y cuestionó su derecho a estar en la sala.

 

“Nelson Mandela fue encerrado en Robben Island. Andrei Sajarov fue exiliado a Gorki. Vaclav Havel fue arrojado a una celda en Praga. Aung San Suu Kyi estuvo repetidamente en prisión domiciliaria. Todas esas valientes voces disidentes fueron acalladas en algún momento por regímenes autoritarios, pero al final encontraron su camino a la libertad. Oswaldo Payá de Cuba nunca tuvo esa oportunidad”, expresa The Washington Post.

 

“Después de la muerte de Payá, la Casa Blanca le rindió tributo diciendo: ‘Continuaremos inspirados por su visión y dedicación a la búsqueda de un futuro mejor para Cuba, y creemos que su ejemplo y liderazgo moral perdurarán’”, señaló el diario. “Cuando activistas prodemocracia fueron arrestados y golpeados en su funeral, la Casa Blanca nuevamente alzó su voz”, añadió.

 

“Pero tras la publicación la semana pasada de la entrevista a Carromero, la Administración no ha dicho una palabra”, criticó. “¿Y si hubieran sido Sajarov, Aung San Suu Kyi, Mandela o Havel los atropellados en la carretera? ¿No hubiera dicho nada?”.

 

“En esta crítica coyuntura, con nueva información en la mano, Estados Unidos no debería ser cómplice del silencio sobre quién mató a Oswaldo Payá”, concluyó el diario.

 

Obama administration should urge

a probe of Oswaldo Payá death

Editorial Board

March 13

 

NELSON MANDELA was locked up on Robben Island. Andrei Sakharov was exiled to Gorky. Vaclav Havel was thrown into a Prague jail cell. Aung San Suu Kyi was repeatedly placed under house arrest. All of these courageous, dissident voices were muffled at some time by authoritarian regimes, but in the end, they found their way back to freedom. Oswaldo Payá of Cuba never got that chance.

 

Mr. Payá, who pioneered the Varela Project, a petition drive in 2002 seeking the guarantee of political freedom in Cuba, was killed in a car wreck July 22, along with a youth activist, Harold Cepero. The driver of the vehicle, Ángel Carromero, a Spaniard, was convicted and imprisoned on charges of vehicular homicide; in December, he was released to Spain. He told us in an interview published on the opposite page last week that the car carrying Mr. Payá was rammed from behind by a vehicle with government license plates. His recollections suggest that Mr. Payá died not from reckless driving but from a purposeful attempt to silence him — forever.

 

On Wednesday, his daughter, Rosa Maria Payá, appeared before the U.N. Human Rights Council in Geneva. Speaking for the group U. N. Watch, Ms. Payá presented an appeal signed by 46 activists and political leaders from around the world, urging the United Nations to launch an international and independent investigation into Mr. Payá’s death. The signatories declared, “Mounting and credible allegations that the Cuban government may have been complicit in the murder of its most prominent critic, a leading figure in the human rights world, cannot go ignored by the international community.”

 

The Varela Project was summarily and arbitrarily crushed by Fidel Castro. Ms. Payá told the council that Cuban authorities imprisoned the majority of its leaders. She said that Yosvani Melcho Rodriguez, 30, has spent three years in prison as punishment for his mother being a member of the movement with Mr. Payá.

 

Ms. Payá was interrupted in Geneva by the Cuban representative, who accused her of being a “mercenary who has dared to come to this room.” His attempt to silence her drew support from China, Russia, Pakistan, Nicaragua and Belarus. The U.S. representative spoke up for her right to address the group. She was then allowed to finish.

 

After Mr. Payá’s death, the White House paid tribute to him, saying, “We continue to be inspired by Payá’s vision and dedication to a better future for Cuba, and believe that his example and moral leadership will endure.” When pro-democracy activists were arrested and beaten at his funeral, the White House again spoke up. But in the past week, since Mr. Carromero’s interview was published, the administration has not uttered a word. What if it had been Sakharov, Aung San Suu Kyi, Mandela or Havel who was run off the road? Would it have said nothing? At this critical juncture, with new information at hand, the United States ought not to be complicit in silence about who killed Oswaldo Payá.

 

Read more on this issue:

 

Ángel Carromero speaks out about the crash that killed Payá

 

The Post’s View: An eyewitness to Oswaldo Payá’s death speaks out

 

Jackson Diehl: The Oswaldo Payá mystery continues

 

Carl Gershman: Who killed Cuban dissident Oswaldo Payá?

Berta Soler,

portavoz de las Damas de Blanco, denuncia en Europa a la tiranía castrista

Berta Soler, portavoz de las Damas de Blanco, denuncia en Madrid

a la tiranía castrista

En la primera etapa madrileña de su gira en Europa, la cubana Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, denunció que la represión contra los activistas de derechos humanos y los opositores al régimen castrista ha aumentado desde la llegada de Raúl Castro al poder. Oiga la entrevista de Radio Francia Internacional.

TDD AMLAT 13-3 / CUBA - DDHH (Berta Soler en Europa)
(03:49)

Cuba: fumata negra

Gina Montaner

4 de marzo de 2013

 

El gobierno cubano pretendió vendérselo al mundo como un gesto aperturista y tal parece que había que agradecerlo. En las últimas semanas han podido viajar al exterior una serie de opositores que en estos momentos recorren distintos países para dar a conocer (por si algún despistado aún no se ha enterado) que en la isla no hay libertades y la oposición democrática sufre un constante acoso.

 

Así es cómo han coincidido en el extranjero la reconocida bloguera Yoani Sánchez, el activista Eliécer Ávila y Rosa María Payá, hija del desaparecido opositor Oswaldo Payá. De los tres, que son jóvenes y defienden la resistencia cívica frente a la dictadura castrista, tenemos noticias de sus comparecencias en actos y con los medios.

 

En el caso de Yoani, cuya fama es mundial gracias a su blog Generación Y, ha sufrido en Brasil actos de repudio organizados por grupos comunistas que apoyan al régimen de La Habana. La consigna es acorralarla con el objeto de desacreditarla. Ávila, que se dio a conocer en La Habana cuando defendió públicamente su derecho a viajar libremente, ha compartido encuentros con Yoani en Praga, donde ambos han sido muy bien recibidos. Y en cuanto a Rosa María, como era de esperar, lo primero que ha hecho a su llegada a España es reunirse en privado con el político español Ángel Carromero para conocer su versión de lo que sucedió el 11 de julio de 2011. Hagamos memoria: su padre y Harold Cepero, otro activista del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) que dirigía Payá, perdieron la vida cuando viajaban por una carretera de Bayamo en un vehículo que conducía Carromero acompañado del democristiano sueco Jans Aron Modig. Las autoridades cubanas encausaron al dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular por conducción temeraria y homicidio imprudente, en un proceso donde los familiares de las víctimas no tuvieron acceso al juicio y las evidencias del siniestro nunca fueron contrastadas por investigadores independientes.

 

Después de pasar meses confinado en unas dependencias de la policía política cubana donde le grabaron un vídeo con un testimonio auto-incriminatorio, Carromero regresó a Madrid, donde ha de cumplir parte de la condena, y en cuanto tuvo oportunidad apuntó a que durante su cautiverio recibió presiones del gobierno cubano. Era cuestión de tiempo antes de que pudiera ofrecerle una explicación a la familia Payá que aclarara las extrañas circunstancias en las que murió el disidente más reconocido de Cuba. Ese momento ha llegado.

 

En una rueda de prensa celebrada en la capital española el pasado jueves, Rosa María Payá ha revelado lo que le relató Carromero y que ya habían denunciado militantes del MCL en Madrid: aquel fatídico día los seguía de cerca un presunto auto de la seguridad del Estado que los embistió por detrás y provocó que el vehículo en el que viajaban con los dos opositores se saliera de la carretera. Luego, según ha declarado Rosa María, Carromero y Modig fueron trasladados a un hospital mientras que Payá y Cepero permanecieron en el lugar del siniestro. Los dos políticos europeos nunca más volvieron a ver a sus anfitriones en la isla. Hoy la hija de Payá exige una investigación internacional para esclarecer los hechos.

 

Ya nada puede hacerse para recuperar a dos hombres valiosos como Payá y Cepero, que pasaron la mayor parte de su existencia sorteando las trampas de un gobierno que finalmente los silenció. Pero era necesario que Rosa María, su madre Ofelia y toda la familia Payá supieran de primera mano qué pudo haber sucedido con su ser querido en aquella desvencijada carretera. En medio del pesar tienen la certeza de que la verdad siempre ha estado de su lado.

 

Frente al cónclave sucesorio del castrismo los testimonios de Yoani, Eliecer y Rosa María son brisa fresca. Otros jóvenes que aún aguardan el permiso de salida como el talentoso fotógrafo y bloguero Orlando Luis Pardo Lazo (@OLPL) divulgan las andanzas de los más afortunados y denuncian los atropellos que sufren los que alzan la voz y no pueden salir. El aire de Cuba es fumata negra.

Más de 500 arrestos políticos en febrero en Cuba

4 de marzo de 2013

 

La cifra es superior en 140 casos a los reportados por la Comisión Cubana de Derechos Humanos para el mes anterior.

 

Más de 500 personas fueron detenidas en Cuba en febrero por motivos políticos, reportó este lunes la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).

 

Al menos 504 personas sufrieron “detenciones arbitrarias” en la isla en febrero, indicó en su informe mensual detallado la ilegal pero tolerada CCDHRN. La cifra es superior en 140 casos a los reportados por la agrupación para el mes anterior.

 

Asimismo, el grupo liderado por el profesor izquierdista Elizardo Sánchez denunció “la muerte evitable” de un detenido en prisión provisional debido a una huelga de hambre.

 

Antonio Ribalta, de 44 años de edad, murió el 16 de febrero tras 38 días en ayuno “reivindicando su inocencia ante una aparentemente falsa acusación policial”, señaló la comisión. No consta que Ribalta haya militado en algún grupo opositor, declaró Sánchez a dpa.

 

En su informe, la agrupación habló también de la muerte de al menos una “veintena de reclusos” en los últimos cinco meses debido a las malas condiciones del régimen penitenciario en Cuba.

 

Otras denuncias

 

La CCDHRN es el principal grupo extraoficial dedicado a la recopilación sistemática de informaciones sobre los derechos humanos dentro de Cuba.

 

El grupo disidente, cuyos informes han sido citados por Amnistía Internacional, reporta desde hace tiempo un aumento de las “detenciones arbitrarias” de corta duración en Cuba.

Dama de Blanco denuncia probable

ataque sexual contra ella

22 de febrero de 2013

Joven cubana victima de hostigamiento de la policía

Cubano en prisión preventiva es asesinado

al negársele asistencia médica

 

Oiga el testimonio de Doraida Junco, madre del preso Roberto Antonio Rivalta Junco quien falleció este 16 de febrero de 2013 en la Prisión Guamajal después de treinta y ocho días en huelga de hambre. Le faltaba un pulmón y tenía otros problemas de salud. Lo tenían en prisión preventiva sin juicio, de acuerdo a su madre,  Doraida Junco.

La Coalición Central Opositora (CCO), coalición de la resistencia interna cubana en el centro de Cuba, denunció en la tarde de este 16 de febrero de 2013 la muerte del preso Roberto Antonio Rivalta Junco, quien inició una huelga de hambre clamando por su inocencia, de acuerdo a Damaris Moya Portieles, presidenta de la CCO. El Mayor Luis Alcántara, director de Cárceles y Prisiones de Villa Clara y quien conocía del caso es el responsable final de la muerte de Rivalta Junco.

 

Roberto Antonio se encontraba enfermo y le faltaba un pulmón, falleció en el hospitalito de Guamajal en el día de hoy. Hasta el día de ayer lo mantuvieron en la prisión preventiva La Pendiente en el kilómetro 2 ½ en Santa Clara, tirado en una celda tapiada sin atención médica y en el día de ayer el médico de dicha prisión lo remitió para el hospital Arnaldo Miliam Castro y no lo trasladaron. En lugar de llevarlo para el hospital Arnaldo Milián lo llevaron para el hospitalito de la cárcel de Guamajal donde no hay ningún tipo de recurso”, denunció Moya Portieles, quien agregó que el hermano de la víctima se encuentra en estos momentos en el hospital donde le están realizando la autopsia y la policía tiene rodeado el lugar.

 

Doraida Junco Agüero, madre del fallecido informó al Directorio Democrático Cubano que su hijo permaneció en la huelga de hambre durante 38 días exigiendo su libertad ya que se encontraba detenido injustamente y sin proceso judicial.

 

Me lo dejaron morir en la prisión. El llevaba treinta y ocho días plantado porque lo estaban acusando de un delito que él no estaba sancionado por ese delito, porque a él no lo han llevado a juicio ni nada. Lo tenían allí bajo prisión preventiva. Y estaba en huelga. A él no le probaron nada, lo tenían en el hospitalito de la prisión de Guamajal y de allí lo mandaron para La Pendiente y de allí me llamaron cuatro personas que lo tenían metido en una celda sin ningún tipo de medicamento. Ayer me llamaron que lo habían remitido al hospital y jamás lo llevaron al hospital, lo volvieron a llevar para el hospitalito de la prisión”, denunció Doraida Junco.

 

Este caso corrobora una vez más el uso sistemático de los tratos crueles, inhumanos y degradantes en las prisiones de Cuba, además de la negación de la atención médica que conlleva la pérdida de vidas humanas.

29 mujeres golpeadas, arrastradas y detenidas por efectivos de la Policía y la Seguridad del Estado

 

A las 29 mujeres detenidas en la madrugada de este jueves en la terminal habanera La Coubre “nos han pateado, nos han golpeado, nos han arrastrado”, denuncia Berta Soler, la líder de las Damas de Blanco.

 

Las mujeres, de varias provincias del interior de Cuba, se habían trasladado en la tarde del miércoles a la terminal tras realizar un homenaje a su fallecida líder, Laura Pollán.

 

El homenaje, al que lograron asistir 50 miembros del grupo, trascurrió bajo un intenso operativo represivo. Una treintena de Damas de Blanco fueron interceptadas cuando intentaban llegar a la sede. Muchas fueron liberadas en lugares lejanos, según informaron disidentes y periodistas independientes.

 

Berta Soler dijo que tras varias horas de espera en la terminal, abarrotada de pasajeros y bajo fuerte vigilancia, decidieron “llamar la atención de forma pacífica”.

 

Fuera, gritamos ‘Queremos transporte para el pueblo’ y 'Laura Pollán vive'”, relató Soler.

 

A las 2:00, trajeron ómnibus con mujeres uniformadas y nos han pateado, nos han golpeado, nos han arrastrado y nos introdujeron violentamente dentro de un autobús”, denunció.

 

La líder de las Damas de Blanco dijo que recibió una llamada telefónica estando dentro del ómnibus. “Cuando fui a cogerlo, vinieron a quitármelo con violencia. Lo sujeté bien y me dieron golpes en la cara contra el cristal”, señaló. “Hubo mucha violencia”, insistió.

 

Soler dijo que antes de ser liberada, el jueves por la tarde, dos oficiales de la Seguridad y “una mujer del PCC” la amenazaron con enviarla a prisión.

 

Me dijeron que si sigo llevando mujeres enfermas, mayores, embarazadas, muchachas” a las actividades que realizan las Damas de Blanco los domingos, “de acuerdo con la gravedad voy a ser procesada”, indicó.

 

No acepté esas amenazas y les dije que procedieran porque mi accionar pacífico va a continuar”, aseguró Soler y consideró que la advertencia se debe a las golpizas que reciben las mujeres durante las acciones represivas del régimen.

 

La líder de las Damas de Blanco, que recientemente recibió su pasaporte y podrá viajar al exterior, afirmó que los oficiales le preguntaron qué piensa declarar cuando salga de Cuba. “Les respondí que lo mismo, lo que pienso y lo que sufrimos todas nosotras”, dijo.

 

Soler señaló que las detenidas de otras provincias fueron enviadas en tren a sus lugares de residencia. Su esposo, el exprisionero político Ángel Moya, arrestado junto a las mujeres en La Coubre, también fue liberado.

 

El mundo entero debe darse cuenta de quién es el presidente de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe) en este momento, un gobierno totalitario, represivo”, dijo Soler. Raúl Castro ocupa la presidencia del organismo desde enero pasado.

 

Si la sangre nuestra es la que tiene que correr, vamos a ponerla. Somos mujeres pacíficas, pero vamos a continuar luchando por la libertad del pueblo de Cuba y ejerciendo nuestros derechos”, concluyó.

 

Además de los golpes a las Damas de Blanco detenidas en la terminal La Coubre en la madrugada del jueves, denunciados por Soler, varias de las interceptadas cuando se dirigían al homenaje a Laura Pollán el miércoles también denunciaron abusos.

 

Recibí golpes en la cabeza, espalda, brazos, estoy mareada”, dijo en su cuenta en Twitter la activista Sara Marta Fonseca, arrestada dos veces en el mismo día.

 

Otra de las interceptadas, Rosario Morales la Rosa, fue “amenazada de muerte con pistola rastrillada en su cabeza por dos policías”, dijo en la misma red social el exprisionero político Iván Hernández Carrillo.

El “crimen” de mendigar en la calle Obispo

Isbel Díaz Torres

9 de febrero de 2013

 

Eugenio Martínez González es ciego, y acostumbra a mendigar en la capitalina, cara, y elitista calle Obispo de la Habana Vieja. La mendicidad no aparece en la lista de actividades por cuenta propia autorizadas por el Estado cubano, por lo que siempre es asediado por la policía.

 

“¡No te quiero en Obispo!” le dice una agente del orden. “Te puedes quejar si quieres, pero aquí mando yo”, continúa quien se llama a sí misma “Jefa del Destacamento 2 de la calle Obispo”, y lleva la placa número 04548.

 

Eugenio tiene apenas 43 años, pero su condición física le impide trabajar, y por eso pide dinero en la calle. Es evidente que los mecanismos de Seguridad y Asistencia Social no abarcan a todas las personas necesitadas en la isla.

 

“No, no tengo nada. No me quieren jubilar. Para jubilarme tengo que trabajar un año en un empleo, y no me quieren emplear porque con el lío ese del ordenamiento laboral no hay empleo para mí” explica el hombre.

 

“Al año puedo presentar un certificado médico. Seis meses para trabajar y seis meses para la comisión esa para jubilarme al año”, se enreda Eugenio intentando ser más explícito.

 

“Ella está en la esquina, multando a los vendedores de celulares. ¿Me dices cuál es el número de su placa?” No sé cómo lo sabe, pero en efecto, la policía está dos cuadras más allá, pidiéndoles el carné de identidad a otros dos individuos.

 

Detalle interesante: tanto el mendigo, como los dos hombres de la esquina, como la agente de la policía, son de tez oscura. Ello me hace pensar que aquí el racismo que se expresa es institucional más que exclusivamente personal.

 

Ya Eugenio sabe los dígitos que identifican a la joven negra policía. Los repite para memorizarlos.

 

Es difícil saber con exactitud qué hará con ese dato, hasta dónde está dispuesto a reclamar sus derechos. Sermonearlo sobre las posibilidades que ha creado la Revolución para los discapacitados físicos y mentales no parece apropiado… al fin y al cabo se trata de su vida, y ha hecho con ella lo mejor que ha podido.

 

El espectáculo de los agentes policiales cubanos abusando de las personas menos privilegiadas de la sociedad, muchas veces hasta robándoles, se repite una y otra vez en las calles de la capital.

 

Las camaritas de vigilancia que pululan por las esquinas de La Habana no parecen servir de mucho, más que para intimidar a la ciudadanía. En algunos videos que se pasan de flash en flash pueden hasta verse golpizas de uniformados a civiles, incluso ya esposados.

 

Otras veces he visto cómo cargan en el maletero de las patrullas los productos que alguien vende sin licencia. Dejan ir al hombre o mujer, sin ponerle multa ni retener su carné de identidad. ¿A dónde irán esos productos? No hay que tener una imaginación demasiado despierta.

 

El nivel de desprotección, de violación de la integridad de los individuos, es vergonzante, pero parece que denunciar estas cosas es “hacerle el juego al enemigo”. ¿A nadie se le ocurre pensar que quien hace el juego al enemigo es la policía corrupta?

 

En fin, este caso de la calle Obispo me hace recordar el de mi colega Daisy hace poco. Espero que los agentes que leen esto acá hagan algo con la “criminalidad” en esa callecita de La Habana Vieja.

Este gobierno se preocupa por la gente (II)

Yusimí Rodríguez

12 de febrero de 2013

 

En la mañana del 3 de febrero, mientras se realizaba el proceso electoral en mi país, casi un mes después de haber publicado en el sitio Este gobierno se preocupa por la gente, caminaba por la calle Obispo de La Habana Vieja con dos amigos, y vimos a un policía ayudar a un hombre al que le faltaba una pierna, a sentarse en su silla de ruedas, de la que parecía haber caído, y alcanzarle la muleta que había soltado.

 

Esa fue mi primera impresión, o lo que quise creer a primera vista. Un minuto me bastó para percatarme de que el hombre batallaba con su cuerpo herrumbroso y raquítico para soltarse del policía joven y fuerte. Una imagen patética.

 

El hombre era como un muñeco de trapo contra el policía; así de desvalido debía sentirse cuando empezó a vomitar ofensas contra el gobierno.

 

El policía llamó entonces a una patrulla por el walkie talkie, para que vinieran a recoger a un ciudadano que lo estaba sacando de quicio con su falta de respeto. Nos alegramos de que no se atreviera a golpearlo: habríamos tenido que intervenir. Ya resultaba bastante vergonzoso ver a aquel inválido en su silla de ruedas, indefenso ante el poder, sin hacer nada.

