CRÓNICA  DE  UN  ASESINATO  ANUNCIADO

Casi dos meses antes de la muerte de

Orlando Zapata Tamayo

En la primera semana del año 2010, el dirigente democratacristiano Oswaldo Payá hizo un llamado a salvar la vida del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo.

La madre de Orlando Zapata Tamayo narra los malos tratos que su hijo está recibiendo en la prisión castrista.

Carta de la madre de Orlando Zapata Tamayo a Raúl Castro

Banes, 3 de marzo de 2010

 

Raúl Castro Ruz
General del Ejército
Presidente de los Consejos de Estado y de
Ministros de la República de Cuba

 

Mi nombre es Reina Luisa Tamayo Danger, madre del fallecido Orlando Zapata Tamayo.

 

Como todos conocen, en los días pasados el gobierno que usted preside ha dado por la televisión nacional puntos de vista parciales sobre el desenlace de la muerte de mi hijo y también los esfuerzos supuestos que hicieron los médicos cubanos para salvar la vida de Zapata.

 

Tengo la necesidad de responder y exigirle a usted futuros procedimientos para que se esclarezca la realidad de los hechos, pues con dolor profundo observo los métodos usados por el gobierno cubano para minimizar la muerte de mi hijo y desacreditar moralmente a quien fue un opositor al régimen comunista de La Habana.

 

Primeramente se publicó en el periódico Gramma del 27 de febrero del 2010 un titular que decía "¿Para quién la muerte es útil?" donde se intenta aportar el verdadero motivo que llevó a mi hijo a la huelga de hambre subvalorando el papel de sus hermanos de lucha y acusando a los Estados Unidos como responsables de la muerte de Zapata. ¿Por qué el gobierno cubano no se ha dignado a explicar las causas originales de su protesta?

 

Orlando Zapata Tamayo inició su huelga el 3 de diciembre de 2009 cuando fue trasladado para la prisión de Camagüey, y no el día 8 como refieren los medios de la televisión nacional.

 

Anteriormente había recibido golpes que le dejaron marcas en su cuerpo que trajeron consigo una intervención quirúrgica en el cerebelo debido a un hematoma producto a un golpe con "tonfa", del cual se pudo recuperar. Personalmente vi las secuelas de los golpes dados por los militares en la prisión de Holguín. Eso ocurrió el 2 de diciembre de 2009, un día antes del traslado a la Prisión de Máxima Severidad Kilo 8, en Camagüey.

 

Cuando llegó a la Prisión de Kilo 8 las autoridades carcelarias le retiraron sus pertenencias y la jaba con los alimentos que había recibido en la visita del día anterior. Le dijeron que tenía que ponerse el uniforme de reo común e impusieron que también tenía que comerse la comida del penal, algo que contradecía los principios de Zapata, ya que jamás ingirió alimento de los distintos centros penitenciarios por los que transitó, haciendo uso solamente del agua del penal y consumía los alimentos que le llevábamos los familiares. En estos momentos en que solicitando y protestando por tratos humanos le fueron añadiendo años a su condena inicial hasta sumar 57 años y 6 meses.

 

De todos estos años de sanción decidieron realizarle una conjunta que quedó fijada en 25 años, ignorando los 7 años cumplidos desde el 2003 cuando fue encarcelado.

 

A mi hijo lo forzaron prácticamente a realizar una huelga fatal.

Usted y su hermano Fidel han hablado siempre de los ideales por los que se lucha. Zapata Tamayo fue digno hasta la muerte por sus convicciones y por la forma de defender sus ideales.

 

Las demandas de mi hijo Zapata eran negociables, pero el curso de los acontecimientos demostraron que el destino de él ya estaba trazado por las autoridades.

 

Mi hijo estuvo un mes y 3 días en una celda de la Prisión Kilo 8 tirado en el piso. Eso, ordenado por el jefe de la prisión Coronel Filiberto Hernández Luis suspendiéndole el agua durante 18 días. Represalia por la cual, a nuestro juicio, fue la que lo llevó a un desenlace fatal.

 

El día 6 de enero de 2010 lo trasladaron al Hospital de Camagüey "Amalia Simoní", horas más tarde lo regresaron al penal ubicándolo en la enfermería donde lo llevaron por 2 veces en estado grave. Allí le pasaron videos y le tomaron fotos, demostrando a las claras la elaboración de un plan bien pensado.

 

Posteriormente, el 18 de enero del 2010, lo trasladan de nuevo para el Hospital Amalia Simoní. El 6 de febrero del 2010 lo pasan par un cuartico improvisado, mal llamado de "terapia intensiva," el cual no tenía agua y yo tenía que atravesar 3 rejas para verlo. Tampoco existían equipos de primeros auxilios. Para colmo, dicho cuarto tenía un aire acondicionado que sólo se apagaba cuando bañaba a mi hijo, pasando frio y contrayendo una neumonía.

