LA ATENCIÓN A LA SALUD 

EN LA CUBA DE FIDEL CASTRO

ES DESASTROSA

Cuba fue el primer país del mundo en elevar a la categoría ministerial su organización sanitaria, gracias a los trabajos desarrollados por la Escuela de Higienistas dirigida por el Dr. Carlos J. Finlay. En 1909, el Departamento Nacional de Sanidad -desde 1902 estaba adscrito al Ministerio de Gobernación- se convirtió en Secretaría de Sanidad

El sistema de salud del cubano de a pie

Los hermanos Castro reservan los mejores hospitales, equipos y medicinas para la élite del poder y los extranjeros, mientras que desatienden la calidad del servicio que se le da al cubano de a pie. Tan notable es esa diferencia que frente a la propaganda de potencia médica se ha acuñado también la expresión de apartheid médico con referencia a los nacionales.

 

El pueblo cubano no se cansa de pedir toda clase de medicinas a sus familiares en Estados Unidos y otros países. El cubano de a pie se ve obligado a proveerse de sábanas, toallas, artículos de limpieza, medicamentos y otros artículos cuando ingresa en un hospital.

 

Es indudable que una justa evaluación de la atención a la salud va más allá del número de médicos u hospitales de un país. Requiere ante todo tener en cuenta el estado en que se encuentran los servicios del Estado dirigidos a preservar la salud e higiene de la población.

 

Cuestiones tales como la recogida de basura, la eliminación de las aguas estancadas, el estado de los acueductos y el alcantarillado, el suministro de agua potable y el saneamiento de las viviendas multifamiliares son factores esenciales en la higiene de una país y en la determinación del grado de cuidado que se presta a la salud. Y es precisamente la acumulación de basura la responsable de la invasión de roedores visibles en muchas ciudades y responsable de las epidemias de leptospirosis que Cuba ha padecido en los últimos años.

 

Es asimismo la existencia de innumerables criaderos de mosquitos la causa del dengue hemorrágico que repetida veces se ha hecho presente en las epidemias de 1981, 1997, 2006 y la casi permanente que existe desde hace unos años, dado que el dengue se ha vuelto endémico. 

 

Con relación al cólera, véase aquí

No sale agua del grifo en numerosos hospitales y escuelas. Mis hijos nacieron en  1976 y 1983 en el Ramón González Coro, el mejor hospital gineco-obstétrico de Cuba. En ambas ocasiones yo tuve que cargar agua para que mi esposa pudiese lavarse al menos, ni pensar en bañarse.

Hospital La Benéfica,

situado en el centro de La Habana

Hospital Cira García

Exclusivo para la élite del poder y los extranjeros

Hospital Psiquiátrico de La Habana

Una treintena de pacientes del

Hospital Psiquiátrico de La Habana (Mazorra)

fallecieron en enero de 2010, por carecer de la alimentación y el abrigo adecuados.

Desde hace varios años, algunos izquierdistas cubanos hemos venido advirtiendo sobre el deterioro del sistema de salud. Algunos extranjeros también lo han hecho; el marxista James Petras alertó: “Cuba ha exagerado sus programas de ayuda médica al extranjero, proveyendo clínicas nuevas mientras sus hospitales locales se deterioran. (…) Los hospitales carecen de equipos básicos de capacitación y de reactivos químicos en los centros de diagnóstico”.

 

Sin embargo, los hermanos Castro continúan desviando recursos del pueblo cubano para hacer clientelismo político internacional; por ejemplo:

 

1- Anualmente, la ex dama de hierro de la Alemania comunista, Margot Honecker, vive un mes en Cuba. Gratuitamente, recibe atención médica en un centro para extranjeros, así como hospedaje y alimentación en una casa de protocolo situada en una zona donde no puede entrar el pueblo cubano. ¡Cuántos miles de ‘izquierdistas’ extranjeros de clase media disfrutan de privilegios similares! Lo mismo ocurría con Stalin.

 

2- Le regalaron cuarenta hospitales a Bolivia http://www.20minutos.es/noticia/162476/0/cuba/bolivia/hospitales/

 

3- Le obsequiaron más de sesenta centros oftalmológicos a veinte países http://www.cubacoop.com/cubacoop/misionmilagros.htm

 

El miércoles 13 de enero de 2010, recibí un correo electrónico donde se me informaba que más de veinte pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana (Mazorra) habían fallecido de frío, al carecer de la alimentación y el abrigo adecuados. Al día siguiente, la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional envió una nota a la prensa extranjera en la que denuncia que “murieron por hipotermia, lo cual es un absoluto contrasentido en un país marcadamente tropical como Cuba”, es “el número más alto de muertes evitables en un hospital cubano en toda la historia republicana”.

 

La gente se enteró primero en la calle; llegó un momento en que toda La Habana hablaba de ello. Cuando ya los rumores se extendían más allá de la capital, el Ministerio de Salud Pública difundió una nota que, en lo esencial, confirmaba lo que se sabía. El viernes 15 de enero de 2010, es cuando el Granma, órgano oficial del único partido legalizado, reconoce que han fallecido veintiséis pacientes psiquiátricos, pero lo atribuye a las bajas temperaturas

http://www.granma.cubasi.cu/2010/01/15/nacional/artic20.html

 

El Granma oculta que en un cercano hogar de ancianos -atendido por las monjas de la Caridad-, nadie murió.

 

El comunicado del Ministerio de Salud Pública anunció una investigación interna y luego un juicio contra los culpables de las “deficiencias relacionadas con la no adopción oportuna de medidas” que habrían evitado las muertes.

 

Tres testigos coinciden en declarar que los pacientes psiquiátricos “solo desayunaban un té, almorzaban una pequeña merienda y a las cinco de la tarde recibían una comida liviana, la última del díahttp://www.bbc.co.uk/blogs/mundo/cartas_desde_cuba/2010/01/la_punta_del_iceberg.html

 

Vecinos del Hospital Psiquiátrico declararon: “Faltan los cristales en las ventanas, no hay colchas y la alimentación es pésima”. Se encuentran “pacientes a medio vestir en el Cupet (estación de gasolina) de enfrente pidiendo limosnashttp://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/01/100115_2151_cuba_enfermos_gm.shtml

 

El ministro de Salud, José Ramón Balaguer -miembro del Buró Político del único partido legalizado y uno de los siete dirigentes a los que Fidel Castro les cedió el poder-, fue “liberado” de sus funciones seis meses después del crimen múltiple del Hospital Psiquiátrico de La Habana (Mazorra), pero nunca dio explicaciones.