 

No puedo mostrar fotos del suceso, porque no llevaba mi cámara fotográfica. De haberla tenido, tampoco creo que se me habría ocurrido apuntar con ella al policía.

 

Mis amigos y yo nos preguntamos qué podía haber hecho aquel hombre frágil, con su única pierna flaca, y sus ropas gastadas casi colgándole del cuerpo, para que fuera necesario llevárselo en una patrulla.

 

Si se llevaran preso cuanto loco grita contra el gobierno, en la calle o en el transporte público, no habría espacio en las prisiones.

 

Además, el hombre sólo empezó a ofender al gobierno cuando el policía se lo llevaba, sin que pudiera evitarlo.

 

Lo he visto antes en la misma calle, en su silla de ruedas, en silencio. Tal vez, por aquello de que quien merece no pide. Su aspecto hace que las palabras sobren. ¿Qué daño puede hacer ese infeliz?

 

Dejar la cara fea de la realidad cubana al descubierto, sin maquillaje. Detrás de los carteles que anuncian que “somos felices aquí” y las consignas triunfalistas, de las elecciones a las que una inmensa mayoría del pueblo acude, no a elegir, sino a dar su apoyo a la Revolución (so pena de señalarse), hay cubanos que no pueden ni soltar la gandinga por un salario miserable. No tienen más remedio que mendigar.

 

Mientras me alejaba con mis amigos, recordé la entrevista a Rosa Esther y su seguridad al decirme que este gobierno se preocupa por la gente, su agradecimiento porque Eusebio Leal le ha dicho que no tiene que pagar impuestos por dejarse fotografiar.

 

¿Cuál es la diferencia entre Rosa Esther y este señor al que le falta una pierna? ¿Será necesario perder ambas para poder vivir gracias a lo que te de la gente, sin tener problemas?

 

¿O la diferencia será que Rosa Esther usa ropas atractivas, habla bien del gobierno y se siente orgullosa de su apellido Castro, mientras que este hombre no hace nada por ocultar su miseria, y si lo joden mucho se defeca en el gobierno?

 

No sé si exista algún país sin mendigos; sin mutilados de guerra o de nacimiento; o por la fatalidad. Pero acá, el discurso del poder no se adapta a la realidad; más bien, la realidad tiene que adaptarse a su discurso. Según ese discurso, en Cuba nadie necesita mendigar.

 

Pero todo esto era rabia por mi propia impotencia y especulaciones. Nada me aseguraba que se hubieran llevado al hombre por mendigar, hasta el miércoles, cuando regresé a la calle Obispo y volví a ver al hombre en su silla de ruedas, empujado por un amigo que no quiso salir en la foto.

 

Creo que llevaba las mismas ropas del domingo; pude notar que tiene cierta dificultad al hablar. Fue su amigo quien me explicó que tienen prohibido mendigar y por eso se lo habían llevado el domingo. Pero ahí estaba otra vez, en su silla, en la pelea.

Escritor exiliado

donará importe de ventas a Ángel Santiesteban

8 de febrero de 2013

 

El narrador cubano Daniel Morales, exiliado en Estados Unidos desde 1993, anunció desde Miami que donará el importe de las ventas de su novela La Casa del Sol Naciente, que se presenta este viernes en La Otra Esquina de las Palabras (Café Demetrio: 300 Alhambra Circle, Coral Gables), al escritor disidente Ángel Santiesteban, perseguido en Cuba.

 

Santiesteban, Premio Casa de las Américas y considerado uno de los narradores cubanos más sobresalientes de su generación, fue condenado recientemente a cinco años de cárcel en la Isla, en el marco de un proceso plagado de irregularidades.

 

En Cuba, el poder judicial no existe salvo como apéndice del régimen de los hermanos Castro, que determina y guía su funcionamiento.

 

Desde La Habana, en declaraciones ofrecidas a Neo Club Press, Santiesteban subrayó a principios de esta semana la injusticia que supone la pena de cárcel, pues “no se puede condenar a nadie sin prueba alguna, y menos violando la legislación vigente, mintiendo y rechazando toda gestión de justicia”.

 

El proceso por presuntos delitos comunes comenzó después de que “me asqueara de seguir llevando una careta y abriera el blog independiente Los hijos que nadie quiso”, ha declarado Santiesteban.

 

Con su gesto de hoy, Daniel Morales pretende contribuir modestamente con los gastos del narrador acosado en Cuba, “en estos momentos tan difíciles para él”.

 

 

 

Más asaltos a viviendas de opositores

4 de febrero de 2013

Un nuevo juicio para Ángel Santiesteban

Lilianne Ruíz

 

Siempre me acuerdo de Edipo: Soy un juguete en manos del destino. Quizá la vida de Ángel Santiesteban, destacado escritor cubano y bloguero opositor, también esté signada por este concepto. Pero, hay que tener en cuenta el estilo kafkiano de las sociedades totalitarias, donde fatum es una metáfora del Estado.

 

Hacer la apología que usualmente hacen los amigos restaría objetividad a este artículo, y no sería tomado en cuenta por los lectores. Lo que sí voy a tratar de demostrar es que en su juicio se evidencian procedimientos arbitrarios que traen como consecuencia una condena extremadamente severa para un delito que no fue suficientemente probado.

 

El pasado 15 de enero el Tribunal Supremo denegó la apelación del abogado de Santiesteban; sin responder a las dudas que sí dieron lugar a que se interpusiera el Recurso de Casación según las causales previstas por la ley actual cubana, que no fueron reconocidas en el último fallo del Tribunal Supremo.

 

Hay que recordar que es la madre del hijo varón del escritor quién inició la demanda por “violación de domicilio” y “lesiones”. Pero ella modificó su declaración cuatro veces, y si no pudo perjudicarlo más fue porque su testigo principal “luego de haber declarado en sede policial, accedió a realizar un video casero, que obra en el expediente, donde alegaba que mintió por orientaciones de la demandante, que le hizo promesas de beneficios personales”, tal como consta en el documento de apelación.

 

Los testigos de la defensa fueron desestimados por la Sala, a pesar de que “después de haber sido apercibidos de decir la verdad y de la responsabilidad penal en caso de faltar a ella”, acreditaron que “el día de los hechos, 28 de julio de 2009, en el horario en que éstos se imputan, Santiesteban se hallaba en un lugar diferente y distante del domicilio de la denunciante”.

 

El hijo menor de Santiesteban declaró que su papá no estaba en su casa el día en que supuestamente ocurrieron los hechos. Pero eso no desmiente, más bien corrobora, la declaración de las dos personas que dan fe de que el 28 de julio de 2009, entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde, Santiesteban estaba con ellos, así que no pudo haber cometido el delito que se le imputa, o no puede probársele; como también es cierto que no se hallaba en su casa junto al hijo.

 

Yahima Lahera, maestra y directora de la escuela primaria del hijo de Ángel Santiesteban, testificó que el niño le confesó que su madre le obligaba a hacer manifestaciones que denigraran al padre.

 

Según el abogado de la defensa, Lic. Miguel Iturria Medina, no se hizo un adecuado uso del Código Penal, debido a que se dispuso una sanción en torno al delito “violación de domicilio” que excede en un año el límite máximo previsto por dicho Código. Y en cuanto al delito de “lesiones”, le fue aplicada la máxima sanción sin haberse probado la relación causa efecto, y, una vez más, sin quedar suficientemente demostrada la presencia del acusado en el lugar de los hechos.

 

El abogado de Santiesteban también declaró: “Estimamos que la sala de instancia ha desestimado todo cuanto representó elementos de descargo y acogió, en contra del acusado, cuanto particular le perjudicó, para arribar a un fallo extremo que lo deja en estado de indefensión”

 

Sirvan estas palabras para hacer un llamado a la opinión pública internacional pidiendo que, tal como consta en la Apelación, Ángel Santiesteban tenga derecho a que sean escuchados los errores y oscuridades que su abogado ha descubierto, y por lo que se ha solicitado la nulidad de la sentencia para la celebración futura de otro proceso más objetivo.

 

Ángel Santiesteban ha sido merecedor de varios reconocimientos nacionales e internacionales tales como la Mención al Premio Juan Rulfo del año 1989, premio UNEAC en 1995, Premio Cesar Galeano en 1999, Premio Alejo Carpentier en 2001 y Premio Casa de las Américas en 2006. Es también el autor del blog Los hijos que nadie quiso.

 

 

Acoso Sexual

Aleaga Pesant

 

Llevaba cinco meses en su destino, un país de Suramérica, cuando fue regresada a la Isla sin motivo aparente. Un par de meses antes, en una visita a la ciudad principal del territorio, donde estaba la dirección de los colaboradores, una colega y compatriota le comentó el interés sexual del jefe cubano por ella.

 

Sus escrúpulos sobre el tema los había perdido en otra misión anterior, en África, donde tuvo un affaire con un jefe nativo. Pero el nuevo pretendiente tenía esposa en Sancti Spíritus y una amante entre sus subordinadas, a la que acomodó en lo posible. Era grosero, vulgar y alardeaba de sus relaciones extramaritales.

 

En su opinión, la decisión de no complacer al jefe pretendiente ocasionó la cancelación de su trabajo en el país y que la enviaran de regreso a Cuba. Argumenta que es muy probable que no le permitan salir nuevamente en misión internacionalista.

 

La historia es completamente real. Solo se omiten los datos personales, por el temor a nuevas represalias de esta médico, de treinta y siete años. Es una de las tantas historias de acoso sexual que sufren las indefensas profesionales cubanas, durante sus “misiones internacionalistas”, de mano de varones déspotas y corruptos, cubanos y del país receptor.

 

Estas profesionales participan en número superior a las veinte mil, en las llamadas misiones de colaboración médica en diferentes países. Se enfrentan al despotismo de jefes autoritarios y oportunistas, más la soledad en lugares apartados, con cultura e idiomas diferentes, y a la añoranza de la familia y la depredación sexual de los macho-comunistas.

 

La mayoría de estas mujeres, médicos y enfermeras, prefiere no hablar del tema del acoso sexual. Saben que las represalias personales y profesionales caerán sobre ellas y perderán el objetivo por el que se sacrifican: traer algo de “pacotilla” para su hogar, donde muchas además son jefe de familia, en ausencia del padre.  

 

La historia no es nueva; la separación y debilitamiento de las familias ha sido siempre práctica del sistema comunista. El envío de cientos de jóvenes cubanas a Angola, en el Contingente Pedagógico Ernesto Guevara, a finales de los setenta, fue una manera de llevar sexo al coronelato militar que estaba en combate. De ahí que las jóvenes fueran conocidas entre la tropa de jóvenes militares despechados de amor juvenil como las “cobra”.

 

Las “cobra” fueron sustituidas, a principios de la década de los ochenta, por las “artilleras”. Un regimiento de artillería antiaérea compuesto específicamente por mujeres. Este regimiento tenía sus bases muy cerca de Luanda, donde se encontraba el comando militar de las tropas cubanas. Las historias de acoso y violencia sexual sobre esas mujeres aun no son contadas. Pero existen videos donde se ve a generales cubanos escogiendo jóvenes para la noche.

 

En este país de simulaciones y miedos, contar ese tipo de historias puede perjudicar más a la víctima que al victimario.

 

aleagapesant@yahoo.es

Vivimos en un Estado sin derechos

Entrevista al escritor Ángel Santiesteban,

condenado a cinco años de prisión

por el régimen cubano

Félix Luis Viera

4 de febrero de 2013

 

El escritor cubano Ángel Santiesteban, uno de los narradores más sobresalientes de la literatura de la Isla en los últimos tiempos, ha sido condenado a cinco años de prisión. Su delito: “violación de domicilio y lesiones”. Sin embargo, el propio sentenciado ha afirmado que “No me sancionó el tribunal: me condenó la Seguridad del Estado por abrir un blog y ser opositor al Gobierno”.

 

A Ángel Santiesteban lo han enjuiciado por delitos del orden de “violación de domicilio y lesiones”. Sin embargo, a quienes lo golpearon brutalmente a él, a quienes lo encerraron en una celda durante varios días, donde aquellos lo humillaron de gestos y palabras, no los habrán de juzgar, aunque convivan bajo el mismo Código Penal.

 

CUBAENCUENTRO entrevistó al escritor cubano, a punto de entrar en prisión.

 

Todo parece indicar que en los próximos días irás a la cárcel para cumplir los cinco años de condena, ¿como te sientes?

 

Ángel Santiesteban (AS): Me siento triste, pero ya me sentía desde antes por el encarcelamiento de Sonia y Calixto, entre otros; pero antes que ellos hubo otros que también cumplieron cárcel injustamente, entre ellos el poeta Raúl Rivero. Estoy triste desde que nací, desde que mi madre me enseñó que el comunismo era el símbolo de la miseria humana y que vivía en dictadura. Desde que vi partir a mis hermanas biológicas y mis hermanos escritores hacia otros lares en busca de libertad y mejor porvenir.

 

A pesar de todo me siento fuerte, y una extraña felicidad me embargo porque siento que un Gobierno que encierra a sus opositores es porque es débil, que su estancia en el poder cada vez es más corta, el tiempo se les acaba. Y eso me hace ser muy feliz. Y es lo que importa.

 

¿Sigues afirmando que eres inocente?

 

(AS): Totalmente. Pero más que mi afirmación, habla por mí las pruebas presentadas por mi defensa, donde descubre los irrespetuosos manejos de la ley en mi contra, donde le quita el velo a la mentira. Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. En Cuba es al revés, entonces ya demostré que soy inocente, y ni eso es suficiente.

 

¿Consideras que tu sanción es una venganza del régimen por lo que has venido escribiendo en tu blog Los hijos que nadie quiso?

 

(AS): Comencé a escribir el blog a una edad madura, por lo tanto, mis sentimientos y obrar ya estaban probados. Sólo a unos meses de abrir el blog y comenzar la crítica contra el sistema, se ha destapado sobre mí un monstruo desconocido. Es demasiada casualidad. No creo que haya que ser muy inteligente para comprenderlo.

 

¿Temes que haya represalias contra tu familia mientras estés preso?

 

(AS): Mi familia biológica está en Miami. De todas formas, en Cuba todos padecemos represalias, desde el punto de vista que no puedes defender tus derechos. Los cubanos están acostumbrados a callar lo que piensan porque entonces pueden ser amenazados, juzgados y abusados.

 

¿Deseas decirle algo a la opinión pública internacional?

 

(AS): Que a pesar de la crisis económica que padece el mundo, que por favor, detengan un minuto su mirada sobre nuestro archipiélago. ¿Hasta cuándo tenemos que padecer tanta injusticia? En Cuba existe mucho miedo a disentir, oponerse al Estado; pero la ayuda internacional puede despertar la valentía y orgullo que todos los seres humanos guardamos en el pecho. Les puedo asegurar que pocas veces en la historia se ha dado una dictadura tan represiva, apenas nos permiten levantar la mirada, nos vigilan constantemente y solo con un movimiento que no les amerite confianza ya está rodeado y padeciendo el terrible acoso de la Seguridad del Estado. Puedo asegurarles que los hermanos Castro no violan nuestros derechos, puesto que no los tenemos. Vivimos en un Estado sin derechos.

Asaltos a viviendas de opositores

4 de febrero de 2013

El director para las Américas de Human Right Watch, José Miguel Vivanco, declaró que en el último año aumentó la represión contra los disidentes en Cuba

Human Right Watch

World Report 2013

http://www.hrw.org/world-report/2013/

Carta abierta a Barack Obama

 

En una carta abierta, varias decenas de disidentes cubanos le recomiendan a Barack Obama prohibir el pluripartidismo, reprimir a la oposición y eliminar libertades. Así tendrá “legitimidad para conversar con el régimen cubano a niveles iguales”, dicen.

 

La ironía mostrada por los autores de esta carta denota el nivel de frustración y desesperación que tiene una buena parte del pueblo cubano, al ver cómo la mayoría de los países occidentales guarda silencio cómplice ante las violaciones a los derechos humanos que sufre Cuba desde hace más de medio siglo. La gotica de agua que desbordó el vaso fue la elección del asesino en serie Raúl Castro como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el cual tuvo el cinismo de recordarle a CELAC: “Nuestras leyes permiten la pena de muerte, está suspendida, pero ahí está, de reserva”.

 

¿Cómo se hubiese sentido el pueblo chileno si al dictador Pinochet se le hubiese dado un trato similar? Y eso que comparado con los hermanos Castro, el asesino Pinochet fue la Madre Teresa.

Cambios que debería hacer Estados Unidos para hablar con Raúl Castro en igualdad de condiciones.
En una carta abierta, varias decenas de disidentes cubanos le recomiendan a Barack Obama prohibir el pluripartidismo, reprimir a la oposición y eliminar libertades. Así tendrá “legitimidad para conversar con el régimen cubano a niveles iguales”, dicen.
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Cómo se produjo el secuestro del director

del Colegio de Pedagogos Independientes de Cuba

Acto de repudio en Contramaestre, Cuba

Denuncia CCDHRN Elizardo Sánchez Diciembre de 2012
26 de diciembre de 2012. Las excarcelaciones de 2010-2011 no fueron el punto final: en Cuba ya hay otros 80 presos políticos con sentencia firme. Entrevista al portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, CCDHRN, Elizardo Sánchez.
Denuncia CCDHRN Elizardo Sánchez Dic 201
Archivo de audio MP3 1.0 MB

Derechos Humanos:

Más de 6.000 detenciones

y un nuevo presidio político en el 2012

Rolando Cartaya/martinoticias.com

 

26 de diciembre de 2012

 

Las excarcelaciones de 2010-2011 no fueron el punto final: en Cuba ya hay otros 80 presos políticos con sentencia firme. Entrevista al portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez.

 

​​Desde su creación en 1987 la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, CCDHRN, ha cimentado, aun desde su oficial ilegalidad, un sólido prestigio internacional como la fuente interna más acuciosa, sistemática y objetiva sobre el día a día de los derechos humanos en la isla. Su labor ha sido laureada con la Orden de Derechos Humanos de la República Francesa, el premio internacional de Humans Rights Watch y el de Libertad de Expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa, entre otras distinciones.

A fin de esbozar la trayectoria de los derechos humanos en Cuba en el año que termina, martinoticias entrevistó por vía telefónica al fundador y portavoz de la CCDHRN, el ex profesor universitario y ex preso político Elizardo Sánchez Santacruz.


EL TRIPLE DE DETENCIONES


MN: Prácticamente todos los días que han transcurrido del 2012 nos hemos enterado, en gran parte gracias a su organización, de que algún opositor pacífico fue detenido en la isla.


ES: Nuestra Comisión intenta ofrecer información estadística que, aunque no refleja toda la realidad en materia de represión política y de represión contra toda la sociedad, nos parece un indicador útil.


En lo que va de 2012, las detenciones políticamente motivadas pasan de 6.000 en todo el país, y aunque todavía no tenemos los cómputos de diciembre, esta cifra ya supera los cerca de 4.000 en 2011, y triplica los alrededor de 2.000 en 2010. No hay ninguna señal de que esta tendencia al incremento de las detenciones se vaya a revertir a corto plazo.

Además de la represión contra los opositores activos, nos preocupa la represión contra diversos sectores de la sociedad, gente que intenta trabajar fuera de la tutela explotadora del Estado, o vivir con independencia de sus directivas políticas o administrativas, y que por ello son objeto de represión o exclusión. En el caso de la juventud, ser joven en Cuba ya es motivo de sospecha para la policía. Esta represión social se manifiesta prácticamente en cada uno de los municipios de la república.

ARRESTOS MASIVOS PARA RECIBIR AL PAPA

 

MN: Estas detenciones tomaron un cariz masivo antes de que llegara a Cuba el Papa Benedicto XVI.


ES: La visita papal avivó las esperanzas y propició que muchos cubanos se decidieran a manifestar sus deseos de disponer de mayores espacios de libertad y bienestar. El régimen respondió redoblando la represión. En el mes de marzo, en los días precedentes a la visita del Papa, se registró la mayor cantidad de arrestos en un mes de todo el año, con 1.158 detenciones confirmadas.

El promedio mensual durante el año ronda los 550 arrestos. Esto abarca a todo el país, en medio de un clima general de descontento, que incluye explosiones articuladas del mismo. Los focos de mayor represión han sido las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo, Villa Clara, Matanzas, Ciudad de La Habana y Pinar del Río.

Pero casi desde cada municipio del país se reciben reportes de represión política, porque la policía política está presente hoy como nunca en la historia de Cuba, hasta en los poblados más pequeños de la geografía nacional. Eso no ocurrió ni siquiera en la época del dominio colonial o la de los regímenes dictatoriales o autoritarios de la primera mitad del siglo XX.

REPUNTA CIFRA DE PRESOS POLÍTICOS


--En general se trata de detenciones breves, pues sin duda hay un cambio de táctica en el diseño represivo, que ya no consiste como antes en dictar largas condenas a prisión y mantener miles de presos políticos. En 2010 y 2011 fueron liberados 138 presos políticos de largas condenas.

Sin embargo, aunque el informe parcial lo presentaremos en enero, puedo adelantarte que en los últimos seis u ocho meses el número de presos por motivos políticos, ya condenados, también ha subido, a unos 80. Con las excarcelaciones negociadas de 2010-2011 la cifra había bajado a 40, y ahora son el doble de esa cifra.

 

Elizardo Sánchez, sobre arrestos y repunte de presos políticos en 2012

http://www.martinoticias.com/flashaudio.html


Paralelamente, ha vuelto a aumentar también el número de presos comunes. El gobierno indultó de un golpe a principios de este año a unos 10.000, para poder dar una cifra presentable, según ellos, de  57.300 presos comunes. Nosotros rechazamos esa cifra: según nuestras estimaciones los reclusos comunes son actualmente entre 65.000 y 70.000.

DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS/ ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES

MN: El gobierno cubano firmó en 2008, pero no ha ratificado, los Pactos de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, que comprometen a los gobiernos firmantes a trabajar para garantizar esos derechos a sus ciudadanos ¿Qué ha hecho el gobierno de Cuba por asegurar esos derechos en 2012?


ES: En la esfera de los derechos civiles y políticos el gobierno ha introducido ciertos cambios que, como la llamada reforma migratoria, son de poco calado, dejan en pie siempre una esencia de exclusión y discriminación, justamente por motivos políticos, y sólo buscan un efecto mediático favorable a su imagen. Pero aquí no ha ocurrido ningún cambio fundamental ni en el orden político ni en el jurídico. Es más, a mi juicio la situación de esos derechos ha empeorado, como también la de los derechos económicos, sociales y culturales, algo que es palpable en el alto nivel de descontento y desesperanza entre la población.

Me gustaría pronosticar que van a mejorar, pero por ejemplo, en el aspecto de los derechos sociales --uno de los fundamentos de la propaganda del régimen-- se advierte con claridad que los cubanos más pobres cada día enfrentan más dificultades, y que cada vez son más los pobres, aquellos ciudadanos a quienes se podría describir como menesterosos.

El gobierno tiene otras prioridades, necesita costear un enorme aparato represivo y de propaganda y una gran burocracia que no producen nada, de modo que cualquier recorte se hace a costa de la gente más pobre y vulnerable, como está sucediendo con los beneficiarios de la seguridad social.

LIBERTADES DE EXPRESIÓN Y DE RECIBIR Y DIFUNDIR INFORMACIÓN

MN: Se dice que el  derecho a expresarse y a investigar, recibir y difundir información, consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal, es la garantía de todos los demás derechos, porque permite dar a conocer sus violaciones. ¿Hubo en Cuba avances o retrocesos en estos derechos en 2012?


ES: La situación de las libertades de expresión e información en Cuba es visiblemente la peor de toda América Latina, mucho peor que en Venezuela, Nicaragua, Ecuador o Bolivia, donde hay gobiernos que son aliados de los hermanos Castro, pero que  mantienen espacios mínimos para que la gente se manifieste, que son --aunque limitadamente-- sociedades abiertas, incluso al escrutinio internacional. Pero lo de Cuba no tiene nombre, es raro el mes en que no recibimos denuncias de amenazas, acoso o represión contra periodistas, reporteros, blogueros, personas que se expresan escribiendo.

El caso de Calixto Martínez, reportero de la agencia Hablemos Press, actualmente encarcelado y en espera de juicio, ha sido el más notorio este año, pero todos los que trabajan de manera independiente en ese sector están expuestos a detenciones, amenazas, formas diversas de hostigamiento. Y no sólo ellos: cualquier ciudadano que exprese abiertamente una opinión diferente a la del discurso oficial, inmediatamente desata sobre sí la represión.

Igualmente persiste –es el único caso en el hemisferio—la negativa a la población para acceder a Internet.  De modo que no podemos hablar de una opinión pública nacional, porque no puede definirse como tal una opinión que no esté bien informada. En Cuba no hay prensa, sino aparatos de propaganda, mientras que los esfuerzos independientes por manifestarse e informar, como los de los blogueros, son vistos por el gobierno como una actitud delictiva que debe ser sistemáticamente reprimida.

Esto abarca también el campo del arte y la cultura, donde sigue rigiendo el principio establecido por Fidel Castro –calcado de Mussolini--  de que toda creación, para ser aceptable, debe enmarcarse dentro de la revolución.  Es una regla que sigue vigente, y constituye un obstáculo prácticamente insalvable para artistas y escritores.

PROCESO “INDEBIDO”

MN: Pese al cambio de táctica en favor de las detenciones breves, es obvio que cuando la Seguridad del Estado no consigue impedir las actividades de un opositor pacífico mediante advertencias, citaciones, amenazas o detenciones breves, busca sentenciarlo en los tribunales.


ES: El objetivo es sacarlos de circulación. En ese sentido ha sido notable este año la represión contra la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, que lidera en la provincia Santiago de Cuba José Daniel Ferrer García. Es una organización que se ha enraizado bastante en el Oriente del país, y a todas luces el gobierno se ha propuesto neutralizarla. Ahora mismo no son menos de una decena los miembros de la UNPACU que están en prisión. Algunos ya fueron condenados, a penas de entre uno y cuatro años.

Otro caso de flagrante violación del derecho al debido proceso es el del escritor y bloguero disidente Angel Santiesteban. Hay una influencia política negativa en todo lo que se ha hecho contra él para involucrarlo en delitos comunes, incluyendo la reciente sentencia a cinco años de cárcel. La mano de la policía política está metida en el asunto de una manera muy clara.

LA SOCIEDAD CIVIL EMERGENTE

MN: Raúl Castro ha llamado a un debate abierto de las ideas a fin de buscar soluciones a los problemas del país. Pero parece que su llamado no incluye a todos los cubanos.


ES: Santiesteban, por ejemplo, pertenece a un  grupo de jóvenes intelectuales, artistas, juristas, bloggers y periodistas alternativos que están expresando con claridad y creatividad su deseo de  mayores espacios de libertad en torno a proyectos como Estado de Sats, la Demanda por otra Cuba, el sitio Voces Cubanas, etc. En noviembre pasado una veintena de ellos fueron golpeados y detenidos, y Antonio González Rodiles, el director de Estado de Sats, permaneció 19 días internado. El gobierno se ha ensañado con ellos, porque  vienen a ser como la perla de la corona de la sociedad civil.

Pero tampoco ha cesado el acoso contra opositores más veteranos, como el sicólogo Guillermo Fariñas, que fue golpeado recientemente en una esquina del Vedado, en una obvia operación encubierta.

LA SITUACIÓN EN LAS PRISIONES

MN: Usted y yo coincidimos en los años 80 en la prisión colonial de La Cabaña, un lugar con ratas en el patio y golpizas a los presos, espantoso por cualquier medida. Pero comparado con lo que se cuenta de las condiciones carcelarias actuales, aquella podría haber sido una época de oro.


ES: Las condiciones del sistema penitenciario sólo han cambiado para empeorar, porque muchas de las estructuras carcelarias se han deteriorado con los años. La alimentación de los presos proviene básicamente de sobrantes y desechos, alimentos vencidos de los almacenes de las Fuerzas Armadas o desperdicios de la agricultura. En los 80 se notaba una preocupación por mantener ciertos mínimos vitales en las condiciones carcelarias. Eso se acabó hace años. Ahora encarcelan a las personas y, una vez tras las rejas, las dejan que se las arreglen como puedan, esperando que sus familiares les garanticen la supervivencia.

Pero eso no es lo peor, sino el trato que reciben. La regla en el sistema carcelario cubano son los tratos crueles, inhumanos y degradantes. Ahora mismo, mientras hablamos, deben estar apaleando a un sinnúmero de presos, porque eso ocurre todos los días, a toda hora en las prisiones cubanas, y en Cuba hay entre 150 y 200 cárceles y campos para prisioneros, comparados con 14 que encontraron los actuales gobernantes a su llegada al poder.

MN: ¿Existe la tortura física en las prisiones cubanas?

ES: Parece que las formas más descarnadas de tortura se han abandonado o limitado, gracias a las denuncias y protestas internacionales. Eso de aplicar a los presos la famosa “Shakira” o “balancín”, atándoles por detrás de la espalda manos y pies, parece que fue una moda hace unos años; por ahora se conforman con algo igualmente inaceptable: el confinamiento solitario del reo en condiciones infrahumanas (sin luz, sin ropa, sin colchoneta, con una botella de agua). Se han dado cuenta de que no necesitan la tortura física, porque eso es tormento más que suficiente.

Carta abierta a Camila Vallejo

Ismael de Diego

6 de abril de 2012

 

Camila:

 

Usted es portavoz de un grupo grande de personas que confían en su integridad y tiene con ellos una enorme responsabilidad, el de haber contraído un compromiso con la verdad y la transparencia. En nombre de esos jóvenes que representa y ya que usted sí goza del privilegio de expresar su opinión libremente, le suplico que se informe con objetividad.

 

Los coches lanza agua, los gases lacrimógenos y demás maquinaria represiva a las que usted está acostumbrada, no son la única forma de represión que existe. En Cuba se aplican otros métodos, en gran medida porque no va dirigida a una muchedumbre que se manifiesta en plena calle y que además responde con violencia, quizás justificada, ante la agresión. Aquí la represión va dirigida principalmente a grupos defensores de los derechos humanos, periodistas independientes, activistas políticos, blogueros, artistas e intelectuales, todas personas de ideas, de ideas incómodas para el sistema, pero de ideas. Personas pacíficas que, hasta la fecha, no han realizado ningún acto público que se asemeje a lo que usted ha experimentado, entre otras cosas, porque no tienen ese derecho. Y es ese, el acto de manifestarse a plenitud en las calles, el mayor temor que mueve al sistema represivo en mi país. Estas personas de las que le hablo son acusadas, en su mayoría, de servir a los intereses de los Estados Unidos. Constituye este el gran argumento acusatorio que esgrime nuestro gobierno y de esa manera se atribuye el derecho de, y le ruego  no se  aburra: intervenir los teléfonos, escuchar llamadas y suspender el servicio de móviles y líneas privadas a su antojo; perseguir hasta la demencia, con agentes uniformados y vestidos de civil, todos los movimientos de su vida privada y pública; intervenir el correo electrónico, regular todo contacto con extranjeros dentro y fuera de Cuba; detener a menudo a la fuerza, encerrar sin acusación por días enteros, en muchos casos sin informar a los familiares; coordinar y alentar turbas civiles para agredir, física y verbalmente a personas violando los más elementales derechos humanos. Así funciona la represión en Cuba.

 

Todas estas medidas fueron aplicadas en un día, aproximadamente a unas 300 personas durante la visita del Papa Benedicto XVI, acusadas de agitación sin ninguna evidencia. Lo sé de primera mano porque fui uno más de los secuestrados por las autoridades, que desde hace un tiempo atrás me vienen aplicando este tipo de acoso enfermizo. Soy cineasta y mi único delito ha sido ser radicalmente honesto en mis principios y criterios e intentar realizar un documental sobre el grupo de punk contestatario Porno para Ricardo. Eso ha sido suficiente crimen para que se me persiga y se me hostigue hasta el punto del secuestro, y recibir amenazas de privación de libertad por parte de oficiales de la Seguridad del Estado durante mi detención. Como era de esperarse, también fui acusado de actuar en nombre de los intereses de los Estados Unidos, cosa que reto públicamente a demostrar.

 

Le recuerdo que la organización de jóvenes comunistas de Cuba, por la que usted ha sido invitada a nuestro país, no es una organización independiente como la suya. Al contrario, es una organización creada por el gobierno cubano para representar sus intereses y también, como es de esperarse, las organizaciones estudiantiles comunistas, son las únicas que tiene permiso para existir en Cuba. Así mismo ocurre con todas las organizaciones sociales que gozan el reconocimiento del Estado, sean obreras, campesinas, tanto intelectuales y culturales como regionales y comunitarias, todas creadas por el Partido Comunista y todas de carácter excluyente. Cuando escucha en sus debates, sus opiniones y visiones, críticas sobre nuestra realidad, en verdad está escuchando la opinión del Partido Comunista, opiniones y críticas permitidas y complacientes. Si quiere objetividad, ahí no la va a encontrar.

 

Espero que comparta la sospecha conmigo de lo extraño que resulta que en toda Cuba no exista un solo movimiento popular que discrepe, aunque sea en un par de aspectos, abiertamente  del gobierno. Ni un grupo estudiantil, de trabajadores de ningún sector de la economía, ni de intelectuales y artistas. De campesinos y obreros, representantes de comunidades, líderes  religiosos. De madres indignadas, despedidos en masa, pensionados miserables, ni siquiera de clientes insatisfechos. No ha existido un solo grupo con reclamos auténticos en 53 años de proceso “revolucionario”, cero manifestaciones legítimas en más de medio siglo, y casi ninguna persona suficientemente elevada moral y éticamente para cuestionar al gobierno. Y eso es muy raro, al menos para el género humano, tan exigente e inconforme por naturaleza. Las únicas excepciones a esta regla, aquellos que sí han luchado por las injusticias reales de este sistema, han sido, invariablemente acusadas de colaborar, actuar en su nombre, de ser asalariados de los Estados Unidos y desacreditados públicamente y con saña en los medios masivos, todos por cierto propiedad del gobierno. Créame que es imposible tanta coincidencia, particularmente en un país donde se viven tantas carencias de todo tipo, tanto de libertades personales, como económicas y espirituales. Algún reclamo auténtico debe haber.

 

Las demandas que se hacen desde el delicado margen de la disidencia no son aspectos que tocan a un solo sector social sino a todos los cubanos. Y hablan de la libertad de viajar fuera de nuestro país sin requerir un permiso especial por parte del gobierno. De permanecer en el extranjero más de 11 meses sin caer en la categoría de “quedado” y perder nuestra nacionalidad y nuestras propiedades. De tener libre acceso a internet y gozar, a la par del gobierno, del acceso a la información noticiosa de nuestra preferencia. Del derecho a la privacidad y a la participación social en todos los niveles sin condicionantes ideológicas. De poder asociarnos y tener una opinión política abierta, sea la que sea, y de que no se encarcele a nadie por su pensamiento. Podría seguir, pero pretendo ser breve. Como ve, no son nimiedades, son todos derechos fundamentales del ser humano y que no dudo, usted y los jóvenes de su país, sí disfrutan.

 

Le recuerdo también que detrás del rostro amable y preocupado de la Revolución Cubana, se esconde una dictadura militar en su más estricta definición. La resistencia durante las sangrientas dictaduras del pueblo chileno y argentino han sido y son un ejemplo para todos los cubanos, de lucha, de integridad y de valor ante la injusticia. Los atropellos de los que somos víctimas actualmente en Cuba, también ocurrieron en su país y son considerados una abominación y condenados en estos días de democracia por muchos sectores, precisamente por haberlos sufrido en carne propia. Justificarlos sería muy irresponsable. Todos conocemos los horrores a los que fueron sometidos estos pueblos en las décadas de los 70 y 80, pero muy poco se conoce en el mundo el historial represivo de esta “Revolución” que persiguió a los religiosos de todas las creencias, se ensañó con furia con los homosexuales hasta llegar a excluirlos de sus ocupaciones, golpearlos y encarcelarlos. Persiguió a todo aquel que escuchara una música extraña o tuviera gustos no comprendidos por el esquema de la época, acusados de “diversionismo ideológico”. Recogió, encarceló, procesó y deportó a sus provincias de origen a miles de cubanos por el infame delito de visitar la capital de su país. Miles fueron despojados de su vida en purgas colectivas acusados de cualquier cargo de moda donde usted podía ser culpable de tener “una risa pequeño burguesa”, “una conducta impropia” o un “pariente quedado” y así ha sido desde los primeros años este proceso revolucionario, cuando fue respaldado por miles de cubanos llenos de esperanzas, que se fueron diluyendo entre torpezas y decisiones arbitrarias.

 

Aún existe una fascinación incondicional por la Revolución Cubana en Latinoamérica, en gran medida por el desconocimiento de nuestra realidad, gracias a que los medios de denuncia han sido eficientemente silenciados a lo largo de todos estos años, tal vez por la generosa actitud con la que se muestra hacia fuera el gobierno de Cuba. He notado la tendencia a idealizar nuestro sistema, quizás porque durante los años que ustedes vivieron bajo la represión fueron perseguidos por ideas que parecían materializarse aquí, creando tal vez una ilusión romántica de justicia. Pero sepa también que esta dictadura encuentra crédito y se justifica con esas complicidades ante su pueblo, y es certificado de credibilidad la inocencia ciega con la que muchos apoyan a este gobierno, sin cuestionamientos esenciales, sin que prime la verdad.

 

Así que le pido, no se deje engatusar por las caras sonrientes y pregunte. Pregunte por la UMAP, por la parametración, por los “actos de repudio” de ayer y por los de hoy, por las brigadas de acción rápida y la condición abiertamente declarada de “vigilantes” de los CDR y sus siniestras “verificaciones”, con menos glamour televisivo pero con igual costo humano. Y ya que quizás a usted sí le den alguna respuesta, pregunte por favor, por el hombre desesperado que gritó solo, no en una manifestación, sino solo, un par de opiniones en la misa que ofició el Papa en Santiago de Cuba y que fue golpeado a puños limpios, no con agua, desaparecido y hasta el sol de hoy nadie sabe dónde está. Y cuando tenga algunas respuestas, acudiendo a su criterio, pregúntese, por mí y por los millones de cubanos que queremos saber, si las cosas no podían haber sido de otro modo.

 

Ismael de Diego

El culto a la personalidad

e inculto acoso personalizado

16 de noviembre de 2010

Una opositora pacífica cubana, la profesora Martha Beatríz Roque Cabello, nos muestra en este vídeo cómo frente a la puerta de su casa le han puesto un cuadro de Fidel Castro, en el más servil culto a la personalidad y en el más inculto acoso personalizado contra la privacidad y el derecho a la libre opinión.

“La Primavera Negra fue una operación

contra el Proyecto Varela”

Entrevista con Alfredo Felipe Fuentes,

periodista cubano excarcelado

Alessandro Oppes, Reporteros sin Fronteras-España

17 de octubre de 2010

 

   “De los 75 que arrestaron, casi 50 eran personas que tenían peso dentro del Proyecto Varela”

 “Cuando escuchaba emisoras de radio, como Radio Martí y otras, oía expresiones como ‘derechos fundamentales’ o ‘derechos inalienables’. Quería profundizar esos temas”

   “En el proceso –en el mío como en todos los demás– estaba prohibido hacer cualquier referencia al Proyecto Varela”

 

Alfredo Felipe Fuentes, uno de los disidentes de la Primavera Negra cubana recién liberados por el régimen de La Habana, acaba de llegar a Madrid y sus primeras palabras son de agradecimiento para aquellos que han hecho posible su excarcelación y la de sus compañeros: Las Damas de Blanco, la solidaridad internacional, el martirio de Orlando Zapata, “quien supo morir en rebeldía frente a la opresión”, y el “heroísmo de Guillermo Fariñas”.

 

Con 61 años, y a pesar de los sufrimientos ocasionados por las difíciles condiciones de detención, Felipe prefiere pasar por alto la narración de los días transcurridos en tres prisiones, todas de máxima seguridad (Guamajal, en la provincia de Villa Clara; Kilo 5½, en Pinar del Río; y Guanajay, en La Habana) porque está convencido de que, al fin y al cabo, “son cosas muy personales”. Su discurso quiere centrarse sobre el significado político de la pesadilla que acaba de vivir. “¿La Primavera Negra? Fue, simple y llanamente, una operación dirigida contra el Proyecto Varela (proyecto legislativo de iniciativa popular presentado en el año 2001 con el objetivo de realizar un cambio democrático en Cuba, desde dentro de la Constitución), eso sí, disfrazada como una redada normal de disidentes”.

 

¿Por qué cree que “La Primavera Negra” fue una operación contra el Proyecto Varela?

 

Es muy sencillo. De los 75 que arrestaron, casi 50 eran personas que tenían peso dentro del Proyecto Varela. Aunque no todos estuvieran en el “núcleo duro”, quiero decir entre aquellos que –como yo– se encargaban de la recogida de firmas, la mayoría estaban involucrados de forma activa. Los 25 que faltan fueron arrestados para ocultar que era una operación contra el proyecto cívico nacional.

 

Pero en el momento en que se producen las detenciones, el Régimen ya había rechazado las firmas presentadas declarando su nulidad.

 

Eso poco importa porque, de hecho, el proyecto sigue abierto. Llegaron a decir que queríamos cambiar la Constitución, un absurdo. En realidad, una de las críticas que nos hacían desde la oposición era justamente ésa, que nuestra iniciativa se hacía a tenor de la Constitución. O sea que una tergiversación increíble.

 

¿Cómo llegó a cobrar protagonismo en la iniciativa lanzada por Oswaldo Payá?

 

En ese entonces, en 2001, yo llevaba ya diez años metido en la actividad, digamos, civilista. Sí, prefiero utilizar esta palabra, más que los términos usuales de oposición o disidencia.

 

¿Qué era lo que hacía concretamente?

 

Desde ‘91 trabajo en la prensa. Vivía en Artemisa, 60 kilómetros de La Habana, que en Cuba es como si fueran 600. Allí fundamos un centro de derechos humanos. Cuando escuchaba emisoras de radio, como Radio Martí y otras, oía expresiones como “derechos fundamentales” o “derechos inalienables”. Quería profundizar esos temas, y pensé que podía haber mucha gente interesada en conocer más sobre estas cuestiones, tanto que decidí crear, dentro del centro, una cátedra de derechos humanos. Pero antes quería prepararme bien, leer libros, estudiar. Estuve años estudiando.

 

¿Cuales fueron sus fuentes?

 

Para conseguir los libros, me dirigí a la Asamblea del Poder Popular.

 

En Cuba eso suena a provocación…

 

Lo sé, pero tiene su explicación. Lo hice, para que quedara constancia, en virtud de la Ley 54 de 1985, la llamada Ley de Asociaciones, una norma que supuestamente permite a los cubanos asociarse libremente. En el celebre discurso “la historia me absolverá”, pronunciado durante el proceso por el asalto al cuartel Moncada, Fidel Castro decía: “todo el mundo podrá reunirse y asociarse”. Y ahora, a nosotros que luchamos por esos derechos, nos acusan de traidores. ¿Cómo congeniar esas palabras de Fidel con la situación que vivimos?, preguntaba yo en esa carta dirigida a la Asamblea del Poder Popular.

