Correo de contacto (profesorcastrocuba@aol.com) 

 

Email that I sent on July 23, 2021, to Sen. Marco Rubio, Congressman Carlos Giménez, Congressman Mario Díaz-Balart, and Congresswoman María Elvira Salazar.

 

 

Covid’s favourite governor to continue causing suffering

Manuel Castro Rodríguez

July 23, 2021

 

The U.S. should not forget the costly toll of Florida not shutting down spring break. Ron DeSantis “is Donald Trump’s and the coronavirus’s favourite governor”, The Economist wrote.

 

Gov. Ron DeSantis has drawn national attention for bucking federal health-care officials over the handling of the novel coronavirus, but a group of Florida physicians said Thursday the governor’s push to reopen the state and block precautions are a main reason for a sharp increase in the number of residents suffering from COVID-19.

 

Florida leading the nation in the number of new daily COVID-19 cases,

 

As of Friday morning, Florida was one of three states accounting for 40% of all new COVID-19 infections.

 

Despite the rapid rise in numbers, Gov. Ron DeSantis is vowing not to issue any COVID-19 mandates or lockdowns.

 

DeSantis said that despite the rise in the number of COVID-19 cases, lockdowns or statewide mask mandates will not be happening in Florida.

 

The state is averaging about 6,500 cases per day. That number has nearly doubled in just one week and quadrupled in just one month.

 

The governor says he believes the uptick is seasonal, but many doctors disagree. They say the difference now is the far more contagious delta variant.”

 

Republican Gov. Ron DeSantis insisted that Florida would have a “normal school year” and that the state would resist any campaigns or push by federal authorities to put in place mask mandates for school children.

 

Republican DeSantis is the governor of a state with at least 38,388 coronavirus deaths on his watch. More than 8,000 people in Florida tested positive for coronavirus on Wednesday, and even the state’s attorney general announced on Wednesday that she has Covid despite being fully vaccinated.

 

As the Centers for Disease Control and Prevention (CDC) on Jun 17 labeled the Delta variant of the novel coronavirus a “variant of concern,” Republican Florida Gov. Ron DeSantis downplayed the potential impact it could have on the state, on the same day the U.S. passed more than 600,000 deaths since the start of the pandemic.

 

Proof of Covid-19 vaccination is a must as the cruise ship industry in Florida works to re-start. Floridians are in favor of vaccination requirement to cruise, but the results go against a Republican Gov. DeSantis policy that bans businesses from asking for proof of vaccination in the state.

 

Florida GOP comes up with a doozy of an excuse for banning vaccine passports on cruises | Editorial

 

Florida never required a statewide mask mandate and instead left it up to local cities and counties. But the Florida Legislature passed a bill this spring that gives the governor veto power over local governments that impose restrictions related to public health emergencies, meaning that any new restrictions put in place by cities and counties could be quickly nixed.

 

DeSantis was one of the last governors to issue a stay-at-home order, which he did only after weeks of unrelenting criticism, and one of the first to reopen. He required that schools remain open in opposition to the teachers unions. — “Closing schools due to coronavirus is probably the biggest public health blunder in modern American history,” he said.

 

DeSantis forbade local governments from enforcing mask mandates.

 

 

The U.S. should not forget the damage caused by Gov. DeSantis. Do we have communism in Florida?

Cómo se puede evitar que

el virus siga ganando en Florida

(I)

Manuel Castro Rodríguez

 

6 de agosto de 2020

 

Aunque Estados Unidos tiene el 4.25% de la población mundial, ha reportado más de 4.8 millones de casos confirmados de coronavirus SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. O sea, el 25.7% de las personas infectadas con este coronavirus residen en el país más rico que ha conocido la humanidad.

 

Casi todas las naciones han luchado por contener este coronavirus, pero la patria de Lincoln es el único país desarrollado que ha sufrido un brote severo y sostenido durante más de cuatro meses. Según un modelo usado por la Casa Blanca, la situación empeorará: hasta noviembre habrá más de 230 mil muertes causadas por COVID-19.

 

Analizaré en dos artículos de opinión cómo se puede evitar que este virus continúe ganando en Florida:

 

1) Por qué más de medio millón de residentes en Florida han sido reportados positivos al COVID-19.

 

2) Cómo podremos evitar que Florida continúe en caída libre.

 

 

Por qué más de medio millón de residentes en Florida han sido reportados positivos al COVID-19.