 

Un año después del crimen múltiple se realizó el juicio, pero como bien denunció el portavoz de la ilegal aunque tolerada Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional de Cuba, el izquierdista Elizardo Sánchez, el tribunal “no ha llevado a juicio a los máximos responsables de este hecho cruel, pues ahí deberían estar también el ministro de Salud Pública y algún otro alto cargo del Gobierno”. Sánchez añadió que aquello no habría ocurrido si las autoridades sanitarias de Cuba hubieran aceptado en su día la cooperación de la Cruz Roja Internacional, que siempre supervisa con especial cuidado el funcionamiento de los psiquiátricos.

 

Kaosenlared, sitio izquierdista radicado en España y afín al régimen castrista, reprodujo un artículo donde el corresponsal de la BBC expresa:

 

Al cumplirse un año del cruel suceso y tratando de obtener una versión oficial de las autoridades sobre el desarrollo de las investigaciones y las medidas legales adoptadas, solicité entrevistas con los ministerios de Salud Pública y de Justicia.

Nunca nos respondieron pero dirigentes políticos municipales visitaron a algunos familiares de los muertos y a sus vecinos para ‘orientarles’ que no nos den más entrevistas porque somos ‘contrarrevolucionarios’ interesados en difamar a Cuba”.

 

http://www.kaosenlared.net/noticia/cuba-mazorra-verdades-callan

 

Es inaceptable que este crimen múltiple haya quedado impune, mediante los consabidos chivos expiatorios; la opinión pública internacional debe exigir que se procese penalmente por negligencia criminal al entonces ministro de Salud, José Ramón Balaguer, miembro del Buró Político del único partido legalizado: el Partido Comunista de Cuba.

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Fotos de cadáveres del Hospital Psiquiátrico de La Habana
Estas fotografías son muy impactantes. NO mostrar a niños ni adolescentes.
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Hospital Psiquiátrico: No es la primera vez que matan
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Hospital Calixto García

 

Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.
Pero, en lo común de la naturaleza humana,
se necesita ser próspero para ser bueno.
José Martí

 

Carta abierta del Servicio de Cirugía General del Hospital Calixto García al Primer Secretario del PCC y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz

 

El hospital Calixto García de la Habana tiene como misión brindar atención médica especializada preventivo-curativa y de rehabilitación de forma ininterrumpida a la población, mediante asistencia médica de calidad y alto nivel profesional [1]. Con sus más de 100 años de historia ha sido una escuela permanente de los cirujanos del país, y un elemento importante en la lucha de nuestro país por su independencia; muchos de nuestros profesores fueron combatientes de la clandestinidad [2] y brillantes médicos en misiones internacionalistas de gran importancia. Los cirujanos de este hospital, respetando el juramento hipocrático [3], se han caracterizado históricamente por ser críticos y autocríticos, pero sobre todo combativos ante las dificultades, las decisiones mal tomadas, y los múltiples errores que afectan a nuestra nación, y que poco a poco ponen en peligro el futuro, considerando la salud como un pilar de las transformaciones surgidas en el periodo revolucionario, y nuestro deber brindar una atención médica profesional y digna, acorde a los adelantos científicos del siglo XXI.

 

Luego de innumerables informes a la jefatura de servicio, la dirección del hospital, de discusiones en el seno de los núcleos del PCC, y la imposibilidad de participar en análisis a otros niveles con los dirigentes del ministerio desde hace mucho tiempo, donde el personal médico plantee sin restricciones sus opiniones [8] y formas de resolver los grandes problemas que hoy afectan al sector de la salud y que incluye desde la formación hasta la atención médica directa, un grupo de cirujanos consideró su deber elemental [8, 9, 10], y acordó enviar esta carta a su persona, con el único fin de informarle elementos sumamente graves en la atención al pueblo cubano, que al parecer por el tiempo que viene sucediendo en la salud pública en general y en nuestro hospital en particular, y la falta de proyecciones inmediatas para resolverles, son desconocidos por la alta dirección política del país, contrastando en proporción inversa con el discurso oficial de nuestros medios de difusión

 

La atención médica, y sobre todo quirúrgica, en nuestro centro, es un gran desastre, caracterizada por:

 

- Hospital destruido en su estructura física, por su edad e innumerables reparaciones de pésima calidad y corta duración.

 

- Falta de importantes recursos en la atención a los pacientes por distribución inadecuada, por gestiones insuficientes o por exceso de trabajo ante la reducción de la actividad en otros centros por causas similares.

 

- Deterioro humano mental acompañante por la pérdida de la mínima atención al hombre, que bajo largas jornadas de trabajo gratuito en un número importante de horas, y en un país donde las gratuidades se terminaron, tienen un confort para su trabajo que está por debajo de la de cualquier lugar pobre del mundo.

 

Nuestro centro hospitalario, en el aspecto quirúrgico, se ha ido reduciendo, de unos 30 salones para todas las especialidades, a no más de 10 en la actualidad, los que aún con gran destrucción brindan esta vital atención al pueblo; las irregularidades en estos salones, sus continuas roturas de aires acondicionados, falta de agua, falta de equipamiento adecuado en algunos de ellos, provocan que pacientes con cáncer no puedan ser intervenidos a tiempo en nuestra institución, que otros con patologías benignas susceptibles de ser resueltas de forma mediata a su diagnóstico lleguen complicadas por la falta de rapidez en la solución de sus problemas, y como si esto fuera poco, las patologías urgentes también tienen grandes dificultades. Estas, que constituyen un número importantes de casos, que llegan remitidas de cualquier lugar de la ciudad, muchas veces mal enviadas, poniendo en peligro la vida de los pacientes y causando incluso muertes que teóricamente se podrían haber evitado, y a pesar de que es la única prioridad quirúrgica con que trabaja el hospital una buena parte del tiempo, deben en ocasiones esperar más de 24 horas entre su anuncio y su intervención urgente, debido sobre todo a la falta de disponibilidad de salones, del personal suficiente y adecuado, pero además al cansancio físico y psíquico de los médicos que plantean, replantean y discuten los problemas a todos los niveles posibles y/o hacen buena parte de las veces de camilleros, de auxiliares de limpieza, además de cargar con toda la responsabilidad de un paciente enfermo ante su familia, el propio paciente y la sociedad. Las deficiencias en el sistema de atención médica son tan graves, en nuestra opinión, que nos obliga por estas cuestiones y otras de recursos que se mantienen de forma transitoria o permanente, a no brindar una atención profesionalmente ética y digna a nuestro pueblo, como es nuestro sagrado deber.