 

¿Recibió una respuesta?

 

No, no me contestaron nunca. Por eso me dirigí a la Embajada de España. Con los libros que me proporcionaron, empecé a prepararme. Dije: voy a cubrir este espacio, hace falta preparar observadores de los derechos humanos. Cuando di mis primeras clases, era el año 2001, justo cuando Oswaldo Payá lanzó la idea del Proyecto Varela, al que enseguida me sumé. Trabajando con un grupo de colectores, recogí alrededor de 1.000 firmas: yo era quien las verificaba. Además, junto con cinco personas más, estaba en el Consejo nacional coordinador del Proyecto.

 

¿Cómo reaccionaron las autoridades?

 

Lo primero fue una amenaza suave. Me citó la fiscalía. Cuando llegué, en el despacho estaba presente también el jefe de la Seguridad del Estado del municipio. La fiscal dice: ya has recogido bastantes firmas. Y añade que todo lo que pedía el Proyecto Varela, el pueblo cubano lo tenía ya. Mira, le contesté, yo tengo aquí la Constitución: el artículo 88 dice que la iniciativa legislativa compete también a los ciudadanos, en cuanto recojan al menos 10.000 firmas. Y ella, textual: “A ustedes les ampara la Constitución”. Lo que hice yo fue contar el contenido de ese coloquio en Radio Martí, así que todo el mundo se pudo enterar de que un funcionario público nos decía que nos amparaba la Constitución.

 

Un desafío en plena regla a las autoridades.

 

Pues sí. Efectivamente, a los pocos días me cita el coronel jefe de la Seguridad del Estado de la unidad territorial (que reúne varios municipios). Y me habla muy claro. Quien manda aquí soy yo. Te estoy diciendo que aquí se acabaron las firmas. Y esas clases que estás dando los sábados en tu casa... Yo voy a poner una persona en cada esquina, y tú les tendrás que explicar a los familiares porque acabaron presos. Comuniqué a Oswaldo Payá lo que me había pasado. Él me dice: tú sigue, pero no lo desafíes. Seguí recogiendo firmas, y redacté inmediatamente una denuncia ante la Fiscalía. Conté que el jefe de la Seguridad del Estado me presionó en contra del artículo 88 de la Constitución. El Tribunal Supremo, si nos ajustamos a la ley, tenía que contestarme dentro de 90 días: en tres años no me contestaron.

 

Y tres años más tarde, usted estaba ya en la cárcel.

 

Ya, pero supuestamente no me arrestaron por eso. En el proceso –en el mío como en todos los demás– estaba prohibido hacer cualquier referencia al Proyecto Varela. La sentencia decía: “el acusado mantiene buenas y respetuosas relaciones con el resto de los ciudadanos y carece de precedentes penales”.

 

Pero…

 

Pero me condenaron a 26 años, a pesar de que el fiscal había pedido 15. “Tergiversó informaciones”, es la motivación. Algo que quiere decir todo y nada. Tergiversar, al fin y al cabo, es una palabra muy tergiversable.

Manifiesto por la democratización de Cuba

Manuel Castro Rodríguez

En el manifiesto por la democratización de Cuba, hecho por sesenta y dos prominentes artistas e intelectuales españoles, entre los que figuran izquierdistas como Ana Belén, Pedro Almodóvar, Antonio Muñoz Molina, Víctor Manuel y Jorge Semprúnse expresa: 

 

Cuba está soportando una feroz y dolorosa dictadura que mantiene al país en la miseria. Una dictadura que en sus postrimerías se muestra despiadada y sorda a las voces que reclaman libertad y democracia. La cuestión cubana es hoy una cuestión de derechos humanos básicos y esenciales. La elección está, sencillamente, entre democracia o totalitarismo”. 

 

http://plataformaporcuba.com/

 

El documental Cuba, más de medio siglo sin derechos recoge de una manera didáctica los 30 Artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos. El documental ejemplifica mediante testimonios de sus víctimas, cómo han sido violados todos y cada uno de ellos por el régimen militar de los hermanos Castro.

Los cubanos tenemos derecho a los derechos

Oswaldo Payá Sardiñas

La ‘izquierda’ adocenada

al servicio de la tiranía castrista

Manuel Castro Rodríguez

 

En el editorial del 6 de abril de 2010 del diario izquierdista El Periódico de Catalunya, se expresa: “Solo a la luz del deseo de mantenerse en el poder a toda costa cabe aquilatar los disparates dedicados por Castro a Orlando Zapata, el disidente que perdió la vida a causa de una huelga de hambre, y a Guillermo Fariñas, el periodista que ha puesto en riesgo la suya con idéntico método. Solo la izquierda obnubilada puede dar por buenas las palabras de Castro y aceptar la teoría de la conspiración universal contra el régimen. Las restantes izquierdas solo pueden hacer lo contrario: reclamar cambios democráticos y el respeto por los derechos humanos”.

 

En varias oportunidades destacados izquierdistas han expresado cierto distanciamiento del castrismo. Hace cuarenta y tres años se dio a conocer una carta fechada el 20 de mayo de 1971, dirigida a Fidel Castro por sesenta y dos intelectuales europeos y latinoamericanos, en la que le expresaron su alarma por el arresto del laureado poeta Heberto Padilla, autor de Fuera del juego, uno de los más célebres poemarios escritos en el siglo XX.

 

Creemos un deber comunicarle nuestra vergüenza y nuestra cólera. El lastimoso texto de la confesión que ha firmado Heberto Padilla sólo puede haberse obtenido por medio de métodos que son la negación de la legalidad y la justicia revolucionarias. (…) lo exhortamos a evitar a Cuba el oscurantismo dogmático, la xenofobia cultural y el sistema represivo que impuso el estalinismo en los países socialistas, y del que fueron manifestaciones flagrantes sucesos similares a los que están sucediendo en Cuba”, se expresa en la carta. Entre los firmantes estaban destacados izquierdistas, entre ellos Margarite Duras, Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre.

 

Ni uno solo de los firmantes quiso percatarse de que los métodos estalinistas ya eran parte intrínseca del castrismo, que unos años antes había enviado a campos de concentración a más de veinticinco mil jóvenes, entre ellos tres sacerdotes católicos y algunos seminaristas; había transformado varias escuelas religiosas en sedes de la tristemente célebre Seguridad del Estado, la STASI caribeña; había eliminado la festividad del Día de Navidad y había prohibido realizar procesiones; los creyentes confesos no podían trabajar como educadores ni estudiar Historia, Periodismo, etc.; al solicitar trabajo o matrícula para estudiar, se nos preguntaba: “¿tiene creencias religiosas? (…) ¿tiene familiares en el extranjero?”.

 

Todo aquel que no aceptaba el pensamiento único de Fidel Castro era reprimido con el ostracismo, el destierro, la cárcel o el asesinato; marxistas, liberales, socialistas, trotskistas, democratacristianos, anarquistas, etc. poblaban las cárceles cubanas; la tortura ya estaba institucionalizada, como bien describe el izquierdista Ariel Hidalgo, profesor de Marxismo, que fue condenado a ocho años de cárcel por “propaganda enemiga” bajo la acusación de “revisionista de izquierda”, debido a un manuscrito crítico del centralismo de Estado predominante en Cuba.

 

El profesor izquierdista Ariel Hidalgo denuncia que “era raro el día que no escucháramos personas corriendo por los pasillos, los gritos, los sonidos de los golpes y los lamentos de las víctimas”.

 

El escritor izquierdista Antonio Muñoz Molina explica por qué firmó la carta abierta Por la libertad de los presos políticos cubanos: “Firmé esa carta porque estoy a favor de la legalidad democrática y de la universalidad de los derechos humanos, en Cuba o en Birmania. Estoy en contra de la dictadura de Castro no a pesar de que soy de izquierdas, sino porque lo soy; ser de izquierdas no me parece que sea alabar a un tirano”.

Sonia Garro o la crueldad de un régimen

Iván García y Laritza Diversent

2 de febrero de 2010

 

Todo empezó un mediodía sin sol, el 24 de febrero de 2007. “Hasta aquí”, dijo Sonia, una técnica en laboratorio, que cosiendo en el portal de su casa, en una máquina de los años 50, con frecuencia contemplaba accidentes de niños jugando sin la mirada atenta de sus padres. Y sus grandes ojos se llenaban de lágrimas cuando en las noches veía a niñas de 12 años, con el cuerpo escuálido, como el de su hija, prostituirse por baratijas.

 

Y se decidió. Ese día Sonia creó un proyecto comunitario independiente que ayudaría a los niños pobres de su barrio, sin importar la ideología de los padres.

 

Les presentamos a Sonia Garro Alfonso, 34 años, negra retinta algo pasada de peso, que vive en la Avenida 47 No. 11638 entre 116 y 118, en el populoso y humilde municipio de Marianao, al norte de la Ciudad de La Habana. Si alguien puede hablar de pobreza, prejuicios y tropiezos en la vida ésa es ella.

 

-En mi infancia, los momentos felices se pueden contar con los dedos de una mano. Soy la décima hija de una familia de doce hermanos, pobre a rabiar. Olvídense de juguetes el Día de Reyes. Siempre usé ropas gastadas de segunda mano que algún vecino por caridad le daba a mi madre. Iba a la escuela con mis zapatos viejos y rotos, pero con una voluntad inmensa, pensando siempre que estudiando y superándome podría cambiar mi suerte, nos cuenta Sonia en la estrecha sala, forrada de madera color mostaza, de su precaria vivienda de dos pisos.

 

Para desgracia de Sonia, su suerte no cambió en los inicios de su juventud. A pulmón y con evidentes tintes de racismo, durante los años en que estudió para hacerse técnica en laboratorio, subir la pendiente y dejar atrás la pobreza, atragantarse de pan para alejar el hambre y ser una persona solvente, era casi una misión imposible.

 

-Viví el racismo en carne propia. Recuerdo que un día quise hacer una reclamación en la escuela y la subdirectora, con odio, me dijo: ‘Ve a donde te dé la gana, ¿quién le va ser caso a una negra?’. Cuando me gradué de técnica en laboratorio, con título de oro, hicieron un acto en el teatro Astral, en el centro de La Habana. El ministro de salud pública iba a entregar los diplomas a los más destacados, y se me acercó una persona del entorno del ministro y me comunicó que otra persona iba a recibir el titulo por mí, porque al tener la piel tan negra, no quedaría bien en la foto. ‘No te ofendas, no es por racismo, pero al ser tan prieta, vas a echar a perder la foto”, recuerda Sonia con su voz pausada.

 

Esa noche, que debía ser la más feliz de su vida, tuvo que tragar el buche amargo de que otra persona, de la raza blanca, recogiera su título. Fue tanta la humillación que se marchó del teatro. “Nunca he recogido ese título”, confiesa. Pero como dice el refrán, a perro flaco, todo lo que le cae son pulgas.

 

Luego, cuando laboraba en un policlínico de su barrio, en una reunión convocada de emergencia, fue expulsada del centro de salud por tener como esposo a un opositor político. “Una de dos, me dijeron, o te separas de él o te tienes que ir del policlínico”. Sonia se fue.

 

Si alguien ha empujado a esta mujer a disentir y tener criterios propios, es el propio gobierno, con su absurda manera de actuar. Hasta que para ella se hizo la luz. Después de estar horas sentada en su portal, viendo accidentes de niños, metidos dentro de contenedores de basura, jugando descalzos y riñendo entre ellos, Sonia supo que algo tenía que hacer.

 

Entonces con ayuda de su esposo, fundó el Centro Cultural Recreativo independiente, el 24 de febrero de 2007. En su casa, una veintena de niños en edades comprendidas entre los 7 y 15 años, todas las tardes, después de terminar su horario escolar, se reúnen en el portal y la sala de su modesto hogar.

 

Los niños

 

-La primera regla que tengo, es no hablar nada de política. Organizo actividades de dibujo y de corte y costura. Mi esposo, Ramón Alejandro Muñoz, músico de profesión, se encarga de hacer coreografías de baile y les enseña a tocar instrumentos musicales. Cuando podemos, los fines de semanas, hacemos fiestas y repartimos libros infantiles y juguetes. Algunas organizaciones no gubernamentales extranjeras nos han ayudado con materiales y medicinas. También embajadas de países de la Unión Europea y personas que, a título individual, nos dan lo que pueden. Porque esto no es una labor de una sola persona, explica Sonia, mientras nos muestra numerosas fotos de actividades con payasos, donde el denominador común es la sonrisa de manantial en los rostros de esos menores.

 

Después de esa experiencia inicial, Garro decidió ir a por más. Abrió otro centro comunitario, en el barrio marginal El Palenque, en el propio municipio de Marianao. Si usted quiere saber como es El Palenque, mire fotos de una sórdida favela de Río de Janeiro o una ciudadela de Puerto Príncipe antes del terremoto. Es casi lo mismo. En ese lugar, Sonia y sus colaboradoras atienden entre 16 y 18 niños.

 

Lo que parece un acto sano de la sociedad civil, que más que problemas trae beneficios, ha desatado un huracán a pequeña escala por parte de los servicios de la Seguridad del Estado en Cuba. Acostumbrados durante 51 años a que cualquier buena idea parta siempre del buró de un jerarca del Partido Comunista, siempre levanta suspicacias y sospechas cuando una ciudadana, a título personal, crea un proyecto sin el sostén de papá Estado. Y Sonia Garro ha tenido que pagar un precio por su labor humanitaria.

 

-La respuesta del gobierno a mi labor social han sido tres actos de repudio y un par de golpizas. El último acto de repudio que intentaban darme no funcionó, pues nadie en la cuadra asistió para apoyarlo, tuvieron que macharse con las manos vacías, nos dice sin odio ni emoción.

 

La mayoría de los muchachos que asisten al proyecto viven infiernos chiquitos en sus hogares. Casi todos proceden de familias desestructuradas, donde el padre o está en la cárcel o sus hijos no lo conocen. Por lo bajo, vecinos revolucionarios, supuestamente integrados al sistema, felicitan al matrimonio Garro-Muñoz.

 

-Incluso, hay policías que nos felicitan y alientan por lo que hacemos, señala el esposo de Sonia.

 

Sonia Garro está lejos de ser una socióloga o especialista, dedicada a estudiar por qué precisamente en Cuba, paradigma de una infancia feliz, suceden casos como lo de su barrio. Tampoco quiere emular con la Madre Teresa de Calcuta. Ni con Zilda Arns, la pediatra brasileña fallecida en Puerto Príncipe, a consecuencia del sismo en Haití, y que como herencia dejara miles de niños rescatados de la marginación y la pobreza.

 

La tarea de esta cubana es simple. Ver a los niños reír y que crezcan en un ambiente sano, sin violencia. Si en un futuro estos menores llegan a ser profesionales, educados con valores cívicos, y no pisan la cárcel, ella se da por satisfecha. No pide más. Y por eso no entiende por qué su labor despierta tanto resquemor entre las autoridades.

 

Por otras vías, Sonia Garro Alfonso supone que el Estado desee lo mismo. Pero el gobierno no piensa igual que ella. Todo lo contario.

Testimonio de Alberto Leroy Castro, holguinero, detenido el 26 de agosto de 2007 por la policía castrista. La salvaje golpiza que recibió  le causó lesiones en la médula espinal.

Legalidad y Derechos Humanos en Cuba

Intercambio académico Legalidad y Derechos Humanos en Cuba con los abogados independientes Yaremis Flores y Laritza Diversent (Cubalex), René Gómez Manzano (Corriente Agramontista), Antonio G. Rodiles (físico-matemático) y estudiantes de la Escuela de Derecho de Nueva York.

Declaraciones de la abogada Laritza Diversent, el abogado Veizant Boloy y el ex preso político cubano Ángel Moya con respecto a veinte activistas pacíficos cubanos que han sido brutalmente reprimidos por la tiranía de los hermanos Castro en las últimas 72 horas. Viernes 9 de noviembre de 2012.

Entrevista a Laritza Diversent

Confirman 2 años de prisión a cubano “Pánfilo”

10 de septiembre de 2009

 

http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/50noticias/8035997.shtml

 

LA HABANA (AP) - Un tribunal desestimó el jueves la apelación a la sentencia de dos años de cárcel presentada por “Pánfilo”, un cubano que se hizo famoso en el portal de YouTube por interrumpir una filmación televisiva y reclamar comida.

 

Juan Carlos González, conocido con el alias de Pánfilo, se interpuso aparentemente borracho frente a las cámaras que filmaban un documental sobre música en la isla hace algunas semanas e hizo su denuncia.

 

El tribunal desestimó el reclamo del hombre y dejó en firme la condena por el delito de “peligrosidad”, informó a la AP vía telefónica, Richard Roselló, un observador de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDDHyRN).

 

Las imágenes del hombre gesticulando y gritando “aquí lo que falta es jama” (comida) dieron la vuelta al mundo.

 

El abogado defensor había pedido cambiar la sentencia por una pena que incluyera el internamiento en un centro de rehabilitación especializado, comentó Roselló, quien indicó que el tribunal escuchó el caso y luego debatió hasta llegar a la tarde a un veredicto de desestimar la apelación.

Primer video de Pánfilo

Pánfilo se retracta

Pánfilo habla de nuevo desde el Malecón

Saga de Pánfilo termina en un psiquiátrico

Fernando Ravsberg

 

Juan Carlos González, conocido con el apodo de “Pánfilo”, fue liberado de la prisión y enviado a recibir un tratamiento de 21 días contra el alcoholismo en una clínica psiquiátrica, según informó la opositora Comisión de Derechos Humanos de Cuba.

 

Pánfilo estuvo en prisión por el cargo de “peligrosidad social pre delictiva”.

 

Pánfilo había sido condenado a dos años de prisión bajo el cargo de “peligrosidad social pre delictiva”, a raíz de declaraciones que aparecieron en un video, en el que, en evidente estado de ebriedad, grita “lo que nos hace falta es jama (comida)”.

 

Rápidamente se convirtió en una especie de héroe entre los opositores al gobierno cubano: el video fue subido a YouTube, nacieron organizaciones y campañas levantando su figura y repitiendo la frase que expresó ante las cámaras.

 

Después de una segunda aparición de Pánfilo en video, las autoridades lo detuvieron, lo juzgaron y lo condenaron a dos años de prisión. La medida legal fue criticada en todo el mundo, incluso dentro de Cuba por personas afines al gobierno.

 

Decisión inteligente

 

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Cuba, Elizardo Sánchez, saludó la decisión de las autoridades judiciales que cambiaron la prisión por un tratamiento médico especializado de tres semanas para curar su adicción al alcohol.

 

La “peligrosidad social pre delictiva” es una figura legal que permite a los jueces cubanos condenar a una persona antes de que ésta cometa el delito. Se utiliza en casos de prostitución, mercado negro y vagancia.

 

“Nos parece que estamos en presencia de una decisión inteligente y racional de parte del gobierno de Cuba”, dijo Sánchez y agregó que además deberían excarcelar “a todos los prisioneros de conciencia cubanos y a los demás presos por motivos políticos”.

 

La detención de Pánfilo tuvo un alto costo político para el gobierno cubano, ya que la acción fue condenada en todo el mundo, incluso criticaron el hecho personalidades claramente identificadas con la Revolución como el cantautor Amaury Pérez.

 

Los argumentos dados para su detención parece que se cayeron por su propio peso. Si, como dicen, Pánfilo no trabajaba desde hacía 10 años y sufría de alcoholismo, muchos se preguntan ¿por qué sólo se tomaron medidas cuando éste declaró ante las cámaras que en Cuba hay hambre?

 

La peligrosidad

 

La “peligrosidad social pre delictiva” es una figura legal que permite a los jueces cubanos condenar a una persona antes de que ésta cometa el delito. Se utiliza en casos de prostitución, mercado negro y vagancia, aunque esto último no se aplica a las mujeres.

 

Por ejemplo, si un hombre adulto lleva años sin vinculación laboral -como era el caso de Pánfilo- los jueces presumen que tiene que realizar algún tipo de delito para sobrevivir y lo condenan por “peligrosidad” aunque no puedan probarle nada en concreto.

 

El problema de esta medida judicial es que es tan elástica que podría utilizarse casi contra cualquier persona. Además, esta “presunción judicial” obliga a los abogados del acusado a “demostrar” que su cliente no delinquirá en el futuro.

 

Llevado a un extremo, se podría aplicar esta figura legal contra cualquier persona que sobreviva con un salario de U$D17 por mes, porque cualquier juez sabe que ese dinero es insuficiente para vivir, tal como lo dijo el propio presidente Raúl Castro.

Disidentes cubanos reprimidos

Este vídeo fue producido por Amnistía Internacional para conmemorar el octavo aniversario de una campaña de represión del activismo en Cuba. 75 activistas fueron detenidos en la oleada de represión en torno al 18 de marzo de 2003.

Cuba: un país sin libertad de expresión

 

Hemos sido 13.547 firmantes

 

Esta acción ha finalizado. Gracias a las más de 13.000 personas que han participado y que han contribuido a que el periodista Pablo Pacheco Avila fuera liberado en julio pasado tras cumplir siete de una condena de 20 años.

 

Aún así, opinar diferente sigue siendo un riesgo en Cuba. El Gobierno castrista sigue manteniendo su férrea estructura legal, burocrática y administrativa, para silenciar a los opositores al gobierno, y hace que ejercer profesiones como la de periodista se conviertan en algo peligroso.

 

Amnistía Internacional seguirá trabajando para que la libertad de expresión sea un derecho sin ningún tipo de restricciones en Cuba.