 

A mi hijo Zapata lo trasladan para la Prisión Combinado del Este en La Habana, el 16 de febrero del 2010, llevándolo para el hospitalito de la prisión y por primera vez es entubado.

 

A mí se me dijo siempre que la presión arterial de mi hijo estaba cada día mejor. El día 22 de febrero en las últimas horas lo llevaron para el hospital Hermanos Ameijeiras. Esa noche ocurrió la famosa conversación en El Combinado del Este que el gobierno, sin mi consentimiento y con cámaras ocultas, manipuló y difundió por los medio televisivos.

 

En una ocasión el oficial de la Seguridad del Estado de apellido Tamayo me preguntó, delante de mi otro hijo Rogelio Zapata Tamayo, que si ocurría un desenlace fatal ¿qué usted haría con el cadáver?

 

En esos momentos mi hijo aun vivía, una clara manifestación de que las autoridades habían determinado la muerte de Zapata. Ya todos saben que pocas horas después, el 23 de febrero del 2010 a la 3:15 de la tarde, falleció mi hijo.

 

Señor Raúl Castro Ruz no creo que el gobierno hizo lo posible para salvar a mi hijo Orlando Zapata Tamayo y las imágenes tomadas con antelación revelan la complicidad de un asesinato.

 

Muchos fueron los intentos para que usted decidiera a favor de la vida de mi hijo:


El 25 de diciembre de 2009 en Holguín, compatriotas de Zapata se plantaron para que el mundo conociera de la lucha justa de mi hijo. El 16 de enero de 2010, en la propia vivienda de Orlando Zapata en el municipio de Banes, en la provincia de Holguín, un grupo de hermanos ideológicos permanecieron junto a los familiares demandando a las autoridades el estado crítico de Zapata, a pesar del acoso y detenciones contra todos los que se pronunciaron a favor, prolongándose este acto de solidaridad con Zapata hasta el 21 de enero de 2010. El 3 de febrero de 2010 otros jóvenes de la zona oriental y de la ciudad de Camagüey se lanzaron a las calles del propio Camagüey. Para que también conociera usted sobre la situación de mi hijo Zapata, nos dirigimos al Ministerio de Justicia y a la Fiscalía General de la República de la Provincia de Camagüey, los cuales rechazaron nuestro pedido.
 

 

En La Habana también se hicieron esfuerzos para salvar la vida de mi hijo. La prensa internacional era una vía mas a las súplicas de muchos cubanos por salvar a mi hijo y que el gobierno hizo caso omiso, pudiéndole impedir por parte de ustedes esa muerte tan dolorosa para mi.

 

Las filmaciones mostradas por la televisión nacional son reflejos de que el gobierno se preparó para enfrentar a la opinión pública internacional. Las explicaciones de los médicos fueron puramente técnicas y sólo en las últimas horas mostraron preocupación por el estado de salud de Zapata, cuando ya no había nada que hacer.

 

Hasta este momento no tengo el certificado de defunción de mi hijo.


Señor Raúl Castro Ruz, por las consecuencias derivadas en donde su gobierno pone en tela de juicio la actitud de la familia y la integridad moral de mi hijo, solicito:

 

Que se abra un proceso investigativo sobre las causas originales de la huelga de hambre, así como también que se haga una exhumación de los restos de mi hijo donde participen un equipo de médicos internacionales para que de manera transparente quede al descubierto la verdadera razón por la que murió, teniendo en cuenta que el cuerpo y la vida de Zapata quedaron solamente en las manos de los que quisieron verlo muerto.

 

Dios quiera mi hijo repose en paz y que me dé las fuerzas para continuar lo que evidentemente se ha levantado; una batalla por la justicia y la gloria de Orlando Zapata Tamayo.

 

Reyna Luisa Tamayo Danger


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José Martí: El que se conforma con una situación de villanía, es su cómplice”.

Mi Bandera 

Al volver de distante ribera,

con el alma enlutada y sombría,

afanoso busqué mi bandera

¡y otra he visto además de la mía!

 

¿Dónde está mi bandera cubana,

la bandera más bella que existe?

¡Desde el buque la vi esta mañana,

y no he visto una cosa más triste..!

 

Con la fe de las almas ausentes,

hoy sostengo con honda energía,

que no deben flotar dos banderas

donde basta con una: ¡La mía!

 

En los campos que hoy son un osario

vio a los bravos batiéndose juntos,

y ella ha sido el honroso sudario

de los pobres guerreros difuntos.

 

Orgullosa lució en la pelea,

sin pueril y romántico alarde;

¡al cubano que en ella no crea

se le debe azotar por cobarde!