 

Por otra parte, las reparaciones emprendidas en nuestro centro, y que llevan más de 10 años de ejecución, poco han cambiado la inviabilidad de un hospital horizontal en los tiempos actuales; la mayoría de las reparaciones son coloretes a edificios viejos, realizados con una pésima calidad y, por supuesto, una corta duración, lo cual aumenta la frecuencia de la nueva reparación. Salas que han demorado 10 años, hoy se desmoronan 4 meses después de su apertura, ante el primer aguacero; filtraciones, derrumbes en los falsos techos, y un número importante de áreas declaradas inhabitables, constituyen el diario en nuestro trabajo y la estancia de nuestros pacientes. Las suspensiones de operaciones por causa del clima, del agua, insuficientes salones, o de cualquier cosa, dejaron de ser imprevistos, para convertirse en algo cotidiano. Ya las unidades quirúrgicas dejaron de ser las que tienen que estar listas para resolver los problemas de los pacientes, ahora somos los cirujanos los que tenemos que priorizar a uno u otro paciente en una lamentable y desgastante búsqueda de oportunidades quirúrgicas para un cubano que solo conocemos lamentablemente por causa de su enfermedad.

 

Solo a este panorama deprimente necesitamos sumarles las condiciones de confort que tienen los médicos y el personal en general, donde empezando por un salario que no le alcanza para vivir a él y a su familia, una atención degradante en los servicios de trabajo y guardia, que incluyen la ausencia de un lugar para descansar en las largas jornadas quirúrgicas o de trabajo, los varios kilómetros caminados en el recorrido entre salas, bajo el polvo, el sol y muchas veces la lluvia, la pésima calidad y suficiencia de la alimentación, la falta de un lugar decente donde practicar sus necesidades fisiológicas, y duchas para refrescar en el intenso calor o su limpieza ante una intervención contaminante, casi obligan, cuando se convierten en permanentes, a cambiar mentalidades. La fatiga, bien estudiada duplica las complicaciones [4, 5, 6, 7]; si además adjuntamos la cifra ridícula de 10 litros de gasolina que le dan mensualmente a los afortunados que tienen autos, y que no alcanza ni para ir al trabajo la primera semana del mes, entre otras muchos maltratos, se completa el cuadro de deterioro que influye de forma determinante en la atención medica que se le brinda al pueblo. Hoy es imposible pedirle a un médico, aún con auto, que acuda al hospital en el horario de la noche a ver su paciente operado, o que venga el domingo, como ha sido habitual en los cirujanos históricamente; más que eso, es imposible pedirle que venga a reintervenir un paciente complicado a las 10 PM y que no hace falta ser muy inteligente para saber lo que pasa con un caso que se ha tenido que reintervenir 5 veces por cirujanos distintos.

 

Nosotros consideramos que esta situación desastrosa indiscutiblemente genera complicaciones en los pacientes, donde estudios demuestran que después de 6 horas de trabajo de un cirujano las complicaciones se le multiplican [4, 5, 6, 7]; por supuesto, hablamos de trabajo con confort adecuado. También en muchos casos, la muerte, que le brindamos cuando se trata de un paciente terminal que casi no tiene salvación, no es éticamente digna, pues no se puede hacer con él lo que merece o lo que se debe hacer, en el tiempo que se debe hacer: ejemplos múltiples tenemos todos los cirujanos que laboramos en este centro, y gran parte de la población que observa y critica que lo que se dice en el panorama informativo nada tiene que ver con nuestro país y nuestros hospitales.

 

Pensamos que el gobierno nuestro tiene compromiso en todo esto, pues existen para satisfacer las necesidades del pueblo, para resolver los problemas del pueblo, de los trabajadores, porque simplemente son los responsables de mantener los centros hospitalarios, de que los trabajadores se formen adecuadamente en un sistema educacional justo y de calidad, que les imprima una educación ética y consecuente con la labor que van a realizar, o nadie piensa por qué los médicos, ingenieros, constructores, en las misiones se entregan en su trabajo: lo hacen porque el trabajo genera su mejoría, la de su familia y la de la sociedad donde viven, pero por desgracia, eso solo se alcanza en nuestro país saliendo del mismo, saliendo del país que nos vio nacer [10], el que es nuestro, por derecho, el que nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de arrebatarnos nuestra identidad por ningún concepto, y por el que debemos entregar incluso la vida para que siga siendo nuestra nación independiente.

 

Las desgracias narradas no vienen solas, llegan despacio cuando se mantiene por años la inversión del nivel de vida de las personas con su capacidad y entrega, ley socialista bien conocida por todos: “a cada cual según su trabajo”. Cuando los gobiernos, con sus leyes, decretos, circulares especiales, y sus decisiones y disposiciones, van comprometiendo el futuro, ¿hasta cuándo vamos a agradecerle a la generación del centenario por haber cumplido con su deber y su obligación de liberar a Cuba, mientras nuestra generación espera para cumplir con su deber de desarrollar y darles a nuestra familia, a nuestros hijos, a nuestros hermanos cubanos la vida que se merecen, mientras las destructoras huellas de la corrupción transitan con libertinaje singular para cada lado de la sociedad al que se pueda dirigir la mirada? Como decía José Martí: “en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno”. El gobierno es responsable de todo esto, y no solo de saberlo, sino también de resolverlo. Por eso, y antes de que continúe siendo tarde y sucedan acontecimientos como los del hospital de Mazorra, decidimos en este colectivo de médicos, sacrificados, trabajadores, dedicados, éticos, y sobre todo bien mal tratados, informar a usted y a los responsables de todas estas preocupaciones, graves en nuestra modesta opinión, desde este lugar tan subvalorado en la escala social como lo constituye el heroico e histórico servicio de cirugía general del hospital más antiguo de nuestra querida patria.