 

Petición original:

Ser periodista es una profesión de riesgo en Cuba. El Gobierno castrista mantiene en pie una férrea estructura legal, burocrática y administrativa, engrasada por años de uso, para silenciar a los opositores al gobierno, categoría en la cual se encuentran las personas que intentan informar sobre la realidad cubana.

 

Los pilares de la estructura son:

 

   la Constitución cubana, que prohíbe la propiedad privada de medios de comunicación

   el requisito de que todos los periodistas en activo se unan a la Unión de Periodistas Cubanos, que de hecho se encuentra bajo el control del Partido Comunista, en el gobierno;

   un poder judicial que no es independiente ni imparcial, y permite que se entablen procedimientos penales para prevenir, disuadir o castigar la expresión de opiniones discrepantes

   una serie de disposiciones en la Constitución y en el Código Penal, tan vagas que se prestan a abusos de funcionarios del Estado, tales como la policía y el poder judicial, para restringir la libertad de expresión.

 

Las consecuencias de esta son nefastas tanto para los periodistas independientes que intentan hacer su trabajo como para los cubanos en general, que no pueden acceder a información u opiniones que difieran de la ideología estatal.

 

Algunos sufridores de la situación son, por ejemplo, Yosvani Anzardo, Carlos Serpa y Luis Felipe Rojas han sufrido varias detenciones arbitrarias, han sido hostigados e interrogados en reiteradas ocasiones; Saylí Navarro, estudiante de derecho, fue expulsada de la universidad por participar en un curso de periodismo organizado por la Sección de intereses de Estados Unidos en Habana.

 

El Gobierno cubano ha tratado de justificar las restricciones señalando los efectos indudablemente negativos del embargo estadounidense. Sin embargo, por muy perjudicial que sea ese impacto, es una excusa para violar los derechos de la ciudadanía, ya que no reduce, en modo alguno, la obligación del gobierno cubano de proteger, respetar y hacer realidad los derechos humanos de todos los habitantes de Cuba.

Las violaciones contra

el derecho a la vida del pueblo cubano

 

Informe del Comité Cubano Pro Derechos Humanos

para la 57 Asamblea de la

Comisión de Derechos Humanos de la ONU

 

El Informe General sobre las Violaciones de los Derechos y de las Libertades Inalienables a cada Ciudadano en Cuba, que cada año presenta el Comité Cubano pro Derechos Humanos ante el foro de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reunido en Ginebra, en esta oportunidad lleva como subtítulo el tema de “Cero impunidad para los culpables”.

 

Este documento cuenta con 11 capítulos dedicados a denunciar los principales crímenes políticos que el régimen de Fidel Castro ha ejecutado durante el año 2000, en sus afanes por mantener la hegemonía del estado policiaco de ley marcial permanente reinante en la Isla, y de esta manera intentar perpetuarse en el poder.

 

En el primero de estos capítulos, que está dedicado a los atentados al Derecho a la Vida, se aportan las evidencias que demuestran hasta que extremos las penurias económicas, motivadas por la irracionalidad totalitaria del castrismo están depauperando a la población cubana, provocando así la muerte de miles de personas por falta de medicamentos y de alimentación.

 

En especial, en este informe del Comité Cubano a la 57 Reunión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, se aportan pruebas obtenidas por los activistas contestatarios dentro de la Isla, que confirman que los índice de mortalidad de los miembros mas débiles de la sociedad cubana, en especial los niños, los enfermos y los ancianos, han aumento de manera extraordinaria en los últimos años.

 

En el contexto del tratamiento de esta cuestión de las violaciones al Derecho a la Vida del Pueblo Cuba, el Informe del CCPDH refuta con profusión de datos basados en las propias cifras de las estadísticas oficiales castristas, los bulos desinformativos acerca de que el embargo norteamericano al comercio y a las inversiones estadounidenses en la Isla, sea el causante de la catástrofe que hace un horror de la vida cotidiana de los habitantes de la Nación Cubana.

 

En tal sentido, los textos recibidos desde intramuros por el Comité Cubano, detallan los extraordinarios costos económicos que ha enfrentado el País, por las medidas de sanción económica adoptadas por la Unión Europea, a consecuencia de no respetar el regimen Castrista los términos para el respeto a los Derechos Humanos, que establecen los europeos como condición para la colaboración económica.

 

De la misma manera, en este Volumen sobre el Estado de los Derechos Humanos en Cuba, incluimos la documentación relacionada con las medidas similares que ha adoptado el Gobierno del Canadá, aislando a Fidel Castro diplomática, y por consiguiente económicamente, también como consecuencia de la política de atropello a las libertades fundamentales de la ciudadanía. Incluso, se agrega como colofón, la exclusión de los representantes del régimen comunista de La Habana por iguales motivos, de la próxima Cumbre para la cooperación de las países americanos que se llevará a cabo en Canadá.

 

En esta parte del Informe citado, se añaden los elementos de juicio que demuestran que el propio embargo norteamericano a Fidel Castro, está sustentado precisamente en la contumacia demostrada por su jefatura, en cuanto a la reiteración sistemática de sus políticas suprimiendo hasta las mas elementales normas de los Derechos Civiles y Políticos, y de los Derechos Económicos y Sociales de los nacionales cubanos.

 

Dr. Ricardo Bofill

Presidente, Comité Cubano Pro Derechos Humanos

Los derechos humanos en Cuba

César Leante

12 de septiembre 1988

 

El acoso al que el régimen cubano somete al presidente de la Comisión Pro Derechos Humanos, Ricardo Bofill, sirve al autor como paradigma de la situación de indefensión de los disidentes en Cuba. La campaña contra Bofíll, sin embargo, se ha convertido en un bumerán para el Gobierno, que ha dado a conocer a toda la población la existencia de la comisión que éste dirige. 

 

Como se sabe, una Comisión de Derechos Humanos de la ONU va a Cuba esta semana a inspeccionar la situación de los derechos humanos allí. Entre otros, se entrevistará con el Comité Cubano Pro Derechos Humanos, cuyo presidente, Ricardo Bofill, se ha negado a abandonar el territorio cubano, del cual el Gobierno quiere expulsarlo para impedir que sea oído por la Comisión. El Comité Cubano Pro Derechos Humanos es una institución de reciente creación. No es muy numeroso, por supuesto (unos 300 afiliados), y no exclusivamente por razones de su corta vida, sino porque en un Régimen como el cubano no es fácil que la gente se atreva a desafiar las represalias gubernamentales integrando una asociación de tal naturaleza. Pero, no obstante lo reducido de su número, a no poseer medio alguno de divulgación y a no tener acceso a los medios de comunicación, las autoridades cubanas han desatado una desorbitada campaña contra él; campaña en la que ha tornado parte el propio Fidel Castro, quien respondiéndole a la periodista norteamericana Maria Shriver, declaró virulentamente: “En Cuba no existe un Comité de Derechos Humanos, sino un grupito de contrarrevolucionarios, de ex presos contrarrevolucionarios, manipulados por la Oficina de Intereses de los Estados Unidos”.

 

La campaña contra el Comité se inició el 16 de marzo, cuando desde las páginas de Granma se calificó a su presidente, Ricardo Bofill, como “verdadero Frankestein, fabricado por la CIA”; los integrantes de su ejecutiva eran “un grupito de mercenarios y vendepatrias”; “sus presuntos simpatizantes” estaban constítuidos por “varias decenas de ex presos contrarrevolucion arios”. Y en su totalidad el Comité era una mafia contrarrevolucionaria donde se junta todo tipo de delincuentes”.

 

“¿Quiénes son esta gente?”. “¿Qué representan?”, se preguntaba Granma. Repetir con el periódico que son “traidores”, “vendepatrias”, etcétera, y que representan a la CIA y al imperialismo, sería una tautología. Pero resulta llamativo que ninguno de sus afiliados, absolutamente ninguno, esté en el Comité por convicción o por desacuerdo con el Régimen imperante en Cuba. Granma, o sea, el Gobierno cubano, aplica, pues, el patrón de todas las dictaduras para juzgar a sus oponentes, con el agravante para las marxistas de ser además dictaduras ideológicas: nadie, honestamente, puede disentir de ellas. Quienes las critican son irremediablemente traidores o mercenarios. La posibilidad de legítima discrepancia u oposición está absolutamente excluida.

 

A pesar de realizar actividades exclusivamente pacíficas, sobre todo la denuncia de las violaciones que el Gobierno cubano comete en la Declaración Universal de Derechos del Hombre -de la que es firmante-, violaciones que van desde el trato inhumano a los. presos políticos hasta la retención ¡legal de las personas que quieren einigrar de Cuba, las autoridades no reconocen al Comité, por lo que éste tiene que funcionar ilegalmente, como una asociación proscrita. Sería impensable que en España el Comité Pro Derechos Humanos fuera ¡legal; que lo sea en Cuba, no.

 

Y aun así, el editorial de Granma terminaba con una nada velada amenaza para la integridad física de sus miembros. Decía: “Algo, sin embargo, debe quedar bien claro a los traidores: mientras vivan en Cuba, disfruten del bienestar que nuestro pueblo ha conquistado y coman del pan que sudan los trabajadores, tienen que acatar las leyes y respetar al pueblo combatiente. Serenidad no es sinónimo de tolerancia a la contrarrevolución, mucho menos de impunidad”.

 

Lo paradójico de esta actitud es que está en diametral oposición a unas palabras de Fidel Castro pronunciadas ante la televisión cubana el 2 de abril de 1959: “Cuando se comienza a perseguir a un hombre por sus ideas políticas, nadie puede sentirse seguro”.

 

El 18 de marzo se desencadenó el grueso de la campaña contra Bofill. Granma, que habitualmente tiene ocho páginas, le dedicó dos íntegras este día y el siguiente. Del diluvio de acusaciones que se le hacen destaca la adjetivación. Se le llama “sujeto lépero, mendaz e inescrupuloso”, pícaro de la calle”, “alimaña”, “simulador”, “farsante”... Como resulta imposible describir el cúmulo de delitos de que es acreedor, digamos que éstos comienzan en la cuna, pues se le acusa de haber alterado la fecha de su nacimiento. Luego, de adolescente, como un Jean Valjean precoz, le robó los candelabros al cura de su pueblo y ejerció el raterismo en una tienda de víveres (bodega, en cubano). Pero las más graves acusaciones son las de haber sido chivato de la policía batistiana y delator de sus compañeros de prisión, ya en la revolución. Igualmente “presurne de haber sido profesor de la universidad de La Habana”.

 

Lo que se conoce de Ricardo Bofill en el extranjero es muy poco, y la información que brinda Granma es unilateral, ya que en ningún momento se le ha dado a Bofill la oportunidad de contestar. Aun así, del espeso alegato saltan incongruencias advertibles en una simple lectura. Por ejemplo, se dice que Bofill fue confidente de la policía de Batista. ¿En que año? En 1957. Y como según el prontuario de Granma, Bofill nació en 1943, sucede que fue confidente policiaco ¡a los 14 años!

 

Sobre la falacia de sus méritos universitarios, en la nota biográfica de Amnistía Internacional, cuando lo adoptó como preso de conciencia en 1985, se lee: “Ex catedrático y sociólogo, Ricardo Bofill fue detenido en La Habana el 24 de septiembre de 1983 y actualmente está en la prisión de Combinado del Este”.

 

Tres detenciones

 

Ya en este punto, digamos que Ricardo Bofill ha sido encarcelado tres veces. La primera en 1968, en un oscuro proceso que se conoció en Cuba como de la microfracción. Se encartó a antiguos miembros del Partido Socialista Popular (comunista) por oponerse a la línea del actual partido. Bofill “está entre el minúsculo grupo que obtiene la condena más severa: 12 años”. Cumple cuatro, según el documento gracias a “Generosa, la Revolución”, y en 1972 es puesto en “libertad condicional”. La segunda detención se produce en 1980, acusado de mantener vínculos con diplomáticos occidentales” y elaborar “documentos contrarrevolucionarios con destino al exterior”. A más de incriminar a sedes diplomáticas occidentales en labores de conspiración, de los cargos se puede concluir que la oposición de Bofill al sistema era pacífica, política, pues siguiendo a Granma, “elaboraba documentos”. Pero como en Cuba “la propaganda, oral o escrita”, que “incite contra el orden social” constituye una figura delictiva, Bofill pasó dos años y medio en prisión. Su tercer encarcelamiento tiene lugar en 1983 y está rodeado de toda una peripecia. Hostigado por la policía, Bofill solicita la protección de la Embajada de Francia. De inmediato, la policía rodea el edificio. El Gobierno francés recibe del cubano, exactamente de su vicepresidente, Carlos Rafael Rodríguez, la garantía de que no será detenido, y Bofill abandona la Embajada. Pero cinco meses después, en septiembre de 1983, es arrestado nuevamente. Amnistía da como motivo “una reunión con dos periodistas franceses”, que a su vez estuvieron detenidos durante nueve días antes de ser expulsados del país.

 

Granma consigna que en sus tres encierros, Bofill fue “un eficiente y no solicitado confidente”, y reproduce cartas que dirigió a las autoridades del presidio, cartas en las que va desde el elogio a sus carceleros a la delación de Armando Valladares. Él alega que esas cartas han sido fabricadas. Y explica cómo: “Las pruebas documentales de su puño y letra son forjadas en una máquina especial de la Seguridad cubana que imita su caligrafía”.

 

La campaña se trasladó a la televisión, y los días 22, 23 y 24 de marzo se proyectó, por el canal más visto y a la hora de mayor audiencia, una serie titulada Historia de un fullero. En el primer capítulo (que es el único cuyo texto conozco), Bofill conversa con un oficial de la Seguridad que lo había interrogado el 13 de noviembre de 1987. Como el programa no era en directo, sino filmado, y la intervención de Bofill no es otra cosa que una autodelación torpe y balbuceada, la sospecha de manipulación, de montaje en la conversación entre Bofill y el comisario, ha prosperado.

 

Pero faltaba lo más grotesco. Y vino cuando el semanario humorístico Palante publicó un tebeo en el que un Ricardo Bofill, caricaturizado y disfrazado de Supermán, era presentado como el Superfullero. Los dibujos ilustraban su supuesta vida, desde que cometía el robo en la iglesia hasta que terminaba cayendo en una letrina.

 

Bofill vive en una barriada popular de las afueras de La Habana, Guanabacoa, con una alta población negra. Y vive allí sitiado, pues no puede salir de su casa sin que policías, que fingen ser trabajadores, comiencen a perseguirlo y a insultarlo, y aun a agredirlo. Una pedrada le astilló uno de los cristales de sus gafas. No tiene trabajo y se sostiene de la ayuda de sus amigos. La casa contigua a su apartamento está ocupada por la policía, que desde allí, mediante sofisticados micrófonos, escucha sus conversaciones, y se fotografía con cámaras ocultas a quienes van a visitarlo.

 

Asedio policial

 

¿Por qué este asedio a un hombre que en última instancia, y en palabras del Gobierno, no dirige sino a “un grupito de contrarrevolucionarios? ¿Por qué se mantiene en la ilegalidad al Comité Cubano Pro Derechos Humanos, tipo de organización cívica que, lejos de entorpecer, calorizan todos los estados democráticos? Bofill ha dado la siguiente explicación.

 

-El Gobierno quiere debilitar a la disidencia dando una lección. Lo que me han hecho últimamente no está dirigido sólo contra mí, sino contra todos aquellos que en Cuba quieren participar en una oposición pacífica, por medio de ideas y críticas. Es una advertencia.

 

Advertencia que el vicepresidente del Comité, Adolfo Rivero Caro, también atacado por Granma, interpreta como una intimidación: “Se busca disuadir a los cubanos que quieran denunciar abusos de venir al Comité, publicando fotos de Bofill con esas personas tomadas secretamente en el interior de su casa. ¿Quién quiere correr el riesgo de aparecer en la televisión en compañía de un individuo acusado de traidor?”. Sin embargo, la campaña parece haber tenido un efecto bumerán, pues el número de miembros del Comité aumentó tras la misma. Según el doctor Samuel Martínez Lara, uno de sus directivos: “Ese diluvio de publicidad negativa ha tenido la virtud de hacer que el nombre de Bofill tenga un eco inmediato en la población cubana, que ya sabe que en el país existe una organización defensora de los derechos huinanos”.

 

César Leante es un escritor cubano que en la década del cincuenta militó en la Juventud Socialista y luego en el Partido Socialista Popular (comunista). En octubre de 1981 solicitó asilo político en España.

Corralito castrista, el peor de todos

Elías Amor Bravo

19 de marzo de 2013

 

El diario oficial del régimen castrista no escatima esfuerzos. Hoy dedica una especial atención a la situación financiera en Chipre, a la que califican como “corralito a la europea”. Nunca es bueno ver la paja en el ojo ajeno, porque termina siendo más doloroso.

 

Cuesta creer que un sistema político cuyos dirigentes, desde el principio, suprimieron cualquier derecho de propiedad a la población, estableciendo un sistema basado en el control absoluto de la propiedad por el estado, haga referencia a la seguridad bancaria.

 

Tal vez convendría recordar que el primer “corralito de América” se produjo en Cuba, en aquellos meses terribles que se sucedieron a la llegada de los llamados “revolucionarios” cuando el entonces ministro de economía, Che Guevara, ordenó la cancelación de todos los depósitos en los bancos, su nacionalización y la confiscación masiva a los que habían otorgado su confianza a las entidades crediticias.

 

La fecha, fatídica para muchos cubanos, el 5 de agosto de 1961. Después de haber nacionalizado la banca el año anterior, ese día, y sin aviso previo, el régimen castrista realizó un cambio de la moneda nacional por nuevos billetes de banco, que además habían sido impresos en Checoslovaquia para no llamar la atención. El cambio de los billetes para los depositantes se realizó en un solo día, lo que generó largas colas en los bancos, que ya entonces estaban bajo control comunista. La cantidad a cambiar se limitó a 400 pesos por persona. Simultáneamente, las cuentas corrientes en los bancos quedaron bloqueadas sin acceso a sus titulares.

 

Desde entonces, el sistema bancario castrista ha sido un “zombie viviente” en el que los viejos carteles, títulos y denominaciones de las entidades financieras confiscadas, se mantienen en las deterioradas puertas de los establecimientos, mientras que otras entidades creadas por la llamada “revolución” continúan sin cumplir los fines que se otorgan en cualquier economía a un sistema financiero.

 

Lo ocurrido a los chipriotas es lamentable. Sobre todo, cuando en la Unión Europea, el respeto a la propiedad privada es mucho más seguro que en el régimen castrista, donde a lo largo de los últimos 55 años cada vez que el poder político atisbaba signos de revitalización de la actividad económica privada, procedía a nuevas olas de confiscaciones, robos sistemáticos, expropiaciones y condenas por el mero hecho de realizar una actividad económica que en cualquier otro país del mundo sería bien recibida.

 

No es extraño que los cubanos recelen de sus dirigentes a la hora de poner en marcha cualquier actividad por cuenta propia. El temor a una confiscación o a un castigo penal se mantiene porque las leyes básicas que regulan la actividad empresarial privada siguen siendo las mismas que se dotaron durante la llamada “revolución” manteniéndose la base de la planificación central de la economía y la existencia de la propiedad estatal como referencia fundamental del sistema.

 

Che Guevara aplicó el “corralito” a las grandes empresas de Estados Unidos que operaban en la Isla, a los dueños de las grandes explotaciones e ingenios, de los medios de comunicación, de las empresas de servicios públicos. Eso es cierto, pero con aquellas decisiones confiscatorias también se apropió sin derecho alguno a indemnización de los depósitos de los cubanos que habían trabajado con esfuerzo para conseguir ahorros para su vejez. Las dos décadas de los años 40 y 50 habían supuesto un estímulo muy importante para el crecimiento de las rentas, el consumo y el ahorro de los cubanos. Y el Che, aplicó un “corralito” para apropiarse de toda aquella riqueza y ponerla al servicio de la llamada “revolución” cuando fueron conscientes de que nadie, en su sano juicio, podría prestarles fondos financieros a nivel internacional para llevar adelante las medidas totalitarias que en aquellos primeros momentos del fervor revolucionario se veían venir.

 

Lo más grave, es que aquellos cubanos confiscados de sus propiedades y ahorros, nunca recibieron contraprestación alguna. Salvo casos puntuales que se concretaron en mariscos o abalorios vergonzantes cuya cuantificación económica se realizó de forma burlesca, nunca el régimen castrista ha tenido la menor intención de compensar a quiénes fueron confiscados en sus activos. El paso del tiempo ha contribuido a agrandar, si cabe, más aun el daño realizado por aquellas medidas.

 

Los cubanos no se deben dejar engañar por Granma y la manipulación castrista. Los chipriotas podrán perder parte de sus depósitos, pero en la economía de mercado existen fórmulas de compensación que, a medio y largo plazo, pueden actuar de forma positiva, por ejemplo, la conversión en acciones de las entidades o la emisión de certificados de depósito negociables. En el régimen castrista, ni eso. Generaciones de cubanos han muerto sin volver a recuperar ni una pequeña parte de sus activos, de sus depósitos o del valor de sus viviendas.

 

Y Castro sigue ahí, autorizando la publicación en Granma de artículos que confunden a los cubanos y les llevan a error.

 

Porque si efectivamente “muchos chipriotas se sintieron estafados; otros, menos pasivos, reclamaron sus derechos frente a las sedes bancarias”, en el caso de Cuba, nada de ello fue posible por el temor a las represalias y la generalización del terror. Nadie podía cuestionar las decisiones administrativas confiscatorias, porque no existía tribunal alguno que se comprometiera a la defensa de los recursos. Ni siquiera cabía esa fórmula que en el período democrático de la República garantizaba que los derechos no fueran pisoteados.