 

Para poder comprender la gravedad de la crisis en que nos encontramos en Florida, no es suficiente conocer que más de medio millón de residentes en Florida hayan sido reportados positivos, ni que más de 7,600 residentes hayan fallecido debido al COVID-19, porque las lecciones aprendidas de esta pandemia es que este coronavirus puede dañar no solamente los pulmones, sino también los riñones, el hígado, el páncreas, el corazón, el cerebro, el sistema nervioso y la piel. Las personas infectadas podrían pasar décadas o todo el tiempo que les quedara de vida, recuperándose del COVID-19.

 

 

Hasta el 1 de mayo, el Departamento de Salud de Florida había reportado 34,728 casos confirmados de coronavirus. Hace un mes, Florida ocupaba el tercer lugar en Estados Unidos en el número más alto de casos confirmados, después de Nueva York y California. Hasta el miércoles 5 de agosto, el Departamento de Salud de Florida ha reportado 502,739 casos confirmados de COVID-19, solamente superado por California, que tiene más de 512 mil casos. California es el estado más poblado con 39.5 millones de habitantes, casi el doble de los 21.4 millones de Florida.

 

Cómo hemos llegado a esta situación tan grave. La evidencia científica demuestra que Florida pudo haber evitado la grave crisis en que nos encontramos, si el gobernador Ron DeSantis no supeditase los datos científicos a una decisión política, al igual que hacen los dictadores comunistas. La tasa efectiva de reproducción de Florida demuestra que a finales de abril el gobernador DeSantis desaprovechó la oportunidad de dominar la pandemia, como explicaré inmediatamente.

 

Los epidemiólogos definen R como la cantidad esperada de contagios que genera un individuo promedio infectado. O sea, es la velocidad de propagación del virus. Esta medida estadística permite calcular el número promedio de personas que son infectadas por una que tenga la enfermedad. Cuando el valor de R esté por encima de 1.0, el virus se propagará rápidamente; mientras que cuando ese valor esté por debajo de 1.0, el virus empezará a dejar de propagarse. Además, se debe tener en cuenta que la peor situación ocurrirá cuando la tasa de contactos infectados sea alta y se tengan muchos casos nuevos por día.

 

Los lectores pueden comprobar que en los primeros días de abril, Florida logró que la tasa de infección secundaria disminuyese significativamente, llegando el 13 abril a que fuese 0.79. O sea, que un par de semanas después de que los residentes en Florida se quedaran en la casa, parecía que Florida estaba en camino de erradicar la pandemia.

 

¿Qué pasó después de que el sacrificio hecho por los residentes en Florida lograse que la tasa de infección secundaria disminuyese a 0.79? El 21 de abril, el gobernador Ron DeSantis declaró “Our work is succeeding ... we have flattened the curve.” Los lectores pueden comprobar que ese día la tasa de contactos infectados fue 0.85, y que hacía una semana que estaba incrementándose y siguió aumentando hasta llegar a 0.96 el 3 de mayo, a pesar de lo cual el siguiente día Florida comenzó a reabrir.

 

Esa tasa de infección secundaria continuó subiendo hasta llegar a 1.35 el 31 de mayo, mientras que en Nueva York ese mismo día la tasa fue 0.90.

 

Está muy claro que Florida estuvo en el camino correcto para dominar la pandemia, y evitar la mayoría de las muertes y los sufrimientos que han ocurrido en los últimos meses. Desgraciadamente, el gobernador DeSantis y el alcalde Carlos Giménez no se guían por lo que es mejor para la población; ellos se orientan por lo que le conviene a la reelección del presidente Trump y sus propias aspiraciones políticas, para lo cual necesitan el apoyo de Trump. O sea, que tengo que seguir en cuarentena debido a que el gobernador DeSantis y el alcalde Giménez incumplen su deber como gobernantes.

 

Como soy abuelo, no puedo olvidarme del sufrimiento de los padres y los abuelos de los niños afectados por el COVID-19. Según el Departamento de Salud de Florida, 39,136 menores de 18 años han sido reportados positivos a este coronavirus, de los cuales 25,221 son menores de 14 años. Han fallecido 7 menores de 18 años, de los cuales 3 eran menores de 14 años. Una niña de 9 años, Kimora Lynum, murió debido al COVID-19; según su familia, no tenía problemas de salud hasta que se contagió con el coronavirus.