 


[1] http://bvs.sld.cu/cgi-bin/wxis/dis1/


[2] http://files.sld.cu/cirured/files/2011/06/de-mis-memorias.pdf


[3] Juramento Hipocrático. www.sld.cu


[4] Editorial. Revista Canadian Medical Association Journal http://www.cmaj.ca/


[5] Journal of the American Medical Association


[6] http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/05/24/noticias/1306246063.html


[7] http://www.elmundo.es/blogs/salud/profesionsanitaria/2011/05/18/un-tacografo-para-los-medicos.html


[8]Ahora hablará el que quiera, bien o mal, pero hablará el que quiera. No es como ocurría aquí, que hablaban ellos solos y hablaban mal, habrá libertad”. Discurso de Fidel Castro. Parque Céspedes, de Santiago de Cuba, el 1 de enero de 1959.

 

[9] …¿Cómo vamos a decir: “esta es nuestra patria”, si de la patria no tenemos nada? “Mi patria”, pero mi patria no me da nada, mi patria no me sostiene, en mi patria me muero de hambre. ¡Eso no es patria! Será patria para unos cuantos, pero no será patria para el pueblo. Patria no solo quiere decir un lugar donde uno pueda gritar, hablar y caminar sin que lo maten; patria es un lugar donde se puede vivir, patria es un lugar donde se puede trabajar y ganar el sustento honradamente y, además, ganar lo que es justo que se gane por su trabajo. Patria es el lugar donde no se explota al ciudadano, porque si explotan al ciudadano, si le quitan lo que le pertenece, si le roban lo que tiene, no es patria. Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, en la Plaza de la Ciudad de Camagüey, el 4 de enero de 1959.

Atención estomatológica en Cuba

se privatiza por vías ilegales

Daniel Palacios Almarales

22 de agosto de 2013

 

La corrupción generalizada, el mal servicio, así como la profusa salida de especialistas y técnicos hacia el sector privado, caracterizan en la actualidad la atención estomatológica en Cuba.

 

Aunque el fenómeno no es privativo de este sector, la estomatología se ha convertido, de hecho, de un servicio gratuito a un servicio pagado. El costo de la atención estomatológica en La Habana oscila entre 10 y 150 CUC (1 USD equivale a 0,87 CUC y el salario promedio es de 18 CUC mensuales) en dependencia de la complejidad del trabajo.

 

En el país se encuentra estipulado que la atención en cualquier clínica estomatológica debe ser completamente exenta de pago, y en efecto, en los más de 200 establecimientos de este tipo a nivel nacional la atención primaria es gratuita.

 

Pero los procesos para acceder a los turnos se hacen tortuosos y en no pocas oportunidades el ciudadano debe faltar repetidas veces a su jornada laboral por infinidad de inconvenientes, que atentan contra una atención de calidad.

 

Llevo tres días viniendo a la clínica para ponerme un empaste, pero siempre hay una historia diferente: si no hay agua, falta el instrumental esterilizado, no hay electricidad o la amalgama [pasta creada con varios elementos químicos que se utiliza para sellar provisionalmente molares horadados] no alcanza para todos los pacientes”, comentó Amarilis Soler, una madre soltera que trabaja como cajera en una agencia de cobros de la Empresa Eléctrica.

 

La entrevista argumentó las razones que llevan a los cubanos a optar por el servicio privado, a pesar de los altos costos.

 

Hay veces que te pones de suerte y te atienden bien y rápido, porque todas las condiciones están creadas, pero en la mayoría de las oportunidades falta algo y el servicio es incompleto. Por eso los que tienen el dinero se van a los particulares, porque ahí es rápido el proceso”, comentó.

 

Clínicas clandestinas

 

De manera general los “dentistas” particulares son todos especialistas o técnicos en esta rama que se mantienen trabajando para el Estado cubano o que renunciaron en busca de mejorías económicas. Ellos poseen las condiciones mínimas en sus hogares y no pagan licencias de operación, pues ninguno de los servicios de salud están autorizados por el gobierno para funcionar en la variante de “Trabajo por Cuenta Propia”.

 

Otra de las vías utilizadas es el de la consulta diagnóstico fuera de las clínicas gubernamentales, en casas, y el cuidado de la afección dentro de centros estatales, utilizando materiales y toda la indumentaria de manera ilegal.

 

El salario no alcanza para nada y nos vemos obligados a buscarnos la vida de la manera que podamos; es por eso que hacemos nuestro negocio y en la gran mayoría de los casos con materiales de las propias clínicas, que se desvían y se utilizan para trabajos particulares”, argumentó una fuente vinculada con este negocio y que no permitió se publicara su nombre.

 

En mi caso -continuó- tengo ‘conecto’ [contactos] en los almacenes y todos los materiales me llegan a mi casa antes de que sean contabilizados. No es lo mismo cobrar 20 dólares al mes pasando trabajo y problemas que ganar 10 dólares solamente por una limpieza bucal sentado en tu casa”.

 

La fuente agregó que algunas personas se resisten aún a pagar por un arreglo en las piezas, pero la situación está cambiando de manera acelerada.

 

Cada vez se hace mayor la cantidad de gente que no está dispuesta a pasar calamidades en las clínicas del Estado y vienen a tratarse”, comentó.

 

Prótesis dentales que no llegan

 

Entre los servicios que mayores problemas presentan está la preparación e implantación de prótesis dentales, para lo cual los materiales faltan en muchas oportunidades, creando una demora ostensible en la entrega a la población. La mayoría de ese material es importado y entra dentro de la subvención estatal para los servicios de salud, por lo que el gobierno los racionaliza.