 

Los cubanos, a diferencia de los chipriotas, tuvieron que abandonar su país rumbo al exilio, sin más pertenencias que una maleta de reducidas dimensiones. Sin nada de lo que habían construido atrás, y sin la posibilidad de retorno. Esa ha sido la historia de los más de dos millones de cubanos obligados al exilio o a la emigración para poder respirar la libertad.

 

Muy pocos chipriotas tendrán que padecer este drama. Prácticamente, ninguno. Incluso, si se organizan, pueden llegar a frenar el impacto de las medidas y suavizar sus costes sociales. En Cuba ello no fue posible, porque la represión castrista, las delaciones y el miedo a perder la vida provocaron la salida masiva del país.

 

El drama de los cubanos expropiados por el régimen castrista es una cuestión fundamental para la construcción del diálogo nacional democrático. Es una cuestión que no admite posiciones intermedias, pero que exigirá de una gran negociación, para no poner en peligro la viabilidad del nuevo sistema democrático que se construya tras la finalización de la dictadura castrista.

Algunos asesinatos del castrismo

Reseñas de Casos

 

 

Los informes y resúmenes en esta página representan una mera fracción de los miles de casos documentados por Archivo Cuba. Vaya a la Base de Datos, en el menú de la izquierda para mayor detalle sobre cualquiera de los casos en los informes. (La base de datos sólo está disponible en inglés.)

 

Si tiene información sobre alguna víctima del proceso político cubano, por favor aporte los datos del caso aunque éste aparezca en la base de datos. Se le agradece si imprime una planilla y nos la envía con fotos o documentos que pudiera tener. Presione aquí   planilla_de_datos

 

Más...

Represión e intolerancia

Efrén Córdova

 

Raíces de la represión y la violencia

 

La represión ha sido consubstancial a la revolución y ha estado presente en forma directa o indirecta en todas las etapas de su existencia. No podía ser de otro modo dadas sus raíces marxistas y autoritarias, los rasgos principales de la personalidad de Castro y la índole de la resistencia cívica suscitada por la implantación de un régimen de estirpe totalitaria.

 

Que el comunismo ha estado siempre asociado con la aplicación de medios violentos, es fácil de documentar. Desde sus primeros textos, Marx y Engels proclamaron abiertamente que los objetivos del comunismo sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente».1 Lenin a su vez pondría más tarde de relieve la importancia de imprimirle un carácter violento a la que él llamaba la inevitable revolución socialista2 y aún más afirmaría sin titubeos que los comunistas no habían renunciado nunca, ni podían renunciar al terror, forma de acción que era a su juicio «completamente útil y hasta indispensable».3 La propia fórmula de la dictadura del proletariado entraña por su parte autoritarismo y concentración absoluta de poderes.

 

El movimiento revolucionario que llegó al poder en 1959, no podía escapar al influjo de esas prédicas. Su objetivo era efectuar un cambio total de estructuras independientemente de los deseos del pueblo y sin excluir para ello el uso de la violencia. El régimen que sus jefes instauraron es al propio tiempo sucesor y beneficiario de las experiencias totalitarias vividas en este siglo; de ellas heredó el propósito de absorción de todos los poderes por la élite revolucionaria que se hizo cargo del gobierno. Los bolcheviques afirmaron esa pretensión con el lema de «todo el poder para los soviets». Mussolini definió ese rasgo totalitario y excluyente postulando que «todo debía estar dentro del Estado, nada fuera de él». Hitler enfatizó la subordinación del individuo al Estado y la obediencia de las masas al Fuhrer.

 

Fidel Castro accedió al poder con todas esas influencias en su mente. Su ascensión al liderazgo de la revolución no fue accidental ni fortuita sino el resultado de circunstancias propicias y acciones planeadas y ejecutadas en consonancia con sus ambiciones, sus lecturas y el apoyo de colaboradores de extracción marxista. Retener a toda costa el poder ya conquistado ha sido el leit motiv ulterior de todas sus políticas. Todo cuanto ha ocurrido en Cuba después -su adhesión al campo socialista, su antiamericanismo sistemático y sus medidas autoritarias- corresponden a su propósito de detentar un poder absoluto, personal y de duración indefinida. Ese propósito lo impulsó en primer lugar a la dictadura, la cual provocó a su vez la resistencia cívica y ésta generó un nuevo ciclo de represión.

 

Llevar a cabo esa represión en forma drástica e implacable correspondía al propio tiempo a la personalidad de Fidel Castro. Tal como se explica en otro capítulo de este libro, el Fidel Castro anterior a 1959 fue mostrando sus inclinaciones en una serie de hechos significativos: su participación en el Bogotazo y la expedición de Cayo Confites, su intervención en las agitadas y a veces violentas luchas estudiantiles y su adhesión al grupo terrorista Unión Insurreccional Revolucionaria. Aunque Castro no llegó a ser figura principal de esta organización, su pertenencia a la misma tiene particular importancia. Dirigida por Emilio Tro, un veterano de la II Guerra Mundial que probablemente sufría de psicosis de guerra, UIR era «una organización que creía febrilmente en la violencia como método».4 No tenía un programa conocido pero sí un lema perentorio: «la justicia tarda pero llega». Curiosamente se enfrentaba a otro grupo de acción llamado Movimiento Socialista Revolucionario, dirigido por Rolando Masferrer, veterano de la Guerra Civil española. Uno y otro grupo estaban integrados por gente impulsiva, ambiciosa y sin escrúpulos que aspiraba a llegar al poder político sin reparar en los medios y es en ese ambiente de violencia delirante y justicia expeditiva donde hay que ir a buscar las raíces más hondas de la vocación por la violencia y la represión de Castro.5 Cuando Batista llevó a cabo en 1952 su malhadado golpe militar, a Castro se le abrieron los cielos. Advirtió enseguida las posibilidades de alcanzar las más altas posiciones por la vía de la acción directa. El antiguo pandillero, dotado por lo demás de gran inteligencia, se tornó guerrillero. Sus inclinaciones y experiencias bélicas se prolongarían entonces con móviles más nobles en el asalto al Cuartel Moncada y en la lucha de guerrillas de la Sierra Maestra y esas vivencias contribuirían a arraigar en su psiquis una buena dosis de caudillismo y autoritarismo.

 

Con esas características personales llegó Castro al poder en 1959. Pocos sabían entonces que había llegado también con el designio de utilizar la revolución nacionalista y democrática que había dado al traste con la dictadura de Batista para establecer en su propio beneficio una dictadura del proletariado. Para la gran mayoría de los cubanos que sintieron en 1959 un renacer de la democracia y la esperanza de un mejor destino nacional, el propósito de Castro era inaceptable y sabía a traición. Se inicia así la reacción anticastrista que lleva ya 40 años de actividad y se hizo pronto claro que Castro sólo podía realizar su designio personal a costa de convertir a Cuba en un país emasculado y sometido.

 

Las primeras manifestaciones del ciclo de acciones y reacciones que conforman estos 40 años de revolución no tardarían en producirse.

 

El paredón de fusilamiento

 

El 10 de enero de 1959, 72 oficiales y soldados del Cuartel Moncada en Santiago de Cuba fueron fusilados por orden de Raúl Castro. El tribunal que los condenó a muerte estuvo presidido por el Comandante Manuel Piñeiro quien más tarde ocuparía altos cargos en la revolución. Otros fusilamientos de militares y civiles tuvieron lugar en varias ciudades de la isla. En La Cabaña, por ejemplo, Ernesto Guevara dispuso la ejecución de 55 personas; los juicios duraban apenas unas horas y la decisión final la tomaba casi siempre el propio Guevara.6

 

Así empezó la ola de terror con que se estrenó el Gobierno Revolucionario dirigido por Fidel Castro. En medio de la gran alegría popular que siguió a la caída de Batista, la revolución estaba sentando un ejemplo y enviando un mensaje. En un caso famoso, el del Coronel Jesús Sosa Blanco, el juicio llevado a efecto en el Palacio de los Deportes tuvo las características de un circo romano. El proceso se trasmitió por televisión a todo el país y el inculpado que en todo momento alegó que era un militar que cumplía órdenes superiores, fue por supuesto fusilado. En Santa Clara, el Coronel García Olayón fue fusilado ante las cámaras de cine y televisión y en igual forma pereció el Coronel Cornelio Rojas. Junto a los militares fueron ejecutados algunos funcionarios civiles, no pocos informantes y alguna que otra víctima de venganzas personales o arreglos de cuenta.

 

No hay cifras exactas sobre el número total de fusilados en esa primera etapa de la revolución. Duarte Oropesa habla de fusilamientos masivos y de ola de fusilamientos.7 Hugh Thomas afirma que más de 200 personas fueron fusiladas entre el 1 y el 20 de enero.8 Juán Clark cita 485 fusilados durante 1959 y otros 146 más condenadas a muerte pero no ejecutados.9 Samuel Farber alude a varios centenares.10 Rafael Fermoselle11 y Enrique Encinosa12 dicen que en las primeras tres semanas de enero se llevaron a cabo no menos de 288 fusilamientos. Un solo fiscal, Carlos Amat, fue responsable de la ejecución de unas 100 personas. En esas primeras semanas de revolución muchos fueron los ajusticiados que se enterraron en forma colectiva en zanjas abiertas con motoniveladoras.

 

No había razón militar alguna para ese baño de sangre. El ejército de Batista había depuesto las armas en todas partes; no había foco alguno de resistencia y el país vivía momentos de intensa alegría. La justificación se trató de encontrar en el mito de las 20.000 víctimas del régimen de Batista y el rótulo de criminales de guerra que se endilgó a todos los fusilados. La leyenda de los 20.000 muertos fue uno de los primeros productos de la propaganda castrista ayudada en este caso por la revista Bohemia que no se cansó de publicar reportajes de crímenes atroces y fotografías de cadáveres abandonados. Quienes investigaron a fondo la cuestión descubrieron, sin embargo, que en los archivos de Bohemia no pasaban de 700 las denuncias de asesinatos y que el número total de personas que perdieron la vida en forma violenta (incluidas las bajas de la Sierra Maestra) era de 1,703.13 Algunos de los ajusticiados habían sido asesinos y torturadores pero eran los menos. No es posible olvidar que ninguno de los fusilados ocupaba una alta posición en el régimen de Batista; los grandes responsables de ese nefasto régimen se asilaron o escaparon en los primeros días de enero.

 

Sí existían, en cambio, poderosas razones políticas que explican las ejecuciones. Castro quería distanciar la revolución desde su inicio de la Cuba de ayer. Deseaba enfatizar el carácter drástico e implacable de la Segunda República e identificar al pueblo con sus propósitos radicales. Aunque fueron varios los comandantes rebeldes que se distinguieron por su revanchismo, quienes inspiraron la ola de fusilamientos fueron los hermanos Castro y los motivos que tuvieron para ello se relacionan con sus planes de largo plazo. La mejor prueba de ello se tiene en la anulación que contra todos los principios jurídicos, Fidel Castro decretó en el juicio seguido contra los 43 aviadores acusados de bombardear la población civil. Absueltos por un tribunal revolucionario, un Castro iracundo dispuso que se les juzgara una segunda vez y por supuesto se les condenara a largos años de prisión.

 

La prensa extranjera reaccionó con horror ante las fotos y películas de los fusilamientos y fue para ripostar a esas críticas que Castro convocó al pueblo a la gran concentración del 22 de enero de 1959. Ese día Castro advirtió que su oratoria ejercía «extraños poderes de coerción emocional»14 sobre una gran parte del pueblo; ese día se forjó una alianza entre Castro y esa parte de la sociedad que algunos acostumbran llamar plebe. Centenares de miles de cubanos lanzaron ese día el siniestro grito de ¡paredón! en apoyo de los fusilamientos y Castro supo desde entonces que podía contar con ellos para su empresa de odio y enfrentamiento. Había cobrado fuerza el culto a la idea de revolución, se había materializado la concepción radical, violenta y delirante de la vida social y política15 y de repente comenzaron a proliferar por todas partes los nuevos «sans-culottes». Si el Máximo Líder convirtió ese día al pueblo cubano en cómplice de la muerte de centenares de compatriotas, sin duda que podía contar con ellos a la hora de las expropiaciones, las destituciones y los encarcelamientos. La fórmula consistiría simplemente en hacer creer al pueblo que era agente activo del proceso revolucionario. Ya Castro había estado utilizando con habilidad su mensaje de odio al poderoso y ahora su primer ensayo de «democracia directa» le indicaba que el terreno era propicio para seguir adelante. Lector ávido de Lenin recordaría sin duda su apología de la violencia y su elogio de la agitación general y sistemática.

 

Aplicación ulterior de la pena de muerte

 

Los fusilamientos no terminaron con la racha sangrienta de 1959 ni tampoco se limitaron sólo a los partidarios del régimen de Batista. La pena capital se ha seguido invocando después a lo largo de estos 40 años y se ha aplicado a cuantos se han atrevido a retar y poner en peligro el poder omnímodo de Castro. Prácticamente abolida en Cuba en la Constitución de 1940 y escasamente utilizada en la república, la pena de muerte se convirtió en rutina judicial. Entre el 1º de enero de 1959 y el 29 de noviembre de 1961, el régimen de Castro decretó la pena de muerte con respecto a 29 figuras delictivas, casi todas relacionadas con actividades contrarrevolucionarias.

 

Tras la ejecución de los elementos ligados a la dictadura de Batista, los fusilados en el decenio de 1960-70 fueron principalmente los que desde el exterior o en el interior de la isla tuvieron el coraje de enfrentarse a la nueva dictadura. Figuran entre ellos los dirigentes de los grupos y facciones que habían luchado por un retorno a la democracia y se sentían traicionados por el giro autoritario y marxista que Castro estaba imprimiendo a la revolución. Cuantos cubanos participaron en acciones clandestinas de infiltración, alijo de armas o desembarco de pertrechos arriesgaron también sus vidas y algunos fueron en efecto ejecutados. No escaparon al pelotón de fusilamiento altos oficiales, clases y soldados del Ejército Rebelde acusados de conspirar. En agosto y octubre de 1962 sólo en La Cabaña el gobierno fusiló a docenas de ellos. Tampoco salvaron sus vidas los tres sindicalistas empleados de la Compañía Cubana de Electricidad implicados en el sabotaje de la calle Suárez en 1961.

 

Los procesos criminales que conducían a la ejecución carecían de garantía alguna de imparcialidad. No la había en la naturaleza misma del órgano encargado de decidir sobre la vida o muerte del inculpado. Esos órganos fueron primero los tribunales militares o revolucionarios, incapacitados por su propia índole para juzgar con objetividad, y más tarde los tribunales populares, dependientes del Consejo de Estado y la Asamblea Nacional, y renuentes por ello a apartarse de las instrucciones tácitas o explícitas que recibían. Quienes más se destacaron en los primeros años como fiscales, presidentes de tribunales o incluso interrogadores de la Seguridad del Estado fueron recompensados con las más altas posiciones. Manuel Piñeiro llegó a ser Vice Ministro del Interior, Carlos Amat Ministro de Justicia, el interrogador Isidoro Malmierca Ministro de Relaciones Exteriores y Augusto Martínez Sánchez, fiscal del segundo juicio de los aviadores, Ministro de Defensa y de Trabajo. Quienes del lado contrario se distinguían por el vigor y fogosidad de sus defensas podían ser después encarcelados como le sucedió a los abogados Aramís Taboada y Lázaro Ginebra.

 

Tampoco eran adecuados los procedimientos que se seguían. Los acusados de delitos contrarrevolucionarios no tenían derecho al recurso de habeas corpus ni podían invocar las otras garantías procesales que se reconocen en otros países. Los juicios se tramitaban en forma sumaria o sumarísima y las apelaciones se hacían al principio ante el mismo tribunal que dictaba la condena. En la mayor parte de los casos las sentencias se basaban exclusivamente en los alegatos del fiscal o en los informes que posteriormente rendían los órganos de la Seguridad del Estado. Todavía hoy la Constitución reformada en 1992 permite que las leyes penales tengan efecto retroactivo «cuando así lo dispongan por razón de interés social o utilidad pública»16

 

Condenando así en forma despiadada y expeditiva, la revolución fue sofocando alzamientos, infiltraciones, sabotajes y otras manifestaciones de resistencia. Leyes especiales y reformas de los códigos penal y militar fueron previendo la pena capital para una nueva gama de delitos, incluyendo incendio de cañaverales, sabotajes a fábricas e instalaciones y varios tipos de sedición. Los hermanos Castro fueron así haciendo claro que la revolución que ellos dirigían iba a instaurar una suerte de terror permanente, una revolución sin Termidor. La pena de muerte o su simple amenaza servirían para hacer el vacío a su alrededor. Si para perpetuarlos en el poder era necesario sacrificar incluso la vida de un antiguo comunista como fue el caso de Marcos Rodríguez en 1963, Castro y su hermano no vacilaban en autorizar el fusilamiento.

 

El Comandante en Jefe no ha tenido nunca escrúpulos en suprimir vidas, incluso de sus compañeros de armas, si bien a veces revestía sus actos de la mayor hipocresía. A la madre y los hermanos de Humberto Sorí Marín les aseguró que éste no sería ejecutado y lo mismo hizo muchos años más tarde con los familiares de Arnaldo Ochoa y Tony La Guardia. Su dureza y falta absoluta de valores morales eran vicios transmisibles que contagiaban por ejemplo a los que se ofrecían para integrar pelotones de fusilamiento.

 

Los fusilamientos reales eran ejercicios macabros que seguían un mismo guión. He aquí cómo describe los fusilamientos de La Cabaña quien los conoció de cerca por ser figura importante de la revolución:

 

«Las noches de fusilamiento estaban cargadas de un creciente clima de terror. Alrededor de las 11 de la noche encendían un potente reflector que iluminaba el palo enterrado en que amarraban a los condenados a muerte. Media hora después comenzaban a llegar los espectadores que se regaban por los alrededores. No se podía dormir en las galeras donde reinaba la tensión. Pocos minutos antes del fusilamiento se oía perfectamente el ruido del motor del carro celular que iba a buscar a los condenados a las capillas que estaban al otro lado de la prisión. Se escuchaban luego los ruidos de la puerta trasera por donde sacaban al condenado; la sensación de impotencia y desesperación era verdaderamente insoportable. No hay nada más desgarrador que la profunda sensación de horror que producían los fusilamientos en La Cabaña. La descarga mortal y el tiro o los tiros de gracia eran como un alivio para todos. Los gritos de ¡Viva Cuba libre! y ¡Viva Cristo Rey! que lanzaban los condenados aumentaban la tensión colectiva acumulada en las galeras. Y como casi siempre había varios fusilamientos programados pronto empezaba de nuevo el siniestro rito».17

 

Las secuelas de Playa Girón

 

La acción represiva llegó al clímax con ocasión de la frustrada invasión de Bahía de Cochinos. La forma irresponsable como se planeó y ejecutó la operación permitió al régimen arrestar, detener y en algunos casos ejecutar a muchos conocidos anticastristas. El G2 como era entonces conocido el órgano encargado de abortar la creciente marea oposicionista tuvo oportunidad de desarticular a tiempo a los grupos subversivos que actuaban en las ciudades. Entre el 17 y el 20 de abril quince de los principales líderes de la resistencia fueron fusilados en La Cabaña.18 Otros fusilamientos tuvieron lugar en ciudades del interior. El operativo policial produjo así el desplome del llamado «frente interno» que se suponía iba a abrirse en concomitancia con la invasión. Cubanos del exterior que habían desembarcado en los días que precedieron a la invasión así como sus agentes y enlaces en la isla fueron encarcelados y algunos de sus líderes como Rafael Díaz, Manuel Puig y Eufemio Fernández fueron también fusilados.

 

Tan pronto como ocurrió el preludio de la invasión que fueron los ataques aéreos del 15 y 16 de abril se produjo la gran redada de cuantos a los ojos del régimen pudieran serle desafectos. No se trataba sólo de arrestar a los sospechosos ni de vigilar de cerca a quienes se habían manifestado en contra del rumbo totalitario que Castro había dado a la revolución. Se procedió por el contrario a colocar bajo custodia a cuantos por su origen social, lugar de residencia e incluso profesión podían considerarse contrarios potenciales a la República Socialista que por esos mismos días había sido proclamada. Cientos de miles de cubanos fueron así internados en stadiums deportivos, teatros y edificios públicos. En el teatro Blanquita en Marianao por ejemplo, unos 3.000 ciudadanos fueron concentrados durante 7 días y similares internamientos tuvieron lugar en estaciones de policía, centros escolares y casas particulares. El G2 habilitó varias casas vecinas en Miramar para la retención de quienes por cualquier motivo podían estimarse contrarios al régimen. En una de ellas, 300 personas permanecieron hacinadas durante varios días sin alimentos adecuados ni facilidades higiénicas, durmiendo en el suelo y privados de comunicación con el exterior.