 

Según el Departamento de Salud de Florida, 25,221 menores de 14 años han sido reportados positivos a este coronavirus. Sin embargo, el presidente Trump continúa mintiendo al respecto:

 

If you look at children, children are almost — I would almost say definitely — but almost immune from this disease. So few — they’ve gotten stronger. Hard to believe. I don’t know how you feel about it, but they have much stronger immune systems than we do, somehow, for this. And they don’t have a problem. They just don’t have a problem”.

 

El 20 de julio, los sindicatos de maestros y padres demandaron al gobernador Ron DeSantis por su orden de que las escuelas reabrieran por completo en agosto, a pesar de los crecientes casos de enfermos y muertes por COVID-19 en Florida, informó el New York Times.

 

Con casi 126 mil casos confirmados y 1.775 fallecimientos reportados hasta el miércoles 5 de agosto, Miami-Dade sigue en caída libre. ¿Cuánta enfermedad y muerte causadas por el COVID-19 y la irresponsabilidad de nuestros gobernantes están dispuestos a soportar los residentes de Miami-Dade?

 

Es necesario destacar que todas las encuestas realizadas por diferentes compañías muestran que sigue disminuyendo el nivel de aprobación del manejo de la pandemia hecho por el presidente Trump y el gobernador Ron DeSantis. Por ejemplo, dos de las últimas encuestas encontraron que:

 

1- Solamente el 32 por ciento de los norteamericanos aprueba el manejo de la pandemia hecho por el presidente Trump.

 

2- Solamente el 38 por ciento de los floridanos aprueba el manejo del COVID-19 por parte del gobernador Ron DeSantis. También encontró que el 61 por ciento de los encuestados considera que el proceso de reapertura de Florida, uno de los primeros en el país, fue prematuro.

 

Además, una encuesta de Gallup publicada el miércoles 5 de agosto muestra que el porcentaje de republicanos que dicen estar “satisfechos” con la dirección hacia la que Estados Unidos se dirige ha disminuido en 60 puntos desde febrero, cuando la pandemia de coronavirus comenzó a extenderse rápidamente por el país. Actualmente, la satisfacción de los republicanos (20%) es aproximadamente la mitad de lo que era hace un mes (39%).

 

No me cabe la menor duda de que los resultados serían peores para el presidente Trump y el gobernador DeSantis, si la población supiese que la evidencia científica demuestra que miles de muertes y sufrimientos se hubiesen podido haber evitado si nuestros gobernantes no supeditasen los datos científicos a una decisión política, al igual que hacen los dictadores comunistas.

 

Aunque el presidente Trump continúa afirmando que Estados Unidos lo está haciendo “very well” en su lucha contra el COVID-19, la evidencia científica demuestra lo contrario: con más de 4,824,000 casos confirmados, Estados Unidos es el líder mundial, seguido en segundo lugar por Brasil con 2,859,000 casos. Como los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro actuaron de forma similar, sus países son los más afectados.

 

 

Continuará. 

 

Manuel Castro Rodríguez
7333 Carlyle Ave, Apt. 1A, Miami Beach, Florida 33141

 

 

How did Florida get so badly hit by Covid-19?

Ritu Prasad

BBC News, Fort Myers

 

July 14, 2020

 

Florida is fast becoming America's latest Covid-19 epicentre. The surge in the Sunshine State has been linked in part to younger Americans - but that doesn't mean there's no cause for concern.

 

Like many Covid-19 stories, it started with a dry cough.

 

Fever, loss of taste and chest pain followed Sanjay Bharath's diagnosis in early March.

 

Mr Bharath, who is a hospital nurse in South Florida, says he caught the virus from a patient when the Covid-19 screening process for admissions was less strict. He was told to self-quarantine two days later.

 

At 34 years old, Mr Bharath does not fall into a virus-vulnerable age group. But 14 days after that first contact, he had coughed up blood and checked into the hospital.

 

Two days later, on 26 March, he was intubated.

 

"I didn't think it was too bad," he says, describing his first couple of hours in the ER. "I honestly thought they weren't going to admit me at the hospital, just send me home with some sort of medication."

 

As his symptoms worsened, Mr Bharath says he would wake up in a fever-sweat every six hours, feeling chills and lightheaded and unable to catch his breath.

 

Sanjay Bharath, a 34-year-old nurse, was hospitalised over the virus

"I couldn't take a big breath without coughing and choking," he says. "It's like you're running a marathon constantly just by sitting down."

 

Mr Bharath would remain on a ventilator for eight days.

 

Florida has been averaging nearly 10,000 new cases per day for the last week. On 12 July, the state broke the national record by reporting 15,300 cases in a single day. A Reuters analysis on 12 July found if Florida were a country, it would be fourth in the world for most new cases in a day.

