EL TERRORISMO COMO TÁCTICA CASTRISTA-8

 

Correo de contacto (profesorcastrocuba@aol.com)

Los hermanos Castro,

los mayores terroristas nacidos en América

(Parte VIII)

Manuel Castro Rodríguez

 

 

Terroristas y otros fugitivos escondidos en Cuba

Nota: Como me guío por principios, condeno los actos terroristas quien quiera que lo realice. Por ello el 10 de octubre de 2010 publiqué Dos terroristas: Fidel Castro Ruz y Luis Posada Carriles, en el diario Panamá América, donde expreso

El 20 de abril de 2004, diecinueve años después de su fuga, Posada Carriles fue condenado por intentar asesinar a Fidel Castro en la Universidad de Panamá en 2000, pero fue indultado por la presidenta Mireya Moscoso. ¿Por qué la Presidenta lo indultó y los gobiernos norteamericanos continúan protegiéndolo?

Fidel Castro Ruz y Luís Posada Carriles son la antítesis del humanismo preconizado por José Martí.

FBI: 2 millones por Joanne Chesimard,

escondida en Cuba

El FBI y la policía de New Jersey aumentaron la recompensa por Joanne Chesimard, quien lleva más de 40 años fugitiva de la justicia estadounidense.

 

Chesimard estaba cumpliendo una sentencia de cadena perpetua por matar al oficial de policía Werner Foerster del estado de New Jersey en 1973, cuando escapó de la prisión.

 

El 2 de mayo de 1973, el oficial Foerster y su compañero detuvieron en una autopista de Nueva Jersey -por una luz trasera defectuosa- a un vehículo que transportaba a Chesimard, Zayd Shakur y Sunidata Acoli, integrantes los tres del Ejército de Liberación Negro (Black Liberation Army). Cuando los policías se acercaron al coche, se produjo un tiroteo y los dos oficiales resultaron heridos. Entonces Chesimard tomó el arma de Foerster y le disparó dos veces en la cabeza, mientras éste se hallaba tirado en el suelo.

 

“Joanne Chesimard es una terrorista doméstica. Ella es absolutamente una amenaza para Estados Unidos”, dijo Aaron T. Ford, agente especial a cargo de la división del FBI en Newark, en una conferencia de prensa en la sede de esa entidad federal.

 

Tras esconderse en Nueva Jersey, la asesina logró huir a Cuba, donde ha vivido durante décadas bajo el nombre de Assata Shakur. En Cuba, Chesimard ha continuado su apoyo a las posiciones antiestadounidenses en discursos en los que defiende la “revolución y el terrorismo” además de que podría tener vínculos con otras organizaciones terroristas internacionales, indicó Ford.

  

Chesimard, quien tenía 26 años cuando cometió el crimen, ya era conocida por el FBI por su participación en el movimiento Pantera Negra. Ella se cambió el nombre por el de Shakur y fue líder del Ejército de Liberación Negro, una de las más violentas organizaciones de la década del setenta. La policía la buscaba en relación con una serie de delitos, entre ellos robos a bancos en Nueva York.

 

Chesimard se convierte en la primera mujer en ingresar al listado de los terroristas más buscados por el FBI. Chesimard vive en Cuba bajo el alias de Assata Shakur, según ha confirmado el FBI. Un número indeterminado de estadounidenses perseguidos por las autoridades de su país viven refugiados en Cuba.

 

“Ella continúa alardeando que está libre a pesar de este terrible crimen”, dijo en una conferencia de prensa el jefe de la policía estatal de New Jersey, el coronel Rick Fuentes. El oficial describió el caso como “una herida abierta” para los policías estatales en Nueva Jersey y en todo el país.

 

De 1970 a 1984, el Ejército de Liberación Negro (Black Liberation Army) fue responsable de cuatro atentados con bombas, cuatro secuestros y 32 enfrentamientos armados violentos.

Cuba, en la lista merecida

Pedro Corzo

20 de febrero de 2013

 

Cuba desde que triunfó la revolución ha sido refugio de terroristas, asesinos políticos o de individuos que han recurrido a la violencia extrema para enfrentar las autoridades de sus respectivos países.

 

Recientemente algunas entidades de Estados Unidos han reclamado que el gobierno de Cuba sea retirado de la relación de países que patrocinan el terrorismo, una demanda que las autoridades correspondientes podrían tener en cuenta si la dictadura de los hermanos Castro hubiera al menos expresado pesar y arrepentimiento por el respaldo que por décadas, han prestado a grupos extremistas que cometieron numerosos actos terroristas, en particular contra este país.

 

El régimen cubano se encuentra en esa lista desde 1982 y es porque aparte de los crímenes cometidos en el pasado continuo siendo refugio de terroristas de diferentes países, incluido estadounidenses.

 

Cuba desde que triunfó la revolución ha sido refugio de terroristas, asesinos políticos  o de individuos que han recurrido a la violencia extrema para enfrentar las autoridades de sus respectivos países, incluidos gobiernos que fueron elegidos democráticamente en comicios secretos y plurales. También ha servido de refugio para criminales de toda ralea, siempre y cuando tengan dinero o hayan contraído algún compromiso con la dictadura.

 

Excluyendo la asociación de Cuba con los grupos violentos que operaron en América Latina y en otros lugares del mundo, tema para otra columna, el prontuario criminal del castrismo contra Estados Unidos es tan profuso que una simple disculpa no sería suficiente para liberar al gobierno de la isla de las responsabilidades contraídas al albergar terroristas y criminales de este país.

 

Actualmente radican en la isla varias decenas de fugitivos de la justicia estadounidense. Les facilitan vivienda, atención médica y asistencia económica.

 

En los últimos años la estadounidense más notoria que ha encontrado protección bajo el castrismo es Joanne Chesimard, alias Assata Shakur, encarcelada por estar involucrada en la muerte de un policía.