 

La infausta invasión se saldaba con un doble fracaso: el de la Brigada de Asalto que apenas pudo luchar tres días y el de la liquidación de los grupos clandestinos que tanta fuerza estaban adquiriendo. Quedará sin duda en la historia como una de las operaciones más desatinadas que se hayan concebido jamás. Ciento catorce miembros de la Brigada murieron en la operación; cinco brigadistas hechos prisioneros en Bahía de Cochinos fueron más tarde ejecutados; nueve murieron asfixiados en la rastra que los conducía a La Habana y otros perecieron de inanición en las frágiles embarcaciones en que lograron escapar. Hubo también desde luego, un elevado número de bajas del lado de las fuerzas del gobierno. Así se saldaba en un baño de sangre la aciaga operación que un Informe posterior del Inspector General de la CIA reconoció con gran benevolencia que «estuvo mal organizada» y cuyo efecto sobre la moral del exilio fue devastador. El control norteamericano de la invasión serviría también para engrandecer la figura de Castro y proporcionar nuevos faustos al calendario revolucionario.19

 

Entre Playa Girón y la crisis de los cohetes de 1962 se sucedieron conspiraciones, alzamientos, luchas guerrilleras e intentos de subversión. Apareció un Frente Anticomunista de Liberación que junto a otros grupos revolucionarios contó con el apoyo de oficiales del Ejército Rebelde y tuvo amplio respaldo ciudadano. Fueron frecuentes los sabotajes, las infiltraciones, los ataques de tipo comando y se intentó incluso la eliminación física de Castro. Todo se estrelló frente al muro cada vez más infranqueable del sistema represivo castrista. Enrique Ross sostiene que esos actos de rebeldía costaron la vida de más de 500 cubanos.20 A sangre y fuego Castro fue también aniquilando las guerrillas campesinas del Escambray y a modo de escarmiento dispuso luego el traslado y destierro en el Occidente de Cuba de cientos de familias campesinas que residían en la zona del conflicto, «despojándolos de las tierras que cultivaban, confiscándoles cuanto poseían y lanzándolos despiadadamente a la miseria y la desesperación».21

 

Al margen de la represión organizada están las masacres y otras manifestaciones anómicas de brutalidad policíaca. En Cuba el régimen prefiere olvidarlas pero la memoria histórica del exilio las tiene presente. Son manchas de la revolución que no se pueden borrar: los asesinatos de Barlovento en enero de 1962, la ejecución de 40 integrantes de las guerrillas anticastristas del Escambray en 1963-64, la masacre de Río Canímar de julio de 1980 y más recientemente el vil exterminio de 41 hombres, mujeres y niños ahogados en la embestida del remolcador 13 de marzo en 1994.22 Hechos de esa naturaleza hacen recordar las palabras del Che Guevara: «El odio implacable hacia el enemigo nos impulsa por encima y más allá de las limitaciones naturales del hombre y nos transforma en efectivas, violentas, selectivas y frías máquinas de matar».23

 

Algunos fusilamientos ocurridos durante esos años eran ampliamente publicitados para que sirvieran de escarmiento. Otros se mantenían en secreto si se estimaba que su número creciente podía generar juicios adversos. Se explica así la dificultad de ofrecer un cómputo más o menos confiable del total de cubanos ejecutados por el régimen de Castro. Tal vez el recuento más exacto es el de Esteban Beruvides quien fija en 5.000 el número de cubanos fusilados, asesinados o ahogados en el Canal de la Florida y ofrece nombres, fecha y lugar del fallecimiento. Dicho autor se apresura, sin embargo, a declarar que su cómputo representa no más del 15 al 17 por ciento de los muertos en la lucha contra Castro o la huida del país.24 Por su parte la Fundación de Derechos Humanos en Cuba estima en 18.000 el número de víctimas del régimen de Castro.

 

Pasados algunos años, la represión directa cedió el paso a otros métodos que si bien eran menos draconianos, también tenían un alcance más generalizado, tales como los encarcelamientos indiscriminados, el perfeccionamiento del sistema de vigilancia, la privación del empleo y las presiones sociales y psicológicas.

 

El presidio político

 

Tampoco hubo en Cuba antes de la revolución tradición de encarcelamientos masivos de opositores al gobierno. Hubo arrestos arbitrarios, penas de privación de libertad y crímenes en la época de Machado y de Batista, pero no se colmaron las cárceles. Esta situación cambió, sin embargo, radicalmente en 1959. La revolución mostró una temprana inclinación para enviar a prisión a cuantos se mostraban contrarios a Castro o se limitaban a discrepar de sus planes.

 

Los encarcelamientos fueron aumentando a medida que se hacía patente la orientación totalitaria del régimen castrista y se tomaba conciencia de la traición que representaba con respecto al movimiento de liberación democrática que había derrocado a Batista. Pronto comenzaron a hacinarse las cárceles de presos políticos que el gobierno invariablemente calificaba de gusanos y contrarrevolucionarios. Ya no bastaban las viejas cárceles de Isla de Pinos, La Cabaña y El Príncipe; hubo necesidad de construir 200 nuevas prisiones que puntearon la geografía de la isla de un extremo al otro. No tardaron en adquirir triste notoriedad los nombres de Boniato, Combinado del Este, Combinado del Sur, Kilómetro 7, Kilómetro 5½ y Manto Negro, esta última destinada sólo para mujeres como era antes la de Guanajay.25 En algunas cárceles se construyeron calabozos subterráneos o tapiados como fueron los del tenebroso Rectángulo de la Muerte en el Combinado del Este. A las prisiones vinieron a sumarse los campos de concentración como el de Manacas y los de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).

 

En 1967 cuando se cerró el antes llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos sus registros indicaban que desde 1959 más de 13.000 cubanos habían estado recluidos allí. En La Cabaña, en cuyos patios resonaba el eco de las descargas que segaron tantas vidas, la cifra se elevaba por esa época a 3,000 y otros tantos fueron internados en El Príncipe. Todavía en los años 80 la población penal de la prisión de Ariza en Cienfuegos oscilaba entre 2.000 y 2.500. A fines del decenio de 1960 la cifra de los prisioneros políticos pasó a 60.000 reclusos.26 La Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional calculaba que la población carcelaria total del país se elevaba en 1991 a 100.000 personas.27

 

El número de presos políticos disminuyó en años posteriores debido a varios factores: la expulsión del país, el destierro voluntario, la fuga en balsas y la sensación de impotencia ante el Estado omnímodo. Cuando el Papa visitó la isla en enero de 1998 aún quedaba un gran número de presos políticos. El Sumo Pontífice pidió clemencia para unos 500 de ellos de los cuales el gobierno liberó aproximadamente a la mitad; la mayoría de los liberados fueron luego forzados a salir del país. No incluidos entre los indultados estaban los cuatro firmantes del manifiesto «La patria es de todos» ni otros connotados opositores de conciencia defendidos por Amnesty International.

 

El sistema penitenciario ha cumplido en el castrismo varias funciones importantes. Es ante todo un medio de quebrar el espíritu de resistencia de los opositores, atemorizar a los disidentes y poner de relieve el precio a pagar por los inconformes. Tiene asimismo un fin expiatorio y retribucionista que hunde sus raíces en la prédica de odio y lucha de clases que Castro supo instilar desde el comienzo. Cuando en una oportunidad los presos en la cárcel de Guanajay se quejaron del mal trato que recibían, el director del centro les respondió: «Ustedes no tienen razón; ustedes vienen aquí a sufrir». El objetivo de reforma se aplicaba sólo a quienes accedían a ser reeducados y adoctrinados en la filosofía marxista del régimen. A éstos se les trasladaba a una granja de rehabilitación en la que la asistencia a las charlas de enseñanza marxista-leninista se combinaba con diez horas diarias de labores agrícolas. A los «plantados» que se negaban a ser adoctrinados se les restringían las raciones, se les negaban ciertas facilidades y se les infligían diversos castigos.

 

Las penas de privación de libertad se distribuían primero a discreción por los tribunales revolucionarios hasta que fueron después institucionalizadas con generosidad en los códigos y las leyes. No eran raras las condenas de 20 y 30 años y sucedió a ocasiones que cuando estaba cercana la fecha de extinción de la pena se buscaba la manera de imponer un castigo adicional por otra alegada infracción. Fue así que los sindicalistas Mario Chanes de Armas y Ernesto Díaz Rodríguez permanecieron en prisión 31 y 17 años respectivamente. Aún más grave fue la enormidad jurídica consistente en condenar a los acusados por acciones presumibles o de posible comisión y penalizarlas al amparo del llamado estado de peligrosidad.

 

El régimen generalizó además otro tipo de encarcelamiento estrictamente limitado por cierto en otros países: el de la prisión preventiva de duración indefinida. A los inculpados se les detenía sin fianza desde el comienzo del proceso inquisitivo y sin que mediara orden judicial alguna. Podían permanecer en ese estado sin que se celebrara juicio por largo tiempo. En 1962 Castro reconoció que se habían practicado arrestos innecesarios y que muchas personas habían estado semanas enteras sin juicio. Treinta y seis años más tarde, Vladimiro Roca y tres colegas firmantes del precitado manifiesto «La patria es de todos» fueron detenidos sin juicio en Villa Marista y otras prisiones y 20 meses después, cuando estas líneas se escriben, seguían encarcelados sin que se hubiera celebrado juicio alguno.

 

Los procesos que daban lugar a prisión por motivos políticos adolecían de los mismos o aún mayores defectos que los que originaban ejecuciones. Ni siquiera después de haberse institucionalizado el enjuiciamiento criminal en los años 70 se han respetado las garantías procesales y sustantivas que caracterizan los juicios criminales en otros países. Como se pone de relieve en el capítulo XIII ni siquiera se aplican en la práctica las pocas disposiciones protectoras del individuo que aparecen en los artículos 58 a 62 de la Constitución en vigor. Frente al Estado-Leviatán el ciudadano yace inerme y desamparado.

 

Todavía más censurable es el trato que se ha venido dando a los presos políticos durante estos 40 años.28 El sistema carcelario de la Cuba castrista es la negación de todos los adelantos logrados por el derecho penal y penitenciario en los últimos tiempos. En términos generales se le puede calificar de vengativo, arbitrario y librado a la crueldad o criterio del carcelero de turno. A los presos políticos se les recluyó durante ciertos períodos con los presos comunes, a quienes se les pedía que hicieran la vida aún más penosa a los presos de conciencia.

 

Era frecuente que se aplicaran castigos corporales a los que se negaban a realizar trabajos. A éstos se les obligaba a usar uniformes amarillos que con el tiempo se convirtieron en marca de orgullo para los que lo portaban. Existían también celdas de castigo tapiadas y angostas destinadas a encerrar a los rebeldes.

 

Independientemente del comportamiento o las categorías regía para todos los reclusos una política de malos tratos y humillación. Ante cualquier manifestación de protesta o en momentos determinados del acontecer político nacional se propinaban golpizas y bayonetazos. Eran frecuentes las requisas dirigidas a privar a los reclusos de piezas de vestir, alimentos u objetos remitidos por los familiares. Se dificultaban las visitas y en algunas cárceles se desnudaba antes a los visitantes y al preso. En las galeras de La Cabaña se hacinaban a veces 300 individuos en donde se suponía fueran internados sólo 40.

 

Las condiciones higiénicas eran deplorables. En algunas cárceles más de 200 personas disponían de un solo servicio sanitario. En las cárceles de Guantánamo y El Príncipe se formularon denuncias por el suministro de agua contaminada, lo que ocasionó disentería y hepatitis. El suministro de alimentos era insuficiente o mínimo y su calidad pésima. En algunas épocas los recluidos desayunaban sólo borras de café o agua con azúcar prieta. El menú de la comida principal consistía a veces en agua con pedazos de macarrones y pan duro; era notoria y tal vez deliberada la falta de proteínas, de leche y otros nutrientes básicos. Los presos macilentos eran espectáculo corriente en todos los centros penitenciarios. La atención médica era inadecuada o inexistente; por falta de ella murieron en prisión el líder obrero Francisco Aguirre y el líder estudiantil Pedro Luis Boitel.

 

El cuadro inhumano que a grandes pinceladas acaba de describirse creaba situaciones de desesperación en los presos y llevó a muchos al suicidio. Al sadismo de muchos carceleros se unía la política misma de la dictadura que llegó al extremo de dinamitar los sótanos de la prisión de Isla de Pinos a fin de explotarla en caso de acercarse el fin de la dictadura. En 1978 un manifiesto suscripto por los presos políticos hacía referencia al «saldo de mártires, inválidos, enloquecidos y mutilados, envejecidos en la cárcel, pero firmes en sus principios frente a las palizas y al largo confinamiento».29

 

Se han publicado muchos relatos de presos políticos, pero aún no se ha escrito la historia completa del Gulag cubano.30 El día que eso ocurra se tendrá una idea de la vergüenza que para Cuba como país civilizado representa el presidio histórico de estos 40 años. Se verá entonces que de ese oprobio y de esa crueldad son ante todo responsables los hermanos Castro, pero también tienen su parte alícuota de culpa cuantos cubanos les secundaron en esa ignominia.

 

El ancho manto de la represión

 

En las dictaduras clásicas latinoamericanas la represión la lleva a cabo el gobierno utilizando a la policía y otros agentes represivos constituidos al efecto. No es ese el caso de la dictadura castrista en la que la represión es un fenómeno multiforme que tiene varias dimensiones y se enlaza estrechamente con la naturaleza totalitaria del régimen. De una manera u otra todas las estructuras del Estado totalitario cubano tienen como objeto primordial la preservación de la existencia y fines del Estado Socialista y a contrario sensu ninguna institución, práctica o libertad, puede establecerse en contra de la organización política en vigor. Tal es la premisa que impregna y rige la sociedad cubana y de la que se deriva la función de represión que en la práctica se ejerce en el orden político, social, militar y hasta psicológico.

 

La dimensión política

 

El proceso revolucionario ha tenido siempre una lógica política irreductible. Se procedió primero a eliminar los otros posibles contendientes de estirpe revolucionaria y enseguida fue tomando cuerpo el partido único que Castro tenía previsto constituir. A medida que adquiría después sus contornos definitivos el Estado totalitario se fue estratificando la sociedad cubana alrededor de las organizaciones de masas, a las que en una forma u otra tenían que pertenecer todos los cubanos bajo la dirección de una nueva clase político-militar sometida a su vez al poder omnímodo de quien figuraba como líder de la revolución.

 

En los años 70 esta situación fue institucionalizándose en consonancia con el carácter de dictadura del proletariado que Castro utilizaba para imprimir mayor autoritarismo a su gobierno. La Constitución de 1976 dispuso que correspondía al PCC la condición de «fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado» y «vanguardia organizada de la nación».31 Tanto el partido como su hermano menor, la Unión de Jóvenes Comunistas, han sido diseñados sobre los principios leninistas de la selectividad de sus miembros, su definición clasista y su disciplina programática.32 A ellos les incumbe actuar en forma militante y agresiva contra quienes amenacen su razón de ser y pongan en peligro lo que el artículo 1 de la Constitución define como un Estado Socialista de trabajadores; en la filosofía castrista la patria se identifica así con el socialismo y éste con una clase social.

 

De estas constataciones resulta que quienes se oponen al socialismo son considerados como traidores a la patria, siendo así que la propia Constitución dice que la traición a la patria «es el más grave de los crímenes y quien la comete está sujeto a las más severas sanciones».33 Todo lo cual significa que las fuentes formales y reales del carácter represivo del régimen emanan de su propio sistema político, de su propia esencia autocrática. En su afán de conservar a toda costa el poder, Castro incrustó de ese modo a la represión en lo más íntimo de su régimen y le imprimió la más vasta proyección. Al servicio del propósito represivo se hallan en consecuencia los diversos órganos estatales: la Asamblea del Poder Popular, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros, la burocracia oficial (que incluye más de 200 viceministros), los institutos armados y los tribunales populares. Todos y cada uno de ellos diseñados a la luz del modelo soviético y de conformidad con los deseos de Castro con vista a reprimir sus opositores. Téngase en cuenta, por otra parte, que el PCC cuenta con 60.000 funcionarios profesionales y una membresía de unas 750.000 personas y la UJC dispone de 40.000 secretarios-activistas, unidos todos por el deseo de seguir disfrutando el poder pero vigilados desde adentro por los jefes de cuadros (comisarios políticos) y desde afuera por la Seguridad del Estado.

 

Las organizaciones de masas

 

Castro no se contentó, sin embargo, con el carácter monolítico de la estructura de poder y extendió al resto de la sociedad su versión del Estado Totalitario. Dispuso para ello la constitución o reconocimiento de las denominadas organizaciones de masas y sociales a fin de encasillar a todos los cubanos en una o varias de las siete principales: la Confederación de Trabajadores de Cuba, la Federación de Mujeres Cubanas, la Federación Estudiantil Universitaria, la Federación de Estudiantes de Enseñanza Media, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Unión de Pioneros de Cuba y los Comités de Defensa de la Revolución. A ellas la propia Constitución les asigna la misión de agrupar en su seno a los distintos sectores de la población e «incorporarlos a las tareas de la edificación, consolidación y defensa de la sociedad socialista».34 Tal incorporación implica desde luego un intenso trabajo previo de movilización y adoctrinamiento.

 

Una de las más numerosas y antiguas de las organizaciones de masas creadas por la revolución35 es la constituida por el conjunto de los Comités de Defensa de la Revolución a su vez formados por vecinos escogidos en una determinada jurisdicción territorial. Fueron creados en septiembre de 1960 y tres años después existían más de 90.000 comités; actualmente agrupan alrededor de siete millones de habitantes. Aunque se constituyeron para defender la revolución de sus enemigos, entonces identificados como contrarrevolucionarios, sus funciones se extendieron pronto a la vigilancia de todos los residentes en el barrio o manzana de que se trate. Era una especie de órgano auxiliar de la policía y la Seguridad del Estado encargado de ejercer una función preventiva de espionaje y delación. De ese horizonte inicial los CDR pasaron luego a ocuparse de otras tareas menos criticables: organizar las donaciones de sangre, ayudar en la alfabetización y vacunación, cooperar en el ahorro de agua y electricidad y promover el trabajo voluntario. Castro ha tenido siempre la sagacidad de combinar las actividades opresivas con las benéficas, los propósitos innobles con los de interés comunitario. En 1998 el congreso nacional de los CDR discutió la manera de enfrentar el delito, la vagancia, la prostitución y la mendicidad.36

 

Mas por encima de esas funciones accesorias, los CDR han seguido siendo fieles a su vocación primaria de fisgones, es decir de informar sobre cualquier actividad sospechosa de que tuvieren conocimiento. Se pudo contar para ello con una buena porción del pueblo cuyos bajos instintos fueron estimulados por Castro. Astutamente se procedió después a consagrar en la Constitución y magnificar lo que el Máximo Líder calificó de participación popular en defensa de la patria. Hacia los años 90 los CDR se habían ramificado en otros órganos de apoyo incluyendo 1,600 Destacamentos de Vigilancia.37

 

Tanto los CDR como las demás organizaciones de masas tienen una estructura unitaria y se ajustan en su funcionamiento a las pautas que les vienen dadas por los altos jerarcas del régimen. Los CDR en particular están por añadidura bajo la dirección de un general de las fuerzas armadas. Así, los que en 1960 integraban los comités creyendo que «hacían revolución», hoy actúan como simples tuercas de la gran maquinaria del totalitarismo.

 

De factura más reciente pero indicativa de un tono más agresivo es la Asociación de Combatientes por la Revolución fundada en 1993; en un plano menos abarcador se sitúan la Unión Nacional de Escritores y Artistas encargada de preservar la ortodoxia castrista en las filas de los intelectuales, la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, copia exacta de la que existía en la Unión Soviética y desde luego la vasta red de organizaciones sindicales. Todas ellas desempeñan el papel de trasmisoras de las decisiones de los órganos políticos, amén de ejercer funciones disciplinarias con respecto a sus miembros. La expulsión de cualquiera de ellas entraña la pérdida de oportunidades de empleo y conduce a una forma de ostracismo social.

 

La dimensión militar

 

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias no han tenido una participación activa frecuente en la represión del pueblo cubano. Sólo en dos oportunidades han sido utilizadas para reprimir manifestaciones de rebeldía: en 1962 cuando el gobierno empleó los tanques para sofocar la protesta de Cárdenas y en 1996 cuando la Fuerza Aérea abatió los aviones de Hermanos al Rescate que volaban cerca de las costas de Cuba. Aclaro que no incluyo aquí en las FAR a la Policía Nacional Revolucionaria cuyo papel represivo se menciona en otras partes de este capítulo. Es indudable, sin embargo, que Castro ha convertido al ejército de institución profesional al servicio de la nación en cuerpo armado al servicio de los fines políticos suyos y del PCC.

 

En tal carácter aun sin haberse empleado a menudo contra la población, las FAR constituyen un elemento disuasorio de primer orden que contribuye a solidificar la represión. Su mero tamaño ejerce una gran influencia psicológica en desalentar los intentos de rebelión o conspiración. Téngase en cuenta que en Cuba el término Fuerzas Armadas Revolucionarias comprende tres ejércitos de tierra: Oriental, Central y Occidental (así divididos para evitar un alzamiento generalizado), la Fuerza Aérea, la Marina de Guerra, la Guardia Fronteriza, las Tropas Coheteriles Antiaéreas y los varios cuerpos paramilitares que están bajo el control del Ministerio de las Fuerzas Armadas dirigido por Raúl Castro: las Milicias de Tropas Territoriales (que comprenden 1,2 millones de personas entrenadas militarmente), el Ejército Juvenil del Trabajo y las Brigadas de Producción y Defensa (organizadas en los 169 municipios). Con razón Hugh Thomas pudo afirmar en 1982 que Castro convirtió toda la nación cubana en un gran campamento militar.38

 

Considérese ahora el peso específico que es dable atribuir al poderío militar y potencia de fuego de las FAR. En una entrevista concedida a un periodista mexicano en 1993, Raúl Castro reveló que el valor de los armamentos dados por la Unión Soviética podía calcularse en diez mil millones de dólares.39 Incluidos en esa estimación estaban 240 aviones de combate (un MIG 29 costaba entonces 20 millones de dólares), que sin duda forman la fuerza aérea más poderosa de América Latina, más los submarinos, fragatas, barreminas, tanques, helicópteros, equipos y armamentos de todo tipo. Sólo en la guerra de Angola participaron 300.000 cubanos y la mayoría de los oficiales que los dirigieron habían sido formados en la Academia Militar de Frunze en la Unión Soviética.