 

As of 14 July, over 4,400 Floridians have died due to the virus and the state's weekly average has risen to 81 people each day by local counts. The same day saw the state's all-time highest daily death toll, with 132 reported deaths.

 

Florida saw the biggest daily jump in hospital admissions on 9 July, with more than 400 patients needing treatment, as well as 120 residents, including an 11-year-old girl, dying due to the virus.

 

Critics say the number of deaths is probably higher, as Florida does not like other states report deaths suspected as having been caused by Covid-19. The state also has yet to report daily hospital admission rates, though officials have promised to do so.

 

Along with Texas and Arizona, the Sunshine State has fast become one of the regions with the highest surges in the country.

 

The positive test rate - which indicates how much the virus is spreading even with testing increases - is nearing 20%, the highest since early March when the pandemic hit the US. That's also four times the standard for reopening set by the World Health Organization, and double the recommendation by the Centers for Disease Control.

 

Florida only hit the 100,000 case mark on 22 June, according to data from Johns Hopkins University. Just 13 days later, that number had doubled.

 

Now, there are more than 287,000 cases.

 

"There's a lot of misinformation all over the web about the seriousness of this outbreak," says Dr Aileen Marty, a Florida International University infectious disease expert who has been working with state officials on the pandemic response. She says this is partly why Florida is now among the worst-hit regions.

 

"Since we don't have a consistent message in our state, let alone our country, there's even more confusion."

 

In May and June, Governor Ron DeSantis had said reopening was feasible as cases had declined. He promised no roll-backs.

 

As cases began rising, Mr DeSantis in June reversed his decision to allow bars to reopen. But he has refused to require masks statewide, though local leaders in major cities like Miami have done so, and has joined President Donald Trump in emphasising the importance of keeping the economy open.

 

"The way that we've acted after our initial lockdowns has perpetuated the problem," Dr Marty says. "It was a failure because they didn't do it right the first time."

 

Dr Marty, who also serves as a World Health Organization adviser, says establishing a contact tracing and isolating system while the state was in lockdown was one key step that never happened.

 

A lack of early testing of asymptomatic individuals plus weeks of civil unrest, between anti-lockdown protesters and marches against racial inequality, have also worsened the situation.

 

But even as Florida's numbers continue to trend upwards, Mr DeSantis said last week he felt the state's numbers had stabilised, telling residents: "There's no need to be fearful."

 

The Republican governor has also downplayed the severity of Florida's outbreak by pointing to the increase in testing and younger Floridians being infected - particularly those aged 25 to 34 - as well as a lower death rate.

 

"Generally, deaths follow about two weeks behind when we get the positive tests," Dr Marty explains. She pushes back against the notion that America is doing well with deaths from this virus, saying even looking at just the raw data shows the nationwide rate - around 5.6% - is concerning.

 

"That's considering the fact that we're better at it now than we were," she adds. "We're getting people in beds sooner, moving people to ICUs sooner."

 

Testing, despite delays in getting results, has also aided mitigation. Medication is helping, though the Remdesivir antiviral drug is in short supply at some hospitals.

 

"I just don't understand people who say our death rate is great," Dr Marty says.

 

Younger Americans have been blamed for surges across the country, and particularly in Florida, where most new cases are from those under age 30 on the heels of summertime weather and national holidays.

 

The median age of infections in Miami-Dade County, the state's most populous region, is 40. In Tallahassee, the median recently hit a low of 25 years old.

 

But just because younger people are less likely to die than the elderly from this disease does not make this surge less worrying. Health experts warn there are still serious risks and far too many unknowns about what contracting Covid-19 means in the long-term.

 

Recent studies have found that some asymptomatic survivors lost some of their sense of smell, even if they did not notice a change. In scans, individuals who otherwise feel fine show signs of lung damage.

 

"There is a risk to [young people] now, which is small, and a risk for their future, which is unknown," Dr Marty says.

 

In hospital, Dr Marty has seen Covid patients develop clots that lead to strokes. Some clots lead to losing limbs. Others develop an inflammation of the heart. All this in addition to the damage to the lungs - the scarring they will feel the effects of for the rest of their lives.

 

In the last week alone she has cared for patients ranging from 30 to 80 years old.

 

"It's not one and done with this thing," she emphasises.

 

There are questions when it comes to herd immunity as well - with no proof yet that it works with this virus. Data from the six other coronaviruses that have caused infections in humans suggests none of them produce immunity lasting more than a year.