 

En el fondo de obscuras prisiones

no escuchó ni la queja más leve,

y sus huellas en otras regiones

son letreros de luz en la nieve...

 

¿No la veis? Mi bandera es aquella

que no ha sido jamás mercenaria,

y en la cual resplandece una estrella,

con más luz cuando más solitaria.

 

Del destierro en el alma la traje

entre tantos recuerdos dispersos,

y he sabido rendirle homenaje

al hacerla flotar en mis versos.

 

Aunque lánguida y triste tremola,

mi ambición es que el sol, con su lumbre,

la ilumine a ella sola, ¡a ella sola!

en el llano, en el mar y en la cumbre.

 

Si desecha en menudos pedazos

llega a ser mi bandera algún día...

¡nuestros muertos alzando los brazos

la sabrán defender todavía!...

 

Bonifacio Byrne (1861-1936)

Poeta cubano, nacido y fallecido en la ciudad de Matanzas, provincia de igual nombre, autor de Mi Bandera

José Martí Pérez:

Con todos, y para el bien de todos

José Martí en Tampa
José Martí en Tampa

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Escudo de Cuba

Cuando salí de Cuba

Luis Aguilé


Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.

Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.

La sociedad cerrada que impuso el castrismo se resquebraja ante continuas innovaciones de las comunicaciones digitales, que permiten a activistas cubanos socializar la información a escala local e internacional.


 

Por si acaso no regreso

Celia Cruz


Por si acaso no regreso,

yo me llevo tu bandera;

lamentando que mis ojos,

liberada no te vieran.

 

Porque tuve que marcharme,

todos pueden comprender;

Yo pensé que en cualquer momento

a tu suelo iba a volver.

 

Pero el tiempo va pasando,

y tu sol sigue llorando.

Las cadenas siguen atando,

pero yo sigo esperando,

y al cielo rezando.

 

Y siempre me sentí dichosa,

de haber nacido entre tus brazos.

Y anunque ya no esté,

de mi corazón te dejo un pedazo-

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Pronto llegará el momento

que se borre el sufrimiento;

guardaremos los rencores - Dios mío,

y compartiremos todos,

un mismo sentimiento.

 

Aunque el tiempo haya pasado,

con orgullo y dignidad,

tu nombre lo he llevado;

a todo mundo entero,

le he contado tu verdad.

 

Pero, tierra ya no sufras,

corazón no te quebrantes;

no hay mal que dure cien años,

ni mi cuerpo que aguante.

 

Y nunca quize abandonarte,

te llevaba en cada paso;

y quedará mi amor,

para siempre como flor de un regazo -

por si acaso,

por si acaso no regreso.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Y si no vuelvo a mi tierra,

me muero de dolor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

A esa tierra yo la adoro,

con todo el corazón.

 

Si acaso no regreso,

me matará el dolor;

Tierra mía, tierra linda,

te quiero con amor.

 

Si acaso no regreso

me matará el dolor;

Tanto tiempo sin verla,

me duele el corazón.

 

Si acaso no regreso,

cuando me muera,

que en mi tumba pongan mi bandera.

 

Si acaso no regreso,

y que me entierren con la música,

de mi tierra querida.

 

Si acaso no regreso,

si no regreso recuerden,

que la quise con mi vida.

 

Si acaso no regreso,

ay, me muero de dolor;

me estoy muriendo ya.

 

Me matará el dolor;

me matará el dolor.

Me matará el dolor.

 

Ay, ya me está matando ese dolor,

me matará el dolor.

Siempre te quise y te querré;

me matará el dolor.

Me matará el dolor, me matará el dolor.

me matará el dolor.

 

Si no regreso a esa tierra,

me duele el corazón

De las entrañas desgarradas levantemos un amor inextinguible por la patria sin la que ningún hombre vive feliz, ni el bueno, ni el malo. Allí está, de allí nos llama, se la oye gemir, nos la violan y nos la befan y nos la gangrenan a nuestro ojos, nos corrompen y nos despedazan a la madre de nuestro corazón! ¡Pues alcémonos de una vez, de una arremetida última de los corazones, alcémonos de manera que no corra peligro la libertad en el triunfo, por el desorden o por la torpeza o por la impaciencia en prepararla; alcémonos, para la república verdadera, los que por nuestra pasión por el derecho y por nuestro hábito del trabajo sabremos mantenerla; alcémonos para darle tumba a los héroes cuyo espíritu vaga por el mundo avergonzado y solitario; alcémonos para que algún día tengan tumba nuestros hijos! Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: “Con todos, y para el bien de todos”.

Como expresó Oswaldo Payá Sardiñas en el Parlamento Europeo el 17 de diciembre de 2002, con motivo de otorgársele el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2002, los cubanos “no podemos, no sabemos y no queremos vivir sin libertad”.