FOTOS DE LOS PACIENTES PSIQUIÁTRICOS
MUERTOS DE HAMBRE Y FRÍO
EN LA CUBA DE FIDEL CASTRO
El miércoles 13 de enero de 2010, recibí un correo electrónico donde se me informaba que más de veinte pacientes del Hospital Psiquiátrico de La Habana (Mazorra) habían fallecido de frío, al carecer de la alimentación y el abrigo adecuados. Al día siguiente, la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional envió una nota a la prensa extranjera en la que denuncia que “murieron por hipotermia, lo cual es un absoluto contrasentido en un país marcadamente tropical como Cuba”, es “el número más alto de muertes evitables en un hospital cubano en toda la historia republicana”.
La gente se enteró primero en la calle; llegó un momento en que toda La Habana hablaba de ello. Cuando ya los rumores se extendían más allá de la capital, es cuando el Granma, órgano oficial del único partido legalizado, reconoce que han fallecido veintiséis pacientes psiquiátricos, pero lo atribuye a las bajas temperaturas
http://www.granma.cubasi.cu/2010/01/15/nacional/artic20.html
El Granma oculta que en un cercano hogar de ancianos -atendido por las monjas de la Caridad-, nadie murió.
Fotografías de los cadáveres
La transportación de los cadáveres
Los expedientes de las víctimas
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José Martí: “El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.
Mi Bandera
Al volver de distante ribera,
con el alma enlutada y sombría,
afanoso busqué mi bandera
¡y otra he visto además de la mía!
¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
¡Desde el buque la vi esta mañana,
y no he visto una cosa más triste..!
Con la fe de las almas ausentes,
hoy sostengo con honda energía,
que no deben flotar dos banderas
donde basta con una: ¡La mía!
En los campos que hoy son un osario
vio a los bravos batiéndose juntos,
y ella ha sido el honroso sudario
de los pobres guerreros difuntos.
Orgullosa lució en la pelea,
sin pueril y romántico alarde;
¡al cubano que en ella no crea
se le debe azotar por cobarde!
En el fondo de obscuras prisiones
no escuchó ni la queja más leve,
y sus huellas en otras regiones
son letreros de luz en la nieve...
¿No la veis? Mi bandera es aquella
que no ha sido jamás mercenaria,
y en la cual resplandece una estrella,
con más luz cuando más solitaria.
Del destierro en el alma la traje
entre tantos recuerdos dispersos,
y he sabido rendirle homenaje
al hacerla flotar en mis versos.
Aunque lánguida y triste tremola,
mi ambición es que el sol, con su lumbre,
la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!
en el llano, en el mar y en la cumbre.
Si desecha en menudos pedazos
llega a ser mi bandera algún día...
¡nuestros muertos alzando los brazos
la sabrán defender todavía!...
Bonifacio Byrne (1861-1936)
Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera
José Martí Pérez:
Con todos, y para el bien de todos
Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.
Escudo de Cuba
Cuando salí de Cuba
Luis Aguilé
Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.
Por si acaso no regreso
Celia Cruz
Por si acaso no regreso,
yo me llevo tu bandera;
lamentando que mis ojos,
liberada no te vieran.
Porque tuve que marcharme,
todos pueden comprender;
Yo pensé que en cualquer momento
a tu suelo iba a volver.
Pero el tiempo va pasando,
y tu sol sigue llorando.
Las cadenas siguen atando,
pero yo sigo esperando,
y al cielo rezando.
Y siempre me sentí dichosa,
de haber nacido entre tus brazos.
Y anunque ya no esté,
de mi corazón te dejo un pedazo-
por si acaso,
por si acaso no regreso.
Pronto llegará el momento
que se borre el sufrimiento;
guardaremos los rencores - Dios mío,
y compartiremos todos,
un mismo sentimiento.
Aunque el tiempo haya pasado,
con orgullo y dignidad,
tu nombre lo he llevado;
a todo mundo entero,
le he contado tu verdad.
Pero, tierra ya no sufras,
corazón no te quebrantes;
no hay mal que dure cien años,
ni mi cuerpo que aguante.
Y nunca quize abandonarte,
te llevaba en cada paso;
y quedará mi amor,
para siempre como flor de un regazo -
por si acaso,
por si acaso no regreso.
Si acaso no regreso,
me matará el dolor;
Y si no vuelvo a mi tierra,
me muero de dolor.
Si acaso no regreso
me matará el dolor;
A esa tierra yo la adoro,
con todo el corazón.
Si acaso no regreso,
me matará el dolor;
Tierra mía, tierra linda,
te quiero con amor.
Si acaso no regreso
me matará el dolor;
Tanto tiempo sin verla,
me duele el corazón.
Si acaso no regreso,
cuando me muera,
que en mi tumba pongan mi bandera.
Si acaso no regreso,
y que me entierren con la música,
de mi tierra querida.
Si acaso no regreso,
si no regreso recuerden,
que la quise con mi vida.
Si acaso no regreso,
ay, me muero de dolor;
me estoy muriendo ya.
Me matará el dolor;
me matará el dolor.
Me matará el dolor.
Ay, ya me está matando ese dolor,
me matará el dolor.
Siempre te quise y te querré;
me matará el dolor.
Me matará el dolor, me matará el dolor.
me matará el dolor.
Si no regreso a esa tierra,
me duele el corazón
De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.
Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.
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