 

También la importante falta de personal calificado para la creación de las prótesis ha impedido a determinados centros ofrecer el servicio por lapsos prolongados. Según varios entrevistados, el tiempo de espera en las listas para ponerse una prótesis llega hasta los dos años, una realidad que obliga a recurrir a la rapidez y eficiencia de los servicios privados.

 

Hace unos años para hacerse un prótesis tenías que pagar 70 pesos cubanos o menos, además de que era rapidísimo. Ahora a veces no tienes más opción que gastar bastante dinero en los servicios particulares, los que en muchas ocasiones te hacen el trabajo en las propias clínicas estatales”, aseveró Roberto Mirelles, trabajador por cuenta propia, quien dijo haber pagado 20 CUC por un implante en el maxilar inferior.

 

Yo no sé bien de dónde sacan los materiales, lo que sí puedo asegurar es que las ponen con gran calidad y te hacen lo que realmente necesites o lo que tú les pidas”, añadió Mirelles.

 

A pesar de esfuerzos por contactar a miembros de la Dirección Nacional de Estomatología, adscrita al Ministerio de Salud Pública, no fue posible lograr declaraciones de ningún funcionario sobre la situación del sector.

 

Los que vienen de afuera

 

Rosa Hinojosa, una cubana residente en Estados Unidos, pagó 150 CUC por una prótesis del maxilar superior y una limpieza en la inferior.

 

Puede que para la gente de aquí sea costoso, pero no tuve que pasarme infinidad de tiempo haciendo cola o pagando más de 300 CUC en las clínicas estatales que dan servicio en divisa. Me hicieron el trabajo en una casa particular con todos los instrumentos, la anestesia y los materiales necesarios, salgo complacida”, aseguró la mujer.

 

En Estados Unidos, el costo de una prótesis dental completa es de alrededor de 800 dólares.

 

Otra de las realidades en este sector es la cada vez mayor salida de técnicos y licenciados hacia otras actividades particulares, ya sea para insertarse en la atención estomatológica clandestina o en otras formas de trabajo.

 

Uno de ellos que no quiso hacer pública su identidad, se graduó en el curso para técnicos de esta rama en el 2009 y desde el pasado año trabaja en su hogar. Él alterna entre su labor de “dentista particular” y reparador de relojes con la licencia de relojero.

 

Yo tengo la posibilidad de que los materiales me los mandan de Estados Unidos mis familiares, pero hay algunos que no son baratos allá y tengo que agenciármelas para conseguirlos en las clínicas del Estado”, dijo el médico.

 

El testimoniante dice que esta es una práctica extendida.

 

Servicio inestable

 

La mayoría hace lo mismo que yo y cuando los materiales van a los particulares se crea un hueco. Entonces buscan el servicio del privado. Es una cosa cíclica y como único se acaba es respetando más a los profesionales de la Estomatología y pagándoles un salario decoroso, de lo contrario, seguiremos alternando entre un servicio gratuito pero ineficiente y otro ilegal y costoso pero efectivo y rápido”, acotó el dentista.

 

Asimismo, técnicos que se mantienen laborando en instituciones estatales y prestan servicios particulares, sobre todo en la fabricación de prótesis, las ejecutan en los talleres donde trabajan utilizando los ingredientes e implementos de las clínicas.

 

Los turnos médicos demorados, la falta de material esterilizado -o de alguno de los componentes para la atención- y los apagones o cortes del servicio de agua, impiden que el servicio tenga un buen desenvolvimiento en gran parte de las clínicas estomatológicas cubanas.

 

Cada vez más, los pacientes deben madrugar en las puertas de la clínica para poder tratarse, pues resulta frecuente que a medida que avanza la jornada laboral comiencen a fallar los materiales y se suspenda el servicio.

 

 

Mercado negro rentable para médicos

Julio César Álvarez

5 de agosto de 2013

 

Gran parte del personal de la red de farmacias de La Habana, en complicidad con doctores de los consultorios médicos, policlínicos y hospitales, venden a sobre precio muchos de los medicamentos de esos establecimientos, como si de una empresa por cuenta propia se tratara.

 

Las colas en los consultorios médicos, o consultas externas de hospitales, sumadas a la falta de galenos, que cumplen “misiones” en otros países, contribuyen a convertir un dolor cualquiera en un problema difícil de resolver. Conseguir una prescripción médica para un analgésico le puede costar a cualquiera medio día de trabajo.

 

Para resolver ese problema, muchos de los dependientes de las farmacias ofrecen un servicio alternativo pero ilegal: vender medicamentos sin la debida prescripción médica. De esa manera, los pacientes evitan tener que pasar por la consulta del doctor. Todo lo que tienen que hacer es comprar el medicamento a sobre precio.

 

El cliente

 

José Manuel, cuentapropista del municipio 10 de Octubre, se despertó hace unos días con dolor en la cervical. No tenía analgésicos, ni su vecino tampoco. Fue al consultorio de la familia, pero el doctor estaba “de misión” en Venezuela. La enfermera le comunicó que el nuevo doctor no había ido a trabajar. En otro consultorio le dijeron que ese día solamente atendían a embarazadas. Entonces fue a la farmacia para tratar de negociar algún analgésico. El dependiente expresó que sin receta no le podía despachar; no obstante, como sabía que era cliente habitual, dijo que le iba a dar la solución.

 

Refiere José Manuel que la solución consistió en un aumento de cuatro veces el precio del medicamento. El blíster de 10 pastillas de Duralgina, que con receta médica le costaba 0.70 centavos en moneda nacional, ahora sin receta le costaba 5 pesos.

 

El dependiente

 

Según una fuente que trabaja en una farmacia habanera (no quiso ser identificada), ella puede ganar más de 150 pesos, moneda nacional, en un día, vendiendo medicamentos sin recetas médicas. “La cosa no es tan complicada. Tenemos doctores que nos abastecen de recetas médicas. Ellos nos cobran 1 peso, moneda nacional, por cada receta. De esa manera podemos vender “por la izquierda” todo el medicamento que queramos, pues están respaldados por una prescripción médica”.