 

Shakur, se fugó de la prisión y se supone vive en Cuba desde 1979. Fidel Castro dijo sobre Shakur,  que era una luchadora por los derechos humanos y que presentarla como terrorista  era una mentira infame.

 

Varios dirigentes de Las Panteras Negras, y otras agrupaciones que creía en la lucha armada que ejecutaron actos de violencia en Estados Unidos, se refugiaron en Cuba para evitar ser apresados. Entre ellos estaban  Robert Williams, Eldridge Cleaver, Huey P. Newton y Storkeley Carmichael, que por cierto, muchos no soportaron el castrismo y decidieron abandonar la isla.

 

Otros militantes que buscaron refugio en la isla fueron Bill Brent y Charlie Hill, este último integró el grupo New Afrika, está acusado de estar relacionado con el asesinato de un agente policial en Nuevo México.

 

A principios de la década de los 70 militantes de los Panteras Negras fueron entrenados en Canadá por agentes cubanos, otros recibieron instrucción en la isla. También recibieron armas y otros recursos bélicos de la isla.

 

Una agrupación violenta que contó con total respaldo de La Habana fue las FALN o “Los Macheteros”, que realizaron numerosas acciones violentas en Puerto Rico y Estados Unidos. La misión cubana ante Naciones Unidas esta sindicada de haber prestado asistencia a esta agrupación.

 

Este grupo ejecutó numerosos actos violentos. Puso bombas en tiendas en Manhattan, Nochebuena de 1972, y otras el Día de los Enamorados, 1973, y realizó asaltos como los del camión de la Wells Fargo, 1983.

 

Un militante de Los Macheteros, Guillermo Morales,  se refugió en Cuba cuando perdió unos dedos por la explosión anticipada de una bomba. Otro que viajó a la isla fue Víctor Gerena, quien está acusado de estar relacionado con el atraco de la Wells Fargo. Gerena fue apoyado por la inteligencia cubana para su viaje.

 

Independentistas puertorriqueños partidarios de la violencia, al igual que militantes y líderes de las Panteras Negras y otras facciones que favorecían la violencia contra los gobiernos de Estados Unidos, se refugiaron en Cuba y recibieron entrenamiento militar.

 

Pero el gobierno de la isla no solo amparó agrupaciones e individuos fugitivos de las leyes estadounidense, también amparó simples delincuentes como fue el caso de Robert Vesco, quien ingresó a Cuba gracias a la autorización expresa de Fidel Castro.

 

Vesco contó con el santuario cubano por décadas, realizó numerosos negocios y vivía una vida acorde con su cuantiosa fortuna. Nunca tuvo problemas hasta que según informaciones, trató de estafar al régimen y fue condenado a una larga pena de cárcel.

 

Otra estadounidense que se refugió  en Cuba, 1990, fue Nehanda Abiodu, a quien acusan de haber integrado el grupo que liberó a Shakur de la cárcel, y de haber participado en varios robos.

 

El régimen cubano es consecuente con sus postulados originales contrarios a la democracia y al respeto a los derechos humanos, también sigue siendo un enemigo de Estados Unidos y de lo que este país significa, por lo que sería un lamentable error pedir que la dictadura de los Castro fuese  retirada de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.

Joanne Chesimard: primera mujer

en lista de los “terroristas más buscados” del FBI

Redacción

BBC Mundo

Jueves, 2 de mayo de 2013

 

Joanne Chesimard fue condenada a cadena perpetua pero logró escapar de la prisión.

 

Una fugitiva condenada por la muerte de un agente de polícía de Nueva Jersey hace 40 años se ha convertido en la primera mujer en aparecer en la lista de los “terroristas más buscados” del Buró Federal de Investigaciones estadounidense (FBI, por sus siglas en inglés).

 

Según las autoridades estadounidenses, Joanne Chesimard, de 65 años de edad, vive hace décadas en Cuba después de escapar de una cárcel en Nueva Jersey, Estados Unidos, donde cumplía sentencia por homicidio. Hoy las autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa de US$2 millones por su captura.

 

“Ella sigue haciendo alarde de su libertad frente a este crimen horrible”, dijo a la prensa el superintendente de la policía del estado de Nueva Jersey, Rick Fuentes.

 

Condenada por homicidio

 

Chesimard fue integrante de un grupo extremista estadounidense que se hacía llamar el Ejército de Liberación Negro (Black Liberation Army).

 

La mujer fue condenada por el homicidio, cometido hace cuatro décadas, del oficial de policía Werner Foerster.

 

El 2 de mayo de 1973, Foerster y su compañero detuvieron en Nueva Jersey -por una luz trasera defectuosa- a un vehículo que transportaba a Chesimard y otras dos personas. Cuando los policías se acercaron al coche, se produjo un tiroteo y los dos oficiales resultaron heridos.

 

Chesimard entonces tomó el arma de Foerster y le disparó dos veces en la cabeza mientras éste se hallaba tirado en el suelo.

 

Fue acusada de homicidio en primer grado, robo armado y otros delitos.

 

La condenaron a cadena perpetua en 1977, pero menos de dos años después -en noviembre de 1979- logró escapar de la prisión con la ayuda de cómplices y pasó los siguientes años viviendo en la clandestinidad antes de llegar a Cuba en 1984, dijo Fuentes.

 

En la isla recibió asilo político, según el FBI.

 

Sin extradición

 

Chesimard, quien ahora se hace llamar Assata Shakur, es también conocida como la madrina del asesinado rapero Tupac Shakur.

 

La mujer aseguró en una entrevista concedida en 2001 a la cadena estadounidense BET que el juicio que la condenó “fue un linchamiento, por un jurado compuesto en su totalidad por blancos”.

 

Las autoridades señalan al Ejército de Liberación Negro de matar a más de una docena de policías estadounidenses en las décadas de 1970 y 1980.

 

Cuba y Estados Unidos no tienen tratado de extradición.