 

Mr Bharath was one of the first staff in his hospital to catch Covid-19, back in March.

 

After being taken off the ventilator, the 34-year-old was moved from the ICU to recover for four days in a Covid-19-only unit - the same unit where he works now. No visitors were allowed in at all, even family.

 

"The recovery was a little difficult at first," Mr Bharath says. "I was still really out of breath, I still had some pneumonia. It was still difficult breathing and moving around."

 

In the two weeks in hospital over Covid-19, Mr Bharath lost 20 lbs (9kg). Lying still in a hospital bed exacerbated a prior nerve issue in his feet - he lost some feeling in his toes while other tendons had stiffened up painfully. He was out of work for another six weeks.

 

Now, four months since his hospital stay, Mr Bharath is still recovering. "I still get short of breath a bit here and there," he says.

 

When he returned to work at the start of June, he says he "hesitated a little bit".

 

"But I felt like I owed the staff and the employees, and there's still a job to be done, so I had to go back."

 

The never-ending work is beginning to take a toll on healthcare workers across the state. Staff are exhausted, frustrated, scared.

 

As of 13 July, there are just over 13,700 hospital beds - about 22% of the total - still available in the state, according to data from the Agency for Health Care Administration. Nearly half of all the ICUs in the state report being at least 90% full, leaving under 1,200 beds available. Over 40 hospitals are already at capacity.

 

"There's a limited number of trained and ready professionals," Dr Marty says. "We're talking about doctors, we're talking about nurses, we're talking about aides of all kinds - that know how to even use the kind of equipment that we need to use. A brain surgeon has no idea how to use a ventilator."

 

Florida will be importing over 100 nurses in the next few days, and it seems likely the state will need to import doctors as well. Personal protective equipment - essential for keeping staff safe and containing the virus' spread in care settings - is also running low again.

 

"We're stressed out," Dr Marty says. "Nurses are coming to me because they're being told to wear surgical masks instead of N95s because we don't have N95s."

 

Testing continues to be America's ever-present problem. Without it, keeping Covid-19 contained is a shot in the dark.

 

Testing sites have seen long wait times and delays in results

The US had begun to ramp up testing capacity, but demands now are threatening to overwhelm labs in Florida and nationwide. Machines are not able to keep up with the surge in tests, resulting in delays that in turn fuel community spread as people do not know if they're positive for days.

 

Mr Bharath says it's frustrating to see people continue to refuse to wear masks and deny that Florida's recent surge stemmed from its push to reopen.

 

"They're putting a lot of people at risk," he says, adding that there's always the fear that he might catch it again or bring it home to more vulnerable family members.

 

"The weird thing about this virus is it affects a lot of people differently," Mr Bharath says.

 

 

"Why take the risk at all if you can?"

 

Por qué 5 niños han fallecido

por COVID-19 en la Florida

Manuel Castro Rodríguez

 

Julio 26, 2020

 

 “Para los niños es este periódico, y para las niñas, por supuesto. Sin las niñas no se puede vivir, como no puede vivir la tierra sin luz ... Para los niños trabajamos, porque los niños son los que saben querer, porque los niños son la esperanza del mundo”.

 

José Martí

 

Una niña de 9 años murió debido al COVID-19. Según el Departamento de Salud de Florida, cuatro niños de entre 10 y 17 años murieron a causa del virus, entre ellos un varón de 11 años. Un niño de ocho años ha estado en cuidados intensivos en el Nicklaus Children's Hospital desde hace 10 días.

 

¿Cuántos niños tienen coronavirus en la Florida? Según el Departamento de Salud de Florida, 31,150 niños tienen COVID-19 y la tasa de casos positivos es 14.4%. Sin embargo, una enorme tasa de 31.1% se reportó en el informe pediátrico del estado.

 

La evidencia científica demuestra que esas muertes y otras miles se hubiesen podido haber evitado si el gobernador Ron DeSantis no supeditase los datos científicos a una decisión política, al igual que hacen los dictadores comunistas. La tasa efectiva de reproducción de Florida demuestra que a finales de abril el gobernador DeSantis desaprovechó la oportunidad de dominar la pandemia, como explicaré inmediatamente.