 

Afirma además que la mayoría de las veces los dependientes se llevan las recetas para sus casas, para que amigos y familiares las llenen. De esta forma evitan que en dichos documentos aparezca la letra de los trabajadores de la farmacia. También tratan de buscar diferentes doctores que les vendan recetas. De esa forma, buscan no repetir demasiado un cuño del mismo doctor. Aunque entre los galenos que se dedican a esa actividad se intercambian el recetario, para que su identidad no aparezca con demasiada frecuencia en una misma farmacia.

 

Añade la fuente que para evitar que los atrapen, cada dependiente trata de hacerse de una clientela conocida. La otra parte del medicamento se la llevan para sus casas, y las dan a vender a terceros. Un paquete de algodón de 150 gramos puede costar 2 dólares en el mercado negro. Un tubo de Micocilén en polvo, 1 dólar. Las cremas y ungüentos, a 10 pesos cada tubo. El blíster de Meprobamato, con diez pastillas, 10 pesos.

 

Otra opinión

 

La doctora Silvia reconoce que existen pacientes que necesitan el medicamento, y se les hace difícil acceder a la receta, por una razón u otra, pero considera que los mayores consumidores que acceden al medicamento por esta vía son los que se auto medican: “Hay personas que necesitan tener un botiquín con toda la gama de medicamentos posibles, y no solamente porque crean que les va a faltar, sino porque hoy toman Duralgina para un dolor, y mañana Ibuprofeno o Paracetamol, porque creen que la Duralgina ya no les hace efecto. Hay quienes consumen Meprobamato, pues afirman que no pueden dormir, y así un sin número de ejemplos”.

 

Pero sea cual sea la razón por la que los pacientes consumen el medicamento, lo cierto es que este mercado en Cuba sigue siendo rentable para las batas blancas.

Crítica situación

del servicio de ambulancias en La Habana

Fabián Flores

24 de julio de 2013

 

El servicio de ambulancias de la capital cubana se encuentra en condiciones críticas, con sólo una decena de vehículos en funcionamiento de un parque de 118.

 

En una reunión celebrada recientemente entre la viceministra de Salud Pública, Marcia Cobas, y varios funcionarios de la dirección del Sistema Integral de Urgencias Médicas (SIUM), se analizaron quejas de la población por la ineficiencia y la demora en el servicio del parque de ambulancias en La Habana, y se mencionó la alarmante disminución del parque automotriz.

 

“El parque de las siete regiones en las que está dividido el SIUM en La Habana [Norte, Sur, Este, Oeste, Centro, Boyeros y Cotorro] se encuentra actualmente a un 15 por ciento de su capacidad… Muchos de los carros están en reparación de chapistería o en la agencia, pues están muy rodados sin la debida reparación”, comentó a CaféFuerte una fuente del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

 

Otro de los problemas álgidos de la SIUM es la falta de personal capacitado.

 

Falta de personal

 

“En varias de las regiones solo se cuenta con cinco tripulaciones, porque no tienen personal que quiera trabajar por los bajos salarios y las malas condiciones laborales. Puede que estén operativos alrededor de 20 carros en una región, pero si no hay profesionales para usarlos no vale de nada”, dijo la fuente, que pidió anonimato.

 

Cada tripulación de una ambulancia cuenta con un chofer, un enfermero intensivista y un paramédico. Un paramédico del SIUM en Cuba gana 355 pesos, menos que un chofer de ambulancia.

 

La prensa cubana reseñó en junio la situación de los paramédicos de ambulancias en Santiago de Cuba, quienes sufrieron una reducción salarial de 72 pesos, pues estaban cobrando baja la categoría de choferes del vehículo de urgencias. Dos funcionarios del MINSAP en Santiago de Cuba fueron sancionados con el descuento del 25% del salario durante un mes por haber aplicado incorrectamente la escala salarial.

 

Pero los choferes de ambulancia tampoco están satisfechos con la remuneración que les da el SIUM.

 

“Muchos de los chóferes han pasado a trabajar en ómnibus particulares o por el Estado, dejan las ambulancias porque no les da resultado. Igual pasa con los enfermeros, que se ponen a vender en las cafeterías y dejan a un lado el SIUM”, aseveró el empleado del MINSAP.

 

Lluvia de quejas

 

Un chofer de ambulancias gana aproximadamente 460 pesos, mientras que los chóferes de autobuses tienen un salario de alrededor de 900 pesos cubanos y en ocasiones reciben bonificaciones en dependencia de la empresa para la que laboran.

 

Una de las quejas analizadas en la reunión fue la de una paciente que demoró nueve horas en ser atendida por una ambulancia, aunque afortunadamente su traslado no era de urgencia. La inconformidad de la población cubana con el servicio de SIUM es notoria, reflejada incluso en comentarios de lectores publicados en el sitio web del diario oficial Juventud Rebelde.

 

Los asistentes a la reunión sobre la situación del SIUM propusieron la descentralización del presupuesto anual y el cobro de los servicios no urgentes para paliar la crisis. Está prevista una reunión con el ministro de Salud Pública y un informe a lás máximas instancias gubernamentales del país, indicó la fuente.

 

El SIUM fue creado en 1997 y de acuerdo con una información oficial publicada en el 2008, existían 117 ambulancias en la capital cubana para atender a una población de más de dos millones de habitantes. De estas, 23 se dedicaban a la emergencia -equipadas con equipos médicos-, 16 a casos de menor urgencia y el resto a traslado de enfermos entre centros médicos.

 

El SIUM realizó una reorganización en el 2011, y a fines de 2012 en todo el país existían 921 ambulancias. El personal médico del servicio era de 6,500 personas, pero comenzó a ser reducido entonces, de acuerdo con cifras oficiales.

Inexperiencia médica

provoca daños irreversibles a joven pinareña

León Padrón Azcuy

3 de julio de 2013

 

Yudeisis Quián Montano, una joven que trabajaba hasta hace dos años como nutricionista de la Escuela Latinoamericana de Medicina, en el Municipio Sandino, Provincia de Pinar del Rio, sufre graves trastornos de salud, debido a una equivocación médica que estuvo a punto de costarle la vida.