Joanne Chesimard

added to most wanted terrorists list

Joanne Chesimard, Black Liberation Army Fugitive In Cuba, Added To FBI’s Most Wanted Terrorists List

DAVID PORTER

05/02/13

 

NEWARK, N.J. -- The reward for the capture and return of a fugitive member of a black militant group convicted of murdering a New Jersey state trooper was doubled to $2 million on Thursday, the 40th anniversary of the bloody gunbattle.

 

The FBI also announced it has made Joanne Chesimard, now living in Cuba as Assata Shakur, the first woman on its list of most wanted terrorists.

 

“She continues to flaunt her freedom in the face of this horrific crime,” State Police Superintendent Col. Rick Fuentes said at a news conference Thursday. Fuentes called the case “an open wound” for troopers in New Jersey and around the country.

 

The Justice Department has offered a $1 million reward for information leading to her capture. The additional money is being put up by the state of New Jersey through civil and criminal forfeiture funds and won't fall on taxpayers, state Attorney General Jeffrey Chiesa said.

 

Chesimard, a member of the violent Black Liberation Army, was convicted of the 1973 murder of state trooper Werner Foerster during a traffic stop. The BLA was responsible for killing more than a dozen police officers in the 1970s and ‘80s, said agent Aaron Ford of the FBI’s Newark division.

 

According to Fuentes, Foerster and his partner stopped a car carrying Chesimard and two cohorts on the New Jersey Turnpike for a broken tail light. When the troopers approached the car, a gunfight ensued and both troopers were injured. Chesimard then took Foerster's gun and shot him twice in the head as he lay on the ground.

 

She was convicted in 1977 but escaped from prison in New Jersey in November 1979 with the help of accomplices. She spent the next few years living in safe houses, two of which were in New Jersey and Pennsylvania, before surfacing in Cuba in 1984, Fuentes said.

 

In Cuba, Chesimard has continued to espouse her anti-U.S. views in speeches advocating “revolution and terrorism” and may have connections to other international terrorist organizations, Ford said.

 

“She is a domestic terrorist who murdered a law enforcement officer execution style,” he said. “And while we can't right the wrongs of the past, we can and will continue to pursue justice no matter how long it takes.”

 

Chesimard is believed to be one of dozens of American fugitives living in Cuba, many of them one-time members of U.S. militant groups. Cuba doesn't haven an extradition agreement with the U.S. because of the chilly relations between the two countries over the last five decades, but the climate appears to be slowly changing.

 

In recent years, Cuba has deported some fugitives back to the U.S., including one man convicted of mail fraud and another sought on child pornography charges. This month, the country returned a Florida couple accused in a custody dispute of kidnapping their two children and sailing to Cuba.

 

The Cuban government had no immediate comment on Thursday’s announcement. This week, the State Department said it has no plans to remove Cuba from a list of state sponsors of terrorism that also includes Iran, Syria and Sudan. Cuba has denied links to terrorism.

 

Authorities didn't specify Thursday how they thought the increased reward would surmount the issues between the two countries, but they said they hoped the increased attention would help persuade someone to come forward.

 

“Our resolve to capture Joanne Chesimard does not diminish with the passage of time,” Chiesa said. “Instead, it grows stronger with the knowledge that this killer continues to be free. Our hope is the augmented reward will spur action that will bring Joanne Chesimard back to face the justice she has evaded for far too long.”

Nieta de Raúl Castro, hija de terrorista chileno

Los guerrilleros de la discordia entre Chile y Cuba

Constanza Hola Chamy

BBC Mundo

1 de febrero de 2013

 

Para los ojos de cualquier mortal, era una familia en vacaciones de fin de año. Para los de la Interpol, se trataba de un movimiento sospechoso.

 

La salida de Chile en diciembre pasado de un joven padre y su bebé desató la alerta del personal fronterizo. No era un joven cualquiera, sino el hijo de una de las principales prófugas de la justicia chilena, Marcela Mardones Rojas.

 

Mardones, alias Ximena, y su pareja Raúl Escobar Poblete -alias comandante Emilio- son buscados desde hace 20 años en relación con el asesinato del senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Jaime Guzmán, en 1991.

 

Se pensaba que el joven hijo de Ximena iba a reunirse con ella en Argentina, para presentarle a su primer nieto. Pero ése no era el destino final de los viajeros, sino Cuba.

 

Hasta ahora había sólo sospechas del paradero de los prófugos. Pero tras el curioso viaje, que incluyó una travesía terrestre hasta la provincia central de Mendoza, otra parada en Buenos Aires y un vuelo a La Habana, las autoridades chilenas creen haber encontrado el eslabón perdido que conecta el sonado caso con la isla caribeña.

 

Y fue el propio presidente chileno, Sebastián Piñera, quien aprovechó la visita de Raúl Castro a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea (Celac) realizada en Santiago hace poco para plantearle el tema.

 

Lo hizo en una reunión bilateral, a puertas cerradas. Es decir, como asunto de Estado.

 

Asunto de Estado

 

Los dos prófugos formaron parte del Frente Patriótico Manuel Rodriguez (FPMR), un grupo armado de la izquierda radical chilena que operó en las décadas 80 y 90, el mismo que ejecutó el atentado a Augusto Pinochet en 1986.

 

Escobar es requerido como uno de los dos autores materiales de los disparos que terminaron con la vida del senador y su pareja, por colaborar en el crimen como punto logístico de apoyo.

 

Ambos cuentan con una orden de captura internacional, pero nunca pudieron ser encontrados.

 

Sin embargo, la pista a partir del viaje del hijo de Mardones reactivó las órdenes de captura para que pudiera actuar Interpol, según le confirmó a BBC Mundo el juez de la causa, Mario Carroza.

 

Y esto no fue lo único que reactivó.

 

Aprovechando la visita de los principales mandatarios de Europa y Latinoamérica a la Celac, la UDI hizo una jugada estratégica.