 

Los epidemiólogos definen R como la cantidad esperada de contagios que genera un individuo promedio infectado. O sea, es la velocidad de propagación del virus. Esta medida estadística permite calcular el número promedio de personas que son infectadas por una que tenga la enfermedad. Cuando el valor de R esté por encima de 1.0, el virus se propagará rápidamente; mientras que cuando ese valor esté por debajo de 1.0, el virus empezará a dejar de propagarse. Además, se debe tener en cuenta que la peor situación ocurrirá cuando la tasa de contactos infectados sea alta y se tengan muchos casos nuevos por día.

 

El lector puede comprobar que en los primeros días de abril, Florida logró que la tasa de infección secundaria disminuyese significativamente, llegando el 13 abril a que fuese 0.79. O sea, que un par de semanas después de que los residentes en Florida se quedaran en la casa, parecía que Florida estaba en camino de erradicar la pandemia.

 

¿Qué pasó después de que el sacrificio hecho por los residentes en Florida lograse que la tasa de infección secundaria disminuyese a 0.79? El 21 de abril, el gobernador Ron DeSantis declaró “Our work is succeeding ... we have flattened the curve.” Ustedes pueden comprobar que ese día la tasa de contactos infectados fue 0.85, y que hacía una semana que estaba incrementándose y siguió aumentando hasta llegar a 0.96 el 3 de mayo, a pesar de lo cual el siguiente día Florida comenzó a reabrir. Esa tasa de infección secundaria continuó subiendo hasta llegar a 1.35 el 31 de mayo, mientras que en Nueva York ese mismo día la tasa fue 0.90.

 

El 2 de abril, el Departamento de Salud de Florida reportó que el acumulado hasta ese día era de 144 muertes relacionadas con el coronavirus. Hasta el domingo 26 de julio, el Departamento de Salud de Florida reportó 781 muertes por COVID-19 la semana pasada y el acumulado de fallecimientos hasta el domingo supera los 5,850. De hecho, esto parece un homicidio involuntario masivo.

 

Además, las nuevas infecciones de coronavirus se están estabilizando a un nivel muy alto. Florida, que presenta una edad media más elevada que la de Estados Unidos, superó a Nueva York el fin de semana como el estado con la segunda mayor cantidad de casos de COVID-19, después que más de 9,300 nuevos contagios fueron reportados el domingo. Los 423,855 casos de coronavirus en Florida solamente son superados por los 453,659 de California, el estado más poblado con 39.5 millones de habitantes, casi el doble de los 21.4 millones de Florida.

 

Está muy claro que Florida estuvo en el camino correcto para dominar la pandemia, y evitar la mayoría de las muertes que han ocurrido en los últimos meses. Desgraciadamente, el gobernador DeSantis y el alcalde Carlos Giménez no se guían por lo que es mejor para la población; ellos se orientan por lo que le conviene a la reelección del presidente Trump y sus propias aspiraciones políticas, para lo cual necesitan el apoyo de Trump. O sea, que tengo que seguir en cuarentena debido a que el gobernador DeSantis y el alcalde Giménez incumplen su deber como gobernantes.

 

El 20 de julio, los sindicatos de maestros y padres demandaron al gobernador Ron DeSantis por su orden de que las escuelas reabrieran por completo en agosto, a pesar de los crecientes casos de enfermos y muertes por COVID-19 en Florida, informó el New York Times.

 

Miami-Dade sigue en caída libre, como yo les he demostrado al alcalde Giménez y los comisionados en varios correos. ¿Cuánta enfermedad y muerte causadas por el COVID-19 y la irresponsabilidad de nuestros gobernantes están dispuestos a soportar los residentes de Miami-Dade?

 

Es necesario destacar que todas las encuestas realizadas por diferentes compañías muestran que sigue disminuyendo el nivel de aprobación del manejo de la pandemia hecho por el presidente Trump y el gobernador Ron DeSantis. Por ejemplo, las dos últimas encuestas encontraron que:

 

1- Solamente el 32 por ciento de los norteamericanos aprueba el manejo de la pandemia hecho por el presidente Trump.

 

2- Solamente el 38 por ciento de los floridanos aprueba el manejo del COVID-19 por parte del gobernador Ron DeSantis.

 

También encontró que el 61 por ciento de los encuestados considera que el proceso de reapertura de Florida, uno de los primeros en el país, fue prematuro.

 

 

No me cabe la menor duda de que los resultados serían peores para el presidente Trump y el gobernador DeSantis, si la población supiese que la evidencia científica demuestra que miles de muertes y sufrimientos se hubiesen podido evitar si nuestros gobernantes no supeditasen los datos científicos a una decisión política, al igual que hacen los dictadores comunistas.

 

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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.