 

El caso de la joven Quián Montano, residente en el poblado de Isabel Rubio, del municipio pinareño de Guane, es una página negra del sistema de salud cubano. Ella misma narró para Cubanet su infortunio:

 

“Una noche del mes de abril de 2010, me llevaron al hospital León Cuervo Rubio, de la capital pinareña, con un fuerte dolor e inflamación en una de mis piernas. El médico que me atendió -cuyo nombre no recuerdo- sin practicarme ningún examen, determinó ingresarme inmediatamente en la sala de terapia intensiva, ya que, según él, presentaba un trombo, por lo que indicó un medicamento llamado Heparina sódica, que fue fatal. La aplicación de este medicamento durante varias horas, a través de mis venas, precipitó una hemorragia interna, a causa de un folículo sangrante en un ovario, por lo que tuvieron que intervenirme quirúrgicamente”.

 

Más allá del riesgo para su vida, Yudeisis quedó padeciendo una enfermedad crónica llamada Esclerodermia localizada, que además de provocarle la pérdida del órgano reproductor, le paralizó casi toda la parte derecha de su cuerpo, donde le salieron unas manchas que le endurecieron la piel.

 

El error médico había quedado en el silencio de la dirección del León Cuervo Rubio. Pudo ser corroborado días después, gracias a una consulta con un experimentado reumatólogo del hospital Manuel (Piti) Fajardo, en La Habana, quien aseguró que jamás la paciente tuvo un trombo. Varios análisis que le practicaron a Yudeisis, incluido un ultrasonido Doppler, dieron como resultado que de haber sufrido un trombo, éste hubiera destruido las venas, pero en el caso de la paciente, las venas estaban normales.

 

Así, las autoridades de la tan cacareada “potencia médica” exportan nuestros profesionales, mientras nuestro sistema de salud queda huérfano del personal con suficiente competencia para atender las necesidades del pueblo.

 

No son pocos los pacientes afectados por causa de desatinadas indicaciones médicas, en enfermedades o dolencias que normalmente pudieron ser curadas con un tratamiento adecuado. Pero la falta de experiencia y profesionalidad de los galenos les acarrearon terribles consecuencias.

 

Con esta peligrosa realidad, funcionan todos los centros médicos que atienden al ciudadano común, desprovistos de personal con las debidas profesionalidad y experiencia, pues los mejores son enviados a las planicies, montes y ciudades de África, América Latina y otras regiones. El traslado ya de por si causa grandes traumas en los enfermos, al producirse en momentos en que la tan importante relación médico-paciente estaba creando un ambiente favorable en el proceso de recuperación de sus males.

 

Leonpadron10@gmail.com

Los médicos, la materia prima exportable de Cuba

Maye Primera

17 de mayo de 2013

 

Tras perder a su gran aliado, Hugo Chávez, La Habana planea enviar 6.000 médicos a Brasil como política internacional

 

Los médicos son para Cuba lo que el petróleo para Venezuela: la materia prima de exportación que financia el grueso de su presupuesto y que sostiene su política internacional. Durante más de 50 años, la isla ha intercambiado asistencia médica internacional por ayudas económicas, créditos y arreglos comerciales con 107 países de todo el mundo. En la última década, la alianza con Venezuela ha jugado un papel fundamental en la expansión de la diplomacia médica cubana y en el sostenimiento de la economía de la isla. Pero ahora que ha muerto Hugo Chávez, su gran aliado, La Habana se ha propuesto diversificar sus mercados; concretar el envío de unos 6.000 médicos a Brasil forma parte de ese objetivo.

 

La última vez Hugo Chávez se refirió al tema, en febrero de 2012, dijo que en Venezuela había 44.804 profesionales cubanos de la medicina –doctores, terapistas, oftalmólogos, enfermeras-, trabajando en siete programas sociales de salud, llamados “misiones” e ideados por Fidel Castro cuando el Gobierno de Chávez atravesaba una crisis política en 2003. Caracas aún paga este servicio y otras exportaciones con el envío a La Habana de 105.000 barriles diarios petróleo. A través de este esquema de cooperación, el intercambio comercial entre ambos países llegó a superar los 8.334 millones de dólares en 2011, de acuerdo a las cifras más recientes publicadas por la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (Onei); de ellos, alrededor de 5.000 millones corresponden al pago de la misión médica.

 

Como paciente y como político, Chávez creyó fervientemente en la medicina cubana hasta el último de sus días. Por eso su Gobierno financió también la expansión de las “misiones” hacia varios de los países que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba). Primero a Bolivia, donde fueron enviados 1.100 médicos en 2006; y luego a Argentina, Nicaragua, Ecuador, Haití, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Perú, Honduras, Paraguay, Uruguay, Perú, Surinam, Santa Lucía y San Vicente. Se calcula que unos 42.000 médicos prestan actualmente servicio en el extranjero y que las universidades cubanas están en capacidad de graduar a otros 5.000 cada año para suplir la demanda internacional.

 

Durante más de 20 años, la socióloga Julie M. Feinsilver ha estudiado el tema de la diplomacia médica cubana, que comenzó en 1960, con el envío de un contingente de médicos a Chile, sacudido por un fuerte terremoto. “Lo que empezó como la ejecución de uno de los valores esenciales de la revolución, es decir, la salud como un derecho humano básico para todas las personas, ha continuado siendo un objetivo, tanto en términos idealistas como pragmáticos”, escribió Feinsilver, en su ensayo “Cincuenta años de diplomacia médica cubana: del idealismo al pragmatismo”, publicado en 2010. “En los años recientes, la diplomacia médica ha sido instrumental en la adquisición de capital material considerable –ayuda, créditos y comercio--, como lo demuestra el arreglo con Venezuela de doctores por petróleo. Esto ha ayudado a que la revolución sobreviva en momento económicos muy difíciles”, afirma en su ensayo. Este tipo de cooperación, afirma la investigadora, también ha sumado votos en Naciones Unidas a favor de que se levante embargo que mantiene Estados Unidos contra Cuba desde los años sesenta del siglo XX.