 

Sin escatimar en gastos, publicó insertos en los diarios acusando a los gobiernos de Fidel y Raúl Castro de amparar y proteger a los exguerrilleros y convocó a la entrega de una carta con los antecedentes en la Embajada de Cuba, la cual no les abrió las puertas. Pero salió en todos los medios de comunicación.

 

Con Piñera en persona entregándole los antecedentes a Castro, por primera vez Chile le pedía a Cuba oficialmente cooperar con la causa. Por primera vez el asunto pasaba de judicial a de Estado.

 

BBC Mundo intentó contactar al gobierno cubano para conocer su versión, sin embargo no obtuvo respuesta.

 

Cuba, ¿paraíso de guerrilleros jubilados?

 

Escobar y Mardones no son los primeros en ser ligados a Cuba.

 

En agosto de 2010 Alexis Soto Pastrián (alias “El Rambo”) se presentó en el consulado chileno en la isla para solicitar la renovación de documentos de identidad.

 

Soto, sobre quien también pesa una orden de captura internacional, supuestamente proveyó el auto en el que escaparon los autores del asesinato al senador. Ante los antecedentes del caso, el juez Carroza elevó una solicitud de extradición.

 

“A varios de los frentistas (guerrilleros) se les ha visto y acreditado su presencia en Cuba”, asegura Patricio Melero, diputado y presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido del cual Guzmán fue fundador y militante.

 

Según el diputado, el otro acusado de apretar el gatillo habría llegado a participado como “orador” en una reunión de aniversario de la Escuela Internacional de Deportes y Educación Física, en febrero de 2002.

 

Se trata de Ricardo Palma Salamanca, uno de los guerrilleros que se fugaron en forma espectacular de una cárcel de alta seguridad en 1996, utilizando un helicóptero y con ayuda de sus compañeros del FPMR. Desde entonces se le perdió la pista.

 

Sin embargo, los requerimientos de la justicia o la diplomacia chilena parecían no haber llegado a oídos de sus pares cubanos. Hasta ahora.

 

Todo queda en familia

 

Sin embargo, hay un detalle que hace a los distintos actores en Chile desconfiar de la colaboración de la isla. Y ese detalle tiene nombre: Juan Gutiérrez Fischmann.

 

Gutiérrez fue el encargado nacional militar del FPMR y autor intelectual y logístico de varias operaciones, como la muerte de Guzmán y la fuga en helicóptero. “El Chele”, como lo apodan, no sólo se entrenó y vivió gran parte de su vida en Cuba. También se casó con la hija de Raúl Castro.

 

Si bien ya estaban divorciados cuando se unió a las operaciones del Frente, Gutiérrez integró por varios años el círculo de confianza del actual presidente de Cuba. “El nieto de Raúl Castro es hijo del autor intelectual del crimen de Jaime Guzmán”, le dijo Melero a la BBC.

 

Y a pesar de que Cuba ha negado que Gutiérrez esté en la isla, la hipótesis en Chile es que aun se encuentra allá.

 

Los pasos a seguir

 

Por ahora, el gobierno chileno espera una respuesta concreta a dos peticiones.

 

“Se le solicitó a él y al régimen cubano, que colaboren con los tribunales chilenos, den curso a las órdenes de captura de Interpol y procedan con la extradición de Soto Pastrián”, le aseguró Melero a BBC Mundo.

 

Y si bien las vacaciones del hijo de Mardones ya finalizaron, es bastante probable que se le pidan explicaciones respecto del viaje.

 

“Yo no he tomado contacto con ellos ni nada parecido. No me han presentado ninguna petición para interrogarlos”, le aclara Carroza a la BBC, quien se encuentra esperando el informe de Investigaciones –la policía civil chilena- para evaluar la posibilidad de citarlos a declarar.

 

“Si hay cosas que deban aclararse, me preocuparé de citarlos y que las expliquen”, asegura el juez.

El cubano que la justicia chilena debe reclamar

Juan Reynaldo Sánchez*

6 de febrero de 2013

 

Hay algo que la justicia chilena debería considerar seriamente a la hora de hacerle peticiones a Raúl Castro.

 

El gobierno chileno anda tras la pista de al menos cuatro militantes del Frente Patriótico “Manuel Rodríguez” (FPMR) que participaron en el asesinato del senador Jaime Guzmán, en 1991, y que todo indica que permanecen prófugos en Cuba. El presidente Sebastián Piñera ha pedido recientemente colaboración a Raúl Castro para que proporcione información y coopere en llegar hasta ellos.

 

Los nombres que suelen mencionarse son los de Raúl Escobar Poblete (Comandante Emilio), Marcela Mardones Rojas ( Ximena), Alexis Soto Pastrián (“El Rambo”), Ricardo Palma Salamanca y, muy especialmente, Juan Gutiérrez Fischmann, “El Chele”, ex yerno del ahora presidente pro tempore de la CELAC.

 

Sin embargo, hay un nombre que las autoridades chilenas han excluido de esta lista y que fue una pieza clave del engranaje terrorista en Chile: el diplomático y agente de la inteligencia cubana Luis Fernández de Oña.

 

Fernández es un viejo topo vinculado a la subversión en territorio chileno desde los años 70, vinculado al Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y bajo las órdenes directas de Manuel Piñeiro, Barba Roja.

 

Fue en funciones del Departamento América que Fernández conoció a Salvador Allende durante sus viajes a Cuba, mucho antes de ser presidente. En 1967 conoció a Beatriz Allende, hija de Salvador Allende, en La Habana y así comenzó una relación sentimental que terminaría en matrimonio poco después.

 

En 1970 el gobierno cubano lo asignó a la representación diplomática en Chile como encargado de negocios, ya que no existían relaciones diplomáticas entre ambos países. Tras el triunfo de la Unidad Popular en 1971, Fernández ocupa formalmente el cargo de consejero político de la Embajada de Cuba, aunque en realidad era el jefe del centro de inteligencia de la misión cubana.

 

Defendiendo la embajada

 

Aprovechando la relación con Beatriz, recibió la orientación de influir en ella  para que Allende creara un grupo de seguridad formado con gente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y ajeno a los carabineros. Beatriz era la más cercana asesora de su padre y logró convencerlo para la creación de llamado Grupo de Apoyo del Presidente (GAP), del que formó parte el ahora empresario Max Marambio, prófugo de la justicia cubana.

 

Como jefe de centro de inteligencia, Fernández estuvo entre los representantes cubanos que defendieron la embajada durante el golpe militar y tuvo a su cargo la documentación confidencial a la hora de la evacuación hacia la isla.

 

Al llegar a Cuba, se reúnen con Raúl Castro, pues Fidel Castro se encontraba en ese momento de visita en Vietnam.

 

Fernández tuvo dos hijos con Beatriz: Maya, nacida en los días posteriores del derrocamiento de la Unidad Popular (el golpe militar tomó a Beatriz en La Moneda en la etapa final del embarazo), y Alejandro Salvador Allende, quien fue inscrito con el apellido materno primero en memoria del abuelo. Maya regresó a Chile y se dedica actualmente a la política, mientras que Alejandro reside en Nueva Zelanda.

 

Poco después de su regreso a Cuba, Fernández se separó de Beatriz y volvió con su primera esposa cubana, de quien se comenta nunca estuvo separado del todo. Beatriz terminó suicidándose de un disparo en 1977 y sus restos descansan en el Panteón de las Fuerzas Armadas en el Cementerio de Colón.

 

Esta es la historia conocida de Fernández, quien hoy visita con regularidad Chile sin que nadie le pida cuentas por sus andanzas encubiertas contra la institucionalidad y el orden en el país andino.

 

Lo vi en compañía de Fidel Castro y Piñero en múltiples ocasiones en los años 80, preparando y apoyando acciones contra el régimen de Augusto Pinochet. Fidel Castro planteaba entonces la necesidad de  realizar una huelga general y de armar al pueblo para derrocar a  Pinochet, lo cual llevó a la introducción clandestina de armas en territorio chileno.

 

Las armas de Carrizal Bajo

 

En esta misión Fernández desempeñaría un rol fundamental. Fue él quien ayudó al traslado y arribo de armas por el poblado costero de Carrizal Bajo, en la zona de Atacama, entre mayo y agosto de 1986. Se considera la mayor operación de contrabando de armas ocurrida durante el régimen militar (1973-1990). La operación fue detectada y el grueso de las armas ocupadas por los carabineros, pero algunas pudieron entrar por otros puntos de la frontera chilena y fueron empleadas   por miembros del FPMR en el atentado contra Augusto Pinochet en septiembre de 1986.

 

La labor subversiva de Fernández desembocó cinco años después en el atentado que costó la vida al senador Guzmán, ideólogo de la derecha chilena y activo colaborador de Pinochet, el 1 de abril de 1991. Desde La Habana, junto al General Alejandro Ronda Marrero, de Tropas Especiales del Ministerio del Interior, coordinó el apoyo logístico que necesitaba el FPMR para su operación criminal.

 

Por obvias razones, el foco de atención y referencia de la prensa internacional está sobre Gutiérrez Fischmann, fundador del FPMR, entrenado militarmente en Cuba y colaborador señalado en el asesinato de Guzmán. “El Chele”, que asumió la dirección del FPMR en 1990, estuvo casado con la  hija de Raúl Castro, Mariela, con quien tiene una hija de 28 años, Gabriela Gutiérrez, graduada de Diseño y empleada del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), que dirige su madre.

 

¿Eslabón perdido?

 

Aunque el caso de los terroristas chilenos ha recorrido ya un buen trecho, las sospechas sobre su paradero en la isla se reactivaron a partir del pasado diciembre, cuando la Interpol detectó al hijo de los prófugos Mardones Rojas y Escobar Poblete, saliendo con su hijo recién nacido de Chile con destino a Cuba.

 

Tras ese incidente, las autoridades chilenas piensan haber hallado el eslabón perdido de la “conexión cubana” con el atentado de Guzmán, y ha reforzado la petición de la Unión Demócrata Independiente al gobierno de la isla.

 

Piñera aprovechó la visita de Raúl Castro a la Cumbre CELAC para hacer la solicitud oficial en nombre de la justicia chilena y dijo haber encontrado receptividad del visitante.

 

Pero como parte fundamental de sus reclamos justicieros, los chilenos también deberían pedir cuentas a Cuba por Fernández, hilo conductor de la desestabilización y la violencia terrorista que les llegó desde La Habana bajo la tutela de Fidel y Raúl Castro.

 

*Juan Reynaldo Sánchez fue escolta personal de Fidel Castro entre 1968 y 1994, con grado de teniente coronel.

Terroristas españoles  escondidos en Cuba

 

La banda terrorista ETA comenzó a realizar a finales de la década del sesenta en España, acciones similares a las dirigidas por su ídolo, Fidel Castro Ruz, en la década del cincuenta, encaminadas a sembrar el terror en las principales ciudades cubanas.


Algunos de los terroristas etarras viven en Cuba gracias a un acuerdo entre los gobiernos de España y Cuba, pero otros son prófugos de la justicia española.

 

Una apología al terrorismo etarra

Documental cubano ensalza a tres asesinos

de la organización terrorista ETA radicados en Cuba

8 de junio de 2013

Los deportados (2012), dirigido y producido por Lupe Alfonso, está dedicado “a la memoria de Jokin Gorostidi”, uno de los fundadores de la banda terrorista ETA.