 

No hay que olvidar, por último, que además de las armas, los cohetes y la formación en academias rusas, la URSS mantuvo en Cuba hasta 1993 una Brigada de Infantería Motorizada con 2.800 soldados, 2.500 técnicos destacados en el centro de inteligencia de Lourdes, 1.500 asesores militares y 800 técnicos civiles (un total de 7.600 personas).

 

El poder de la Seguridad del Estado

 

Aunque el régimen de Castro ha sido organizado en su conjunto en función de su objetivo de mantenerse en el poder y reprimir la oposición, existen dentro del mismo órganos específicamente encargados de las actividades de inteligencia y represión. El origen de estos órganos se remonta a la etapa guerrillera de la revolución cuando a mediados de 1958 Castro encomendó al Capitán Ramiro Valdés la creación de una pequeña organización secreta dentro del Ejército Rebelde. Este núcleo originario se expandió en los primeros años de la revolución y luego, en junio de 1961, Castro dispuso la creación del Ministerio del Interior (MININT) que incluye al Departamento de Seguridad del Estado.40

 

La Seguridad del Estado se benefició desde el comienzo de la experiencia de la KGB soviética y la STASI alemana, contando además con el favor y atención preferente del Máximo Líder. Una de las funciones principales de la SE es por cierto cuidar de la seguridad personal de Fidel Castro y los familiares que él designe, además de preservar la integridad del Estado Revolucionario y defender y propagar la doctrina marxista-leninista. No es de extrañar en esas condiciones que el MININT absorba una buena parte de los dineros que Castro ha sustraído al pueblo trabajador o recibido por vía de subsidios de los países socialistas. Dotada de la más avanzada tecnología y disponiendo de un numeroso personal (se calcula que el Minint tiene en su nómina más de 100.000 personas),41 la Seguridad del Estado de Castro ha llegado a figurar entre las más eficientes del mundo. Quienes trabajan para ella han sido cuidadosamente reclutados e indoctrinados, gozan de ciertos privilegios y presumen de su profesionalismo. En términos relativos, la Seguridad Cubana emplea más personal y dispone de más recursos que las demás agencias de espionaje, inteligencia y contrainteligencia existentes en otros países.

 

El Minint funciona bajo la dirección de un Ministro, un Primer Vice Ministro y ocho Viceministros responsables de los siguientes departamentos: Estado Mayor, Inteligencia y Contrainteligencia, Orden Público y Prevención del Crimen (Policía Nacional), Tropas Especiales, Tropas Guardafronteras, Técnico de Investigaciones, Tareas Políticas y Retaguardia. En ese primer nivel de la burocracia castrocomunista el Minint es sólo superado por el Minfar que tiene 14 Viceministros.

 

Un segundo nivel del personal del Minint-SE comprende a los altos oficiales del Centro Principal en La Habana y las Delegaciones Provinciales y los oficiales operativos (unos 3.000 en todo el país). Luego viene la red de agentes encargados de realizar los trabajos de espionaje bajo la supervisión de un alto oficial operativo. Se podrá tener una idea de lo amplia que es la red cubana de agentes considerando que además de la distinción entre agentes principales y auxiliares, activos y «dormidos», la clasificación del Minint incluye las siguientes categorías: agentes de penetración, agentes «sembrados», agentes de posición, agentes de enlace, agentes «buzón» y agentes doble. Esta enumeración se completa, por último, con los informantes, pagados o espontáneos.

 

En términos cualitativos tanto los altos jefes del Minint como los oficiales, agentes y subagentes reciben un adiestramiento esmerado, cursan estudios básicos y avanzados en academias especializadas,42 utilizan técnicas modernas y disponen de los medios informativos más avanzados. La eficacia operativa de la Seguridad del Estado aprovecha además de la falta absoluta de ética que caracteriza su funcionamiento en consonancia con la ideología del régimen. La vieja fórmula de el fin justifica los medios, incluyendo la mala fe, enunciada por Maquiavelo y adoptada por el comunismo, es sin duda uno de los principios directrices del modus operandi de la Seguridad del Estado. Esa filosofía le permite utilizar los métodos más reprobables, como el chantaje, la difamación, la desinformación, el fomento de la delación y la fabricación o simulación de accidentes.

 

No solamente ha sido así capaz de frustrar cuantas conspiraciones se han ido fraguando a lo largo de 40 años sino que le ha sido posible también impedir que llegaran a cristalizar los intentos de integración política de los grupos de oposición. En sus redes fueron cayendo en efecto opositores declarados, simples disidentes, defensores de los derechos humanos y hasta antiguos aliados y correligionarios que discrepaban de ciertas tácticas, se atrevían a susurrar críticas o simplemente se apartaban del culto a la personalidad de Castro. Unas veces encarcelados, otras desterrados o confinados a sus domicilios, el régimen ha ido así silenciando cualquier manifestación de protesta.

 

Para alcanzar ese objetivo nuevas formas de difundir el miedo y sojuzgar al pueblo han sido utilizadas, como son el acceso al contenido y el control de los expedientes escolar y laboral, los interrogatorios en Villa Marista y los confinamientos en esa siniestra sede de la Seguridad. No se limitó además a la represión directa sino que estableció lazos de asesoramiento y cooperación con los cuerpos auxiliares que el régimen ha ido creando: las Brigadas de Respuesta Rápida, las Brigadas de Respuesta Lenta, las llamadas Avispas Negras, los cederistas, las tropas especiales y las células del PCC organizadas en los centros de trabajo. Algunos de esos cuerpos son dirigidos abiertamente por el Ministerio del Interior, otros son supervisados u orientados por el mismo. Muchos actos de repudio y las mismas movilizaciones del vecindario para aislar o estigmatizar a opositores y disidentes se originan en realidad en las oficinas del Minint. A través de la amenaza y la presión, pero sobre todo del refinamiento del terror se desarticulan sindicatos independientes, organizaciones no oficiales de profesionales y cualquier otro movimiento de la sociedad civil no autorizado por el régimen. La trama del llamado Ministerio Informal del Miedo penetra hasta el interior de las residencias privadas y se acerca cada vez más a los omnipresentes tentáculos del Big Brother vislumbrado por George Orwell.

 

Combatiendo la disidencia

 

Tras la caída del muro de Berlín, la represión se intensificó de manera indiscriminada para toda la población y de manera especial contra tres grupos: los seguidores y simpatizantes del General Ochoa, los que aguijoneados por la miseria trataban desesperadamente de salir del país y los disidentes.

 

A Ochoa se le enjuició y condenó por tráfico ilícito de drogas pero esa acusación era falsa. Lo que el condecorado Héroe de la República estaba en realidad haciendo era conspirar para introducir en Cuba reformas del tipo perestroika y glasnost. La mejor prueba de ello se tiene en el alcance de la ola de persecuciones que siguió a la conclusión del juicio. Ochoa, La Guardia y otros dos encartados fueron fusilados y otros muchos fueron condenados a penas diversas. Hubo una purga política en el Minint, purga que costó la vida de su Ministro José Abrantes, y ella fue acompañada por la condena del Ministro de Transporte, Diocles Torralba, la destitución de otros muchos funcionarios y el subsiguiente encarcelamiento de más de 150 personas.43

 

En 1994 ocurrió la masacre del remolcador 13 de Marzo; seguida por la masiva manifestación de protesta del malecón de La Habana y otros episodios de desorden público que reflejaban el malestar causado por el llamado período especial. El régimen reaccionó frente a cada uno de esos hechos acentuando la represión. Se abrieron nuevas prisiones para albergar balseros frustrados y gente que huía hacia la base naval de Guantánamo. Se agravaron las penas y se alentó la formación de porras gubernamentales. El desastre económico de los años 90 fue inmenso; hasta los más obtusos pudieron ver la magnitud del engaño y el quebranto. Cada vez eran más los opositores del régimen pero Castro pudo contar con la cooperación de aquella parte de la población que más receptiva había sido a su prédica de odio.

 

Y fue en medio de esa degradación que cobró fuerza el fenómeno de la disidencia interna. Aunque sus antecedentes se remontan a los primeros años de la revolución, su integración en un movimiento cívico se originó con las comisiones de derechos humanos que aparecen a principios del decenio de 1980. Alrededor de esas comisiones fueron agrupándose intelectuales de extracción marxista decepcionados con el curso de la revolución y otros antiguos revolucionarios que se apartaban del coro de abyectas alabanzas al Comandante en Jefe. Con el tiempo fueron sumándose muchos adversarios del régimen convencidos de la inutilidad de la lucha armada. La disidencia vino así a combinar oposicionistas pacíficos con defensores de los derechos humanos por el estilo de Andrei Sakharov en Rusia y Vaclav Havel en Checoslovaquia. Junto a ellos comenzaron a florecer agrupaciones cívicas de distinta índole, profesionales independientes, corrientes democráticas socialistas, partidarios de la reconciliación y la amnistía, grupos pacifistas y asociaciones patrióticas. Parecía que sobre la miseria y el marasmo de la vida oficial estaba emergiendo una sociedad civil nueva, capaz de mostrar cierta pujanza y enfrentar de distinta manera al régimen.44

 

Ya eran muchos, sin embargo, los años de que el régimen había podido disponer para refinar la represión y superar eventualidades. Lo que en este caso hizo fue simplemente enfrascarse en una escalada represiva menos ostensible para el mundo exterior pero capaz de utilizar todos los recursos a su disposición. Había que desarticular cualquier intento de unificación de la disidencia y ello se hizo encarcelando a los que en 1996-97 promovieron la creación de la organización de cúpula Concilio Cubano. Había también que impedir la progresión de voces críticas que se escuchaban aun dentro del régimen y ello se logró enviando a prisión a cuantos firmaban manifiestos críticos. Se intensificaron al propio tiempo los registros, los actos de repudio, las golpizas, el cierre o confiscación de locales, la quema de libros, la reclusión en hospitales psiquiátricos, la pérdida del derecho a ejercer su profesión, las detenciones y las amenazas. A la poetisa María Elena Cruz Varela se le obligaba a tragar sus papeles. A Gustavo Arcos, líder histórico de la disidencia se le asediaba de modo constante. Al ingeniero Roberto Bahamonde que se atrevió a postularse como candidato independiente se le sometía sin razón a tratamientos de electroshock.45 Sicarios y turbas vociferantes no se daban descanso.

 

Aunque disminuyeron en estos últimos años, las ejecuciones dispuestas por los tribunales populares, aumentaron en cambio los crímenes cometidos por agentes que abusan de su autoridad o actúan arbitrariamente por su cuenta (pero tienen siempre el respaldo del régimen).

 

Más allá del totalitarismo

 

No era sólo la implantación de un régimen político totalitario y policiaco lo que Castro quería para Cuba, sino también el servil sometimiento de todos a su persona y el moldeamiento a su gusto de la sociedad cubana. Concentrar la totalidad de los poderes estatales en sus manos era desde luego el primer paso y para ello era imprescindible doblegar opositores y también desprenderse de cuantos antiguos aliados fueran un obstáculo a sus planes. Primero en ser marginado fue el Directorio Estudiantil Revolucionario, la organización que por haber protagonizado la acción más heroica de la lucha contra Batista (el asalto al Palacio Presidencial), podía competir con la guerrilla en el reclamo del poder. A seguidas le tocó el turno al Movimiento 26 de Julio que habiéndole servido como fachada para alcanzar el liderazgo le pareció después una especie de lastre pequeño-burgués que era necesario liquidar. Pocos años después y cuando ya se había declarado marxista-leninista, fueron comunistas de pura cepa los que pusieron en cuestión su autoridad. Castro procedió entonces sin demora a destruir al grupo que despectivamente llamó la microfacción comunista. Así fue deshaciéndose de rivales y opositores hasta que 25 años después cayeron ante el pelotón de fusilamiento el general más famoso de las guerras de Africa, Arnaldo Ochoa, y sus más cercanos colaboradores.

 

También fueron eliminadas cuantas personalidades osaron criticar el curso que seguía la revolución o de alguna manera rozaron simplemente su ego, desde el Comandante Hubert Matos en 1959 hasta el ideólogo del PCC Carlos Aldana en 1992. A estos hay que añadir los desaparecidos misteriosamente, lista que encabeza Camilo Cienfuegos y cierra el antiguo jefe de su escolta personal José Abrantes. En algunos casos la vindicta de Castro se limitó a privar de sus puestos a los afectados (caso de su hijo Fidel), a asignarles funciones subalternas como le sucedió a Baudilio Castellanos, Regino Boti y Faure Chomón, o a condenar al destierro como le aconteció a incontables cubanos. No han faltado los ejemplos de degradantes autoinculpaciones, serie que se inicia con el escritor Heberto Padilla en 1971. Las tinieblas se proyectan también sobre los que optaron por el suicidio: el expresidente Osvaldo Dorticós, la combatiente del Moncada Haydée Santa María, el Ministro del Trabajo Augusto Martínez Sánchez, el embajador en México Joaquín Hernández, el Comandante Félix Pena y otros muchos.

 

La vida política se fue tornando así en un monólogo absorbente. No solamente se prohibieron los partidos políticos y se extinguieron los grupos de intereses, sino que se impidió toda expresión del pensamiento que no estuviera conforme con la línea fijada por Castro. La prensa se degradó al punto de convertirse en una patética y constante repetición de lo que el régimen quería difundir. Las casas editoriales publicaban sobre todo aquellos estudios que contribuían a justificar la interpretación marxista de la historia o a denostar la Cuba anterior a 1959. La iglesia quedó arrinconada y los sindicatos se sumieron en un profundo sopor. Sólo la voz del Comandante en Jefe resonaba por todos los rincones de la isla acompañada de los ecos ditirámbicos de sus corifeos.

 

Junto a la voz del dictador fue el culto a la palabra revolución y a la ideología marxista-leninista lo único que se escuchaba en todas partes. Una estructura institucional rígida se instaló sobre una sociedad civil embotada y mortecina. Se utilizaron a fondo los medios de difusión y se contó, triste es decirlo con la anuencia o colaboración de muchos malos cubanos. El mensaje de odio que Castro supo instilar caló profundo en grandes sectores del pueblo.

Desaparecida la discrepancia e impedido el diálogo, se distorsionó el discurrir y se dio paso al discurso rastrero. El silencio se hizo cada vez más profundo, sólo alterado por los grupos disidentes y las emisoras del extranjero que no eran interceptadas. Ya no era la consagración plena del modelo totalitario alumbrado por Mussolini, Hitler y Stalin. Castro ha ido más allá de las estructuras de gobierno para imponer la sociedad uniforme, unisonante y unívoca. En el pueblo no podía haber diversidad ideológica, ni cultural, ni económica, ni laboral. Cuba debía ser una sociedad homogénea forjada a su gusto: sin opositores ni disidentes, sin desacuerdo ni contestación, sin gente que pudiera valerse a sí misma. Decidido a ir hasta el final de su delirio paranoico, Castro pretendía extinguir toda señal de pluralismo y convertir a once millones de cubanos en sonámbulos o vasallos.

 

Se ha mantenido en el poder al precio de miles de cubanos muertos ante el paredón, en las cárceles o en los mares circundantes, docenas de miles de presos políticos y cerca de dos millones de desterrados. La historia le reconocerá asimismo el haberle dado nuevos contornos sombríos al Estado Totalitario.

 

NOTAS

 

1 Ultimo párrafo del Manifiesto Comunista. Marx hablaría después de la violencia como «la partera de toda vieja sociedad».

 

2 V.I. Lenin, «La extinción del Estado y la revolución violenta» en Obras escogidas (Moscú: Editorial Progreso, s.f.), pag. 282.

 

3 V.I. Lenin, Obras completas (Moscú: Editorial Progreso, s.f.), tomo 5, pags. 11 y 12.

 

4 Luis Ortega, «Las raíces del castrismo» en Diez años de revolución (San Juán, P.R.: Editorial San Juán, 1970), pag. 160.

 

5 Ibid, pag. 161. Sobre las actividades de Castro antes de 1959 véase el capítulo XIV y Mario Llerena, The Unsuspected Revolution (Ithaca, N.Y.: Cornell University Press, 1978).

 

6 Jon Lee Anderson, Che Guevara: A Revolutionary Life (New York: Grove Press, 1998), pag. 383.

 

7 José Duarte Oropesa, Historiología Cubana (Miami: Ediciones Universal, 1993), tomo IV, pag. 18.

 

8 Hugh Thomas, Historia contemporánea de Cuba (Barcelona, Buenos Aires, México: Ediciones Grijalbo, 1982), pag. 254.

 

9 Juán Clark, Cuba, mito y realidad , op.cit., 2ª edición, pag. 62.

 

10 Samuel Farber, Revolution and Reaction in Cuba, 1933-1960 (Middletown, Conn: Wesleyan University Press, 1976), pag. 203.

 

11 Rafael Fermoselle, The Evolution of Cuban Military, 1492-1986 (Miami: Ediciones Universal, 1986), pag. 265.

 

12 Enrique Encinosa, Cuba en guerra (Miami: The Endowment of Cuban American Studies, 1994), pag. 14.

 

13 Lázaro Torres Hernández, El paraíso invisible (Hialeah: Editorial Libertad, 1990), pags. 114 y 116.

 

14 Georgie Anne Geyer, El patriarca de las guerrillas (San José, Costa Rica: Kosmos Editorial, S.A., 1991), pag. 180.

 

15 Julián B. Sorel, Nacionalismo y revolución en Cuba, op. cit., passim.

 

16 Artículo 61 de la Constitución.

 

17 Carlos Franqui, Vida, aventuras y desastres de un hombre llamado Fidel Castro (Barcelona: Editorial Planeta, 1988), pag. 340. Véase también Juan Clark, op. cit., pag. 151.

 

18 Encinosa, op. cit., pags. 93 y 94.

 

19 Clark, op. cit., pag. 99.

 

20 Enrique Ross, De Girón a la crisis de los cohetes (Miami: Ediciones Universal, 1995), pag. 189.

 

21 Mario Villar, «Una década de agrarismo» en Diez años de revolución, op. cit., pag. 18.

 

22 Véase Alberto Fibla, Barbarie (Miami: Rodes Printing, 1996).

 

23 E. Guevara, Guerrilla Warfare (New York: Monthly Labor Review, 1961), pags. 17 y 18.

 

24 Esteban Beruvides, Cuba y sus mártires (Coral Gables, edición del autor, 1993).

 

25 Sobre el presidio político de las mujeres puede verse: Mignon Medrano, Todo lo dieron por Cuba (Miami: Fundación Nacional Cubanoamericana, 1995).

 

26 Juan Clark, op. cit., pag. 164.

 

27 Véase Andrés Oppenheimer, La hora final de Castro, op. cit., pag. 125.

 

28 El autor ha basado esta parte del capítulo en el relato de sus cuñados Sergio Sanjenís y Jorge S. Villalba que sufrieron condenas de 10 y 15 años de prisión respectivamente. También obtuvo valiosas informaciones del poeta Ángel Cuadra.

 

29 Manifiesto de los presos políticos al pueblo de Cuba de 10 de octubre de 1978. (Reproducido en Hugh Thomas, op. cit., pag. 530).

 

30 El libro más conocido y que mayor impacto ha tenido es el de Armando Valladares, Contra toda esperanza traducido a varias lenguas. Pueden consultarse además: Pierre Golendorf, Siete años en Cuba, 38 meses en las prisiones de Castro (Barcelona: Plaza y Janes, 1977); Reinaldo Medina, El Evangelio tras las rejas (Miami: J. Flores Publications s.f.); Esteban Beruvides, Cuba y su presidio político (Coral Gables, 1993); Francisco Navarrete, Convicto (Miami: Ediciones Universal, 1991); Manuel Pozo y Manuel Regueira, eds., Memorias del Primer Congreso del Presidio Político Cubano (Miami: Ediciones Universal, 1994); Roberto Paredes, Como vivir muriendo (Miami: Ediciones Universal, 1998); Nerín Sánchez, Mis 6,440 días de prisión en Cuba (Miami, Fl. 1981); Odilo Alonso, Prisionero de Fidel Castro (Madrid: Editorial Nolsis, 1998); Mario Pombo Matamoros, Conversando con un mártir cubano (Miami: Ediciones Universal, 1997) El presidio político en Cuba comunista. Testimonio (Caracas: ICOSOCV Ediciones, 1982); y Miguel Ángel Loredo, Después del silencio (Miami: Ediciones Universal, 1989).

 

31 Artículo 5 de la Constitución.

 

32 Juán Valdés, «Nota sobre el sistema político cubano» en Diez años de revolución cubana, op. cit., pag. 99.

 

33 Artículo 65.

 

34 Artículo 7.

 

35 La CTC y la FEU existían desde antes de la revolución.

 

36 Granma, 3 de julio de 1998, pag. 2.

 

37 Granma, 7 de febrero de 1998, pag. 3.

 

38 Thomas, op. cit., pag. 526.

 

39 Bohemia No. 20, Mayo de 1993, pag. B 18.

 

40 Juán Antonio Rodríguez Menier, Cuba por dentro. El MININT (Miami: Ediciones Universal, 1994), pags. 34-39.

 

41 Rodríguez Menier, op. cit., pag. 51.

 

42 Ibid, pag. 57. Hasta 1990 los funcionarios de cierta categoría eran enviados a seguir cursos en la URSS o la Alemania del Este.

 

43 Melvin Mañon y Juan Benemelis, Juicio a Fidel (Santo Domingo: Editora Taller, 1990), pag. 201.

 

44 Ariel Hidalgo, Disidencia. ¿Segunda revolución cubana? (Miami: Ediciones Universal, 1994), passim.

 

45 Ibid, pag. 166.

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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.