 

Luego de 13 años de cooperación sostenida, el futuro económico de Cuba está íntimamente ligado al de Venezuela, atenazada hoy en día por una crisis financiera y política, consecuencia del decaimiento de la industria petrolera y de la muerte de Hugo Chávez. Susceptible a repetir la amarga experiencia del periodo especial que siguió al colapso de la Unión Soviética en 1991, Cuba ha procurado desde 2009 diversificar sus sociedades comerciales: buscar financiamiento en Rusia y reforzar sus exportaciones en la región. Ese mismo año, sus ventas de medicamentos a los países del Alba crecieron 22% respecto al año anterior; en esas operaciones, Brasil ya se perfilaba como uno de sus clientes más prometedores y hoy en día, es el segundo receptor de sus medicinas y vacunas.

 

La semana pasada, Brasil anunció su interés de llevar las misiones médicas cubanas a las zonas más deprimidas del país. “Se está pensando algo en torno a 6.000 o poco más de 6.000 médicos, aún estamos finalizando los entendimientos para que puedan desempeñar su actividad profesional”, explicó este 8 de mayo el canciller Antonio Patriota, durante la visita a Brasilia del canciller cubano Bruno Rodríguez. La propuesta desató una polémica en Brasil que aún se mantiene. El Consejo Federal de Medicina de ese país tildó de “irresponsable” la propuesta y cuestionó la “calidad técnica y ética” de los profesionales cubanos, a través de un comunicado. De acuerdo a cifras del consejo, 94% de los médicos cubanos y bolivianos que en 2012 se sometieron a pruebas de validación de sus títulos para ejercer la medicina en Brasil, reprobaron los exámenes.

 

Están graduando médicos en tiempo récord para suplir la necesidad de exportarlos y esto ha ido en detrimento de calidad de la formación de los médicos y de la medicina de Cuba, que solía ser de primera. Eso está ocurriendo desde que comenzó el programa en Venezuela, entre los años 2003 y 2004”. Al menos esa es la teoría de Julio César Alfonzo para explicar lo que ocurre. Él es médico cubano, graduado en 1992 en la Universidad de la Habana, y actual director de la organización Solidaridad Sin Fronteras, con sede en Miami, que se encarga de brindar apoyo logístico y económico a los cubanos que planean desertar de las misiones médicas internacionales.

 

Esas misiones son un negocio redondo para el régimen cubano y una forma de esclavitud moderna. El Gobierno cubano puede recibir entre 2.000 y 3.000 dólares por los servicios de cada médico, sin contar el beneficio del petróleo. Y a los médicos les pagan alrededor de 250 a 300 dólares, cuando les pagan”, sostiene Alfonzo, quien estuvo poco más de un año detenido en Cuba por organizar protestas contra la política de salud de los hermanos Castro y a favor de la práctica médica independiente. En 1999, viajó a Estados Unidos como refugiado político.

 

En los últimos 10 años, unos 5.000 médicos, enfermeras y terapistas cubanos han desertado de las misiones internacionales; la mayoría de ellos ha ido a parar al sur del Estado de Florida. Cada semana Solidaridad Sin Fronteras recibe entre siete u ocho llamadas de Venezuela, de Nicaragua, de Bolivia, de personal médico cubano que quiere desertar. “El 95% de ellos llama desde Venezuela. Allá viven en muy malas condiciones, los envían a los peores lugares, donde están todos los delincuentes, sin ninguna garantía para su vida”, dice Alfonzo.

 

Hasta abril de 2010, 68 médicos cubanos habían muerto en Venezuela y para conmemorarlo, el Ministerio del Poder Popular para la Salud desveló una placa en su honor. “A los colaboradores de la salud fallecidos en tierras bolivarianas durante el cumplimiento de su deber”, dice el bronce empotrado en un centro de salud de Caracas, como si hubiesen caído en batalla. La mayoría de ellos fueron asesinados por la violencia callejera, que solo en 2012 ha matado a más 12.000 personas en todo el país.

Aljazeera sobre la medicina cubana

18 de junio de 2012

 

La periodista Lucia Newman dijo que aunque el sistema médico es gratuito, no es rápido ni eficiente por la falta de recursos financieros, y porque el país exporta doctores, enfermeras y dentistas a cambio de dinero en efectivo

 

Varios especialistas médicos consideran que la medicina en Cuba está en decadencia, por debajo de los parámetros internacionales, a pesar de que el Gobierno se jacta de que la atención médica en la isla es superior a la de los países en vías de desarrollo.

 

Los médicos cubanos se quejan de que ellos no tienen las mismas oportunidades para viajar, asistir a las conferencias y leer las revistas especializadas, lo que les impide estar al tanto de los últimos avances de la medicina como hacen sus colegas en otros países, y por eso sienten que se están quedando rezagados, afirmó la periodista Lucia Newman a la cadena Aljazeera.

 

Newman dijo que a lo largo de los años ha escuchado a muchas personas quejarse por la forma en que se han deteriorado los servicios médicos en la isla y mencionó que un creciente número de médicos cubanos han abandonado el país en busca de mejores oportunidades.

 

Manifestó que cuando ella viajó a Cuba en 1997 había gran escasez de productos médicos, desde una simple aspirina hasta otros medicamentos más importantes, y agregó, que irónicamente en este momento muchas medicinas que no se encuentran en una farmacia se compran fácilmente en el mercado negro.

 

Newman señaló que aunque la atención médica sigue siendo gratuita, varios pacientes llevan a sus doctores comida, dinero y otros regalos para estar seguros de que les van a garantizar una consulta para los rayos x, un análisis de sangre o una intervención quirúrgica.

 

Agregó que si el paciente no tiene “un contacto” o dinero para pagar “por debajo de la mesa”, el tiempo que tiene que esperar para recibir atención médica puede ser demasiado largo.

 

Newman dijo que en su gira por varios hospitales cubanos halló que no había agua corriente, los inodoros no descargaban, y el riesgo de infección era extremadamente alto.

 

Enfatizó que aunque el sistema médico es gratuito, no es rápido ni eficiente debido a la falta de recursos financieros, y porque el país exporta doctores, enfermeras y dentistas a cambio de dinero en efectivo.

 

Newman considera que el gobierno cubano puede costear tantos médicos porque les paga salarios extremadamente bajos, entre 30 y 50 dólares mensuales.

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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.