 

En ningún momento el documental expone el historial delictivo de los entrevistados. José Ángel Urtiaga Martínez está acusado de participar en el ametrallamiento de la comisaría de Policía de Santurce. También de los asesinatos de Alfredo Ramos Vázquez (propietario de un bar), Vicente Zorita Alonso (candidato de Alianza Popular) y de un ingeniero de la central nuclear de Lemoniz. Posteriormente participó en la voladura de una central telefónica en Madrid y en el secuestro de Diego Prado y Colón de Carvajal. Recientemente fue acusado de actuar como máximo responsable del colectivo de etarras en Cuba entre 1984 y 1998 y de dirigirse a la banda terrorista en dos cartas en las que solicitaba permiso para que integrantes de esta organización “experimentaran” en Venezuela con artefactos explosivos.

 

José Miguel Arrugaeta participó en el secuestro y asesinato del capitán Martín Barrios en 1983, tras lo cual huyó a Francia. En marzo de 2010 un juez español cursó órdenes internacionales de detención contra él y otros miembros de ETA y de las FARC, procesados por colaborar para atentar contra altos cargos colombianos.

 

Por último aparece Jesús Abrisketa, quien estaba considerado por la policía como el máximo dirigente de ETA “político-militar”. Fue acusado del robo a punta de pistola de doscientos kilos de dinamita y de haber participado en la reunión que decidió la colocación de una serie de bombas en 1969.

Los terroristas que protege el régimen cubano

Andrés Oppenheimer

24 de mayo de 2005

 

MIAMI.- Hay que decirlo sin ambigüedades: si el gobierno del presidente George W. Bush no deporta al exiliado cubano sospechoso de terrorismo Luis Posada Carriles, la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo perderá toda credibilidad en el resto del mundo.

 

Aclarado este punto, pasemos al próximo: una vez deportado Posada Carriles, Bush debería aprovechar la ocasión para convertir un potencial desastre propagandístico en una victoria de relaciones públicas, iniciando una ofensiva diplomática para exigir que el gobernante vitalicio cubano Fidel Castro arreste y deporte a los cientos de terroristas internacionales, piratas aéreos, asaltantes de bancos y asesinos de policías requeridos por varios países que han encontrado refugio en su isla.

 

Veamos los hechos: después de la entrevista con Posada Carriles publicada por el Miami Herald, y el posterior arresto del anticastrista por parte de agentes federales el martes pasado, el gobierno de Estados Unidos ya no puede quedarse con los brazos cruzados.

 

Anteriormente, funcionarios del gobierno de Bush habían dicho que no sabían si Posada Carriles estaba en Estados Unidos. Posada Carriles fue acusado de haber participado en el atentado contra un vuelo civil de Cubana de Aviación en 1976, en el que murieron 73 pasajeros, y de la serie de bombas que explotaron en La Habana en 1997, en la cual murió un turista italiano.

 

En su entrevista con el Herald, Posada Carriles negó cualquier vínculo con el ataque contra el avión -aunque algunos documentos del gobierno de Estados Unidos sugieren lo contrario- pero no hizo lo mismo con las explosiones en La Habana. Al ser consultado al respecto, sólo dijo: “Dejemos que la historia juzgue eso”.

 

Castro y el presidente venezolano, Hugo Chávez, su discípulo, se están haciendo un banquete propagandístico con el caso de Posada Carriles. El martes pasado, el gobierno de Castro acarreó a cientos de miles de empleados estatales a una manifestación en La Habana bajo el rótulo de “Abajo el terrorismo”, exhibiendo pancartas de los civiles muertos en el atentado contra el avión y acusando a Estados Unidos de ser un país hipócrita que apoya a los terroristas que le convienen.

 

Un club del terrorismo

 

¿Qué debería hacer el gobierno de Bush? Muy simple: deportar a Posada Carriles, ya sea a uno de los países desde donde entró ilegalmente a Estados Unidos -que incluyen a Panamá, Honduras, Guatemala y México- o a Italia, si un juez de ese país decide pedirlo en relación con el turista italiano que murió en La Habana en 1997.

 

Una vez que lo haya expulsado de Estados Unidos, Bush debería exhibir a Cuba ante el mundo como un “Club Mediterranée” del terrorismo internacional y exigir a las Naciones Unidas que investiguen por qué Castro no sólo les da refugio a terroristas, sino que los recibe como héroes.

 

Bush podría dar un discurso como éste: “Amigos, como ustedes saben, acabamos de deportar al señor Posada Carriles. Hemos rehusado mandarlo a Cuba o a Venezuela, que no tienen sistemas de justicia independientes y, en cambio, lo hemos enviado a un país democrático, donde puede tener un proceso legal justo. Ahora, les ruego que exijan a Cuba que haga lo mismo, y arreste y deporte a los 77 terroristas y otros criminales buscados por el FBI que viven en Cuba protegidos por el régimen de Castro, así como también los cientos de otros requeridos por otros países.

 

“Estoy hablando de gente como Joanne Chesimard, la miembro del Ejército de Liberación Negro, que huyó a Cuba después de escapar de una prisión en Nueva Jersey en 1979, y que -a diferencia de Posada Carriles- ha sido sentenciada por terrorismo.

 

“Chesimard fue hallada culpable por el asesinato de Woerner Foester, un policía de caminos de Nueva Jersey que había detenido el auto de la acusada por tener un faro de atrás roto. La semana pasada, en uno de sus actos públicos, Castro dijo que Chesimard es una víctima de la discriminación racial en Estados Unidos.

 

“Estoy hablando de gente como Víctor Manuel Gerena, un miembro del grupo terrorista Macheteros de Puerto Rico, quien está en la lista de los más buscados por el FBI.

 

“Estoy hablando de docenas de miembros del grupo terrorista ETA de España, que se especializa en hacer explotar coches bomba en la vía pública, así como de docenas de terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, que van y vienen de Cuba bajo la justificación oficial de que pertenecen a “movimientos de liberación nacionales”.”

 

Posdata: algunas cadenas de noticias de Estados Unidos y The New York Times han sugerido en sus artículos que Posada Carriles es considerado un “héroe” y un “luchador por la libertad” en Miami. Eso es periodismo irresponsable.

 

Hasta el momento, aunque a Castro le gustaría que ese fuera el caso -para dejar mal parados a los exiliados cubanos- no se ha visto una oleada de apoyo por Posada Carriles en esta ciudad.

Washington busca la captura de 75 fugitivos en Cuba

Wilfredo Cancio Isla

9 de agosto de 2005

 

La batalla internacional contra el terrorismo ha reanimado los esfuerzos de Estados Unidos por ajustar cuentas a 75 fugitivos de la justicia que viven a sólo 90 millas del brazo de la ley.

 

El caso de la activista afroamericana Joanne Chesimard, de 57 años, asilada en Cuba tras fugarse de una cárcel en 1979, renovó recientemente los esfuerzos de las autoridades de Nueva Jersey por su captura y motivó una enmienda de la Cámara de Representantes para divulgar su caso dentro y fuera de la isla.

 

La enmienda fue presentada por los representantes Bob Menéndez (Nueva Jersey), Vitto Fossella y Peter King (Nueva York) y aprobada ampliamente en la Cámara el pasado 20 de julio. La propuesta está incluida dentro de la Ley de Autorización, que determina el funcionamiento de las relaciones exteriores.

 

“Esta enmienda es simple: sólo requiere que la Sección de Intereses de EEUU en La Habana divulgue los nombres de estos fugitivos y la recompensa por su captura”, declaró Menéndez. “Chesimard debe ser retornada para que encare la justicia norteamericana, y no descansaremos hasta que esto suceda”.

 

En mayo, las autoridades de Nueva Jersey, en coordinación con el FBI, anunciaron una recompensa de $1 millón por la captura de Chesimard, una integrante del Black Liberation Army condenada a cadena perpetua por el asesinato del patrullero estatal Werner Foster en 1973. La activista, conocida también como Assata Shakur, huyó de la prisión con la ayuda de tres hombres armados y luego se refugió en la isla.

 

La iniciativa busca divulgación efectiva sobre todos los prófugos estadounidenses en Cuba, entre ellos el puertorriqueño Víctor Manuel Gerena, miembro del grupo Los Macheteros y uno de los diez más buscados por el FBI.

 

Menéndez cree que “el incentivo ofrecido por el FBI sólo funcionará si la gente sabe que existe”.

 

“Este ha sido un tema de tensión en el Congreso por muchos años”, dijo la congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen. “Cuba se ha convertido en un centro de refugio de terroristas, donde los criminales disfrutan la libertad que no tienen los propios ciudadanos cubanos”.

 

La propuesta legislativa pasará al Senado luego que el Congreso reanude sus sesiones, el 6 de septiembre.

 

Mientras, la organización Nueva Prensa Cubana (NPC) de Miami escaló ya un primer peldaño informativo. El más reciente número de la revista Enepecé muestra en su portada una foto desconocida de Chesimard, tomada el pasado febrero en La Habana, e incluye un amplio reportaje sobre el tema titulado “La madriguera tropical del terror”.

 

La revista, que circula clandestinamente dentro de la isla, planea enviar unos 2.000 ejemplares para los lectores cubanos.

 

“En momentos en que el régimen castrista lanza virulentas acusaciones contra los exiliados de Miami, es importante que el pueblo cubano conozca e identifique los verdaderos terroristas que se esconden en su propio país”, comentó Nancy Pérez Crespo, directora de NPC.

Fugitivos en Cuba

Alejandro Armengol

1 de mayo de 2014

 

Las decenas de fugitivos que huyeron a Cuba tras cometer delitos en Estados Unidos no pueden descansar tranquilos: sus días bajo el sol podrían estar contados.

 

Desde hace más de 40 años el gobierno y el Congreso estadounidenses vienen pidiendo la extradición de varios connotados criminales.

 

Es posible que en las circunstancias actuales, podría especularse que el gobierno cubano está dispuesto a llegar a un acuerdo. Pero al igual que en ocasiones anteriores, en que Estados Unidos ha tratado de llegar a un arreglo con el régimen de la isla, hay que deslindar entre su interés de aprovechar una ocasión para hacer propaganda y un esfuerzo serio para resolver un problema pendiente desde hace décadas.

 

Hay que enfatizar que “intercambio” es la palabra clave de cualquier negociación entre Washington y La Habana. En diversos momentos, funcionarios cubanos se han expresaron en favor de un intercambio de fugitivos de ambos países.

 

Por años, los nombres de Orlando Bosch siempre salían a relucir como respuesta de Cuba cuando se mencionaban a los terroristas prófugos de la justicia estadounidense residiendo en Cuba.

 

En la actualidad este reclamo ha perdido vigencia. Bosch falleció hace tres años en Miami y Posada es un hombre enfermo y de edad muy avanzada.

 

De hecho, en la actualidad cuando Cuba habla de intercambio se refiere a otro tipo de prisioneros: el contratista Alan Gross cumpliendo prisión en la isla y los tres espías cubanos que quedan presos en EE.UU., dos de ellos condenados a varias cadenas perpetuas. Pero este intercambio no parece posible en la actualidad.

 

Hay que añadir, por otra parte, que la retirada de Cuba de la mencionada lista puede producirse en cualquier momento, producto de una negociación, y que por lo general los nombres en dicho documento se colocan y retiran de acuerdo a determinadas circunstancias, y por lo general estos cambios no ocurren cuando anualmente se da a conocer el documento.

 

Sin embargo, el mantenimiento de Cuba en la lista de países que Estados Unidos considera que patrocinan el terrorismo, junto a Irán, Sudán y Siria, que Washington acaba de ratificar, se fundamenta en buena parte en los fugitivos estadounidenses que aún permanecen en suelo cubano.

 

De hecho, el texto del documento parece una retahíla de justificaciones para sustentar la salida de Cuba de la lista.

De acuerdo a una información dada a conocer por Radio Martí, el documento del Departamento de Estado considera que “la isla aflojó en 2013 sus lazos con el grupo vasco ETA y que no proporciona armas ni entrenamiento paramilitar a grupos terroristas”.

 

Según el documento, relativo a 2013, durante el último año han “continuado los informes que indican que los lazos de Cuba con ETA se han vuelto más distantes, y que alrededor de ocho de las dos docenas de miembros de ETA en Cuba cambiaron de localización con la cooperación del Gobierno español”.

 

El texto también reconoce el papel mediador del gobierno cubano en el proceso de paz colombiano, aunque subraya que Cuba ha dado refugio “desde hace años” a miembros de ETA o guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 

Estados Unidos reconoce que “a lo largo de 2013, el Gobierno de Cuba apoyó y albergó las negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia destinadas a forjar un proceso de paz entre los dos”.

 

“El Gobierno de Cuba ha facilitado el viaje de representantes de las FARC a Cuba para participar en estas negociaciones, en coordinación con representantes de los Gobiernos de Colombia, Venezuela y Noruega, así como la Cruz Roja”, apunta el informe.

 

El documento señala, además, que “no hay indicaciones de que el Gobierno de Cuba proporcionara armas o entrenamiento paramilitar a grupos terroristas”, como indicaron también los informes de los dos últimos años, según Radio Martí.

 

Sin embargo, el Departamento de Estado asegura que el Gobierno cubano “siguió proporcionando refugio a fugitivos buscados por EE.UU., y les dio apoyo al facilitarles un techo, raciones de alimentos, libros y cuidados médicos”.

 

Cuba integra la lista desde 1982, lo que supone la imposición de sanciones como la prohibición de la venta y exportación de armas, prohibición de ayuda económica y restricciones a las transacciones financieras entre ciudadanos.

 

En la actualidad la Oficina de Intereses de Cuba en Washington tiene interrumpida la tramitación de documentos consulares, en particular la emisión de visas, debido a la falta de un banco que atienda sus asuntos financieros.

 

Llama la atención esa aparente falta de interés, por parte del gobierno cubano, en resolver el problema de los fugitivos. Aunque al parecer desde años la isla no recibe a prófugos procedentes de EE.UU., circulan versiones de que varios con delitos pendientes en este país —fundamentalmente de estafas al Medicare y Medicaid— se encuentran en Cuba.

 

Como en ocasiones anteriores, los hermanos Castro pueden estar jugando varias cartas al mismo tiempo. De forma sistemática, sus vínculos con la política norteamericana se han ido acercando al establishment; los empeños contra el embargo terminaron traducidos en compras al contado. Desde el inicio de estas ventas, La Habana trató de crear conciencia en los legisladores —es un decir marxista— con dinero: su internacionalismo conformado al mercado de fuerza de trabajo barata y su lucha ideológica limitada al cabildeo. Pero estos esfuerzos, que durante la década pasada llegaron a tener gran intensidad, no condujeron a resultado alguno y han sido abandonados casi por completo.

 

En la actualidad el énfais se ha encaminado por otros rumbos, con una aquiescencia tácita en ocasiones y una deliberada campaña en otras: la posibilidad de inversiones en la isla por parte de cubanos residentes en EE.UU., y la búsqueda de alguna forma que permita una mayor colaboración económica entre el incipiente y limitado sector privado y quienes viven en el exilio.

 

Pero el juego capitalista de apostar con dinero —sea a través de grandes inversiones con empresas mixtas que incluyan la participación del gobierno o con limitados recursos al sector privado— no lo hace abandonar la táctica de proporcionar argumentos a sus defensores y trampas a sus enemigos.

 

Un acuerdo sobre los fugitivos contribuiría a verlo con ojos más favorables entre los que ya se inclinan a esa mirada. Un nuevo intento de limpiar imagen dentro de una campaña iniciada desde que el general Raúl Castro asumió la presidencia.

 

Si el Departamento de Estado incluye a Cuba entre los países que apoyan el terrorismo es porque, entre otras razones, la isla brinda amparo a miembros de grupos subversivos.

 

Si La Habana volviera a plantear un intercambio entre prófugos de la justicia estadounidenses y personas que el régimen considera responsables de actos terroristas en la isla —en la práctica un cambio de ancianos de ambos bandos, algo que repito sigue sonando imposible—, no solo colocaría a un mismo nivel a Washington y La Habana, sino que rebajaría a Miami a la categoría de una cabeza de playa llena de terroristas, mientras que a 90 millas hay un país dispuesto a cooperar en mantener en la sombra a los peores criminales.

 

Si intercambio es la palabra clave, ¿qué tiene Castro que ofrecer? Hay un grupo reducido de secuestradores de aviones que viven en la isla, muchos de ellos casados y con familia cubana. Hay también figuras más buscadas, como Joanne Chesimard, alias Assata Shakur, quien escapó a Cuba en 1979, acusada de asesinar un policía de carreteras que detuvo su automóvil en una verificación de rutina.

 

Por lo pronto, el tiempo y la muerte han sido la única respuesta. Bosch murió en Miami y Robert Vesco en La Habana. William Potts, acusado de secuestrar un avión hacia Cuba en 1984, pidió y regresó a EE. UU., donde se declaró culpable del delito cometido.

 

Mientras tanto, al parecer Chesimard sigue en Cuba —desde hace años se dice que es una protegida especial de Fidel Castro— y el ex agente de la CIA Frank Terpil, un traficante de armas convicto, volvió a salir a relucir en un documental sobre los crímenes de Gadafi, transmitido por Showtime —Mad Dog: Inside the Secret World of Muammar Gaddafi— y continúa en La Habana, con la compañía de una novia cubana, la bebida y los ocasionales libros en inglés que le brindan amigos bondadosos.

 

Por lo demás, con el tiempo que llevan en la isla, deben saber ya que en algún momento se pueden volver “negociables” y que la peor pesadilla no es ser un fugitivo: es no poder huir.

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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.