Convocan a VII Jornada

del Foro Nuevo País

 

VII JORNADA FORO NUEVO PAÍS

 

Una casa, 10 ciudadanos y un tema: Ciudadanía vs Violencia. En su casa, o en la de un amigo, Ud. Puede contribuir junto a otros ciudadanos, vecinos o miembros de su comunidad o congregación en la lucha contra todas las formas de violencia en Cuba. Al hacerlo, Ud. está conectándose a la campaña Violencia 0 (cero) que animamos desde la Plataforma Nuevo País.

 

La Democracia Deliberativa es una buena herramienta para debatir sobre este importante tema. Use como guía para esta deliberación sus opiniones sobre este flagelo para indagar sobre sus causas, consecuencias y sobre qué podemos hacer como ciudadanos para combatir la violencia.

 

Ya hay una primera idea materializada: la creación el pasado enero del Observatorio Contra la Violencia para la vigilancia permanente de este triste fenómeno.

 

¿Día de la VII Jornada?: Sábado, 2 de marzo.

¿Hora?: 10:00 am.

¿Lugar?: Ud. ya sabe: en cualquier espacio, aunque sea pequeño, donde pueda reunirse con los ciudadanos de su elección.

 

Mesa Coordinadora

 

Correos: fernandoplnc26@yahoo.com, nuevopais11@gmail.com

 

Móviles: 53445927, 52840388

 

Twitter: @Historico24, @cubaprogresista

Violencia 0

Mesa Coordinadora

Plataforma Nuevo País 

 

Violencia 0 quiere ser una campaña permanente de toda la sociedad decente de la isla contra la violencia. Cuando en el 2006 nació la primera iniciativa para arrinconar este  flagelo, 135 ciudadanos cubanos  la apoyamos con nuestras firmas, en un intento simbólico de llamar la atención del gobierno sobre lo que entonces nos parecía  un fenómeno controlable, tanto por la acción de las instituciones del Estado encargadas del monopolio de la violencia como por la acción de las instituciones sociales, culturales y educativas del país. Otras iniciativas públicas de jóvenes artistas y líderes de opinión han ido en el mismo sentido simbólico y social. 

 

Pura ilusión. Todas las instituciones oficiales del país, sea por acción u omisión, participan de los tejidos de violencia que se van formando dentro de la sociedad y amenazan con enquistarse como conducta socialmente admitida para la comunicación y la pretendida solución de conflictos. 

 

Desde el lenguaje político al lenguaje doméstico; desde el comportamiento de los maestros hacia sus alumnos hasta la comunicación entre estos; desde los textos musicales hasta el tratamiento entre parejas sexuales; desde los institutos armados hasta las organizaciones sociales que responden al Estado; e incluso desde y dentro de organizaciones religiosas hasta sociedades fraternales, la violencia gana la partida a la sociedad decente y puede, en el contexto actual de tensiones y fracturas sociales, conducir a un escenario fratricida que destruya las precarias bases civilizatorias que sobreviven en Cuba.  Dentro de este cuadro, de poco valen aquellas iniciativas parciales contra el uso de la fuerza y la coacción que no se alimenten de una fibra y energía globales contra la violencia.

 

El Estado tiene la mayor  responsabilidad por esta situación. Es particularmente preocupante el modo de gestionar su creciente conflicto con la sociedad civil independiente, a partir de su intolerancia, y a través de la estimulación y no pocas veces ejecución de la violencia directa contra ciudadanos y activistas de instituciones y proyectos cívicos de la sociedad.  Preocupante, en particular, porque a los Estados modernos se les reconoce el monopolio de la violencia para que la empleen conforme a la ley y solo en situaciones excepcionales. Es contraria a la legalidad, al orden y a la decencia públicos la formación de grupos paramilitares como las Brigadas de Respuesta Rápida, en nada diferentes por su naturaleza a los grupos paramilitares que han inundado la América Latina.  

 

Violencia 0 nace del siguiente concepto: la violencia es la expresión última de las patologías sociales destructivas que socavan los cimientos de la civilización, en un intento de aniquilación  mutua asegurada para los que la sufren y para los que la practican. Y ninguna sociedad prospera íntegramente cuando asume la violencia civil como un recurso de control político o para la solución de sus conflictos.  Nos preocupa por eso, también, el silencio público de las instituciones y de  los gestores morales del país frente a un fenómeno que comienza a distinguirnos negativamente dentro del mundo civilizado.

 

Violencia 0 convoca a todos los ciudadanos a esta campaña permanente. Mediante iniciativas autónomas o mancomunadas, toda la sociedad decente cubana puede aportar propuestas e ideas para impedir que la violencia nos gane el difícil juego civilizatorio en el que estamos enfrascados. 

 

El Observatorio contra la Violencia, que abrirá sus puertas en el próximo mes de febrero, es un primer paso dentro de esta nueva campaña para monitorear los actos de violencia social y política, y generar proyectos y propuestas concretas que deslegitimen y debiliten su presencia social. Cuba puede ser una sociedad definitivamente pacífica si la mitad decente del país asume la tarea.  

Concierto Violencia Cero

El concierto Violencia Cero, con el tema Violencia vs. Ciudadanía, se celebró el sábado 2 de marzo de 2013 en La Habana, con la participación de los grupos Eskuadrón Patriota, Estudiantes sin Semilla y Acetato Producciones, así como David de Omni Zona Franca.

 

El concierto fue organizado por Nuevo País y otras plataformas de la sociedad civil, como el Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) y el Partido Liberal Nacional Cubano, entre otros.